El Saucejo quiere dar vida a sus espárragos

Un acuerdo con una cooperativa de Alcalá del Valle permitirá una salida laboral a las personas que tienen que emigrar cuando termina la campaña de la aceituna

09 feb 2018 / 16:16 h - Actualizado: 11 feb 2018 / 19:19 h.
"El campo y su agroindustria"
  • El Ayuntamiento de El Saucejo busca una alternativa agrícola para evitar el éxodo rural. / F. C.
    El Ayuntamiento de El Saucejo busca una alternativa agrícola para evitar el éxodo rural. / F. C.

La localidad de El Saucejo quiere sacar adelante una idea pionera que busca en la agricultura la posibilidad de frenar la migración que sufre, sobre todo en sus jóvenes, y al mismo tiempo conseguir que uno de sus productos con más historia vuelva a resurgir con fuerza: el espárrago.

Se trata de una iniciativa que comparten el Ayuntamiento de este municipio y la cooperativa Los Europeos de la localidad gaditana de Alcalá del Valle, que secundan un plan para evitar la marcha de los vecinos a otros pueblos al terminar la temporada de la aceituna, mediante un proyecto común de plantación y recogida de espárragos con destino a la empresa gaditana.

Es, de hecho, uno de los pocos proyectos similares que se pueden encontrar en temas agrícolas en Andalucía que unan a dos provincias limítrofes, con la posibilidad, además, de darle un valor añadido en manos de una de las empresas más importantes de España en este sector.

Así lo explica la alcaldesa de la localidad, Antonia Capitán (IU), que ha precisado que se han distribuido bandos por sitios estratégicos de la localidad explicando la iniciativa, con el fin de que los propietarios de tierras del pueblo conozcan la oferta, ayudando incluso a que las personas que trabajan en tareas agrícolas por su cuenta lo hagan ahora al abrigo de una cooperativa importante y especialista en el sector, como es la gaditana.

Capitán ha precisado que la idea es trabajar con una cooperativa «con una marca ya fuerte y una distribución consolidada», de modo que se ha pedido la colaboración de los vecinos «que tengan tierras y quieran arrendarlas para unirse a este proyecto».

De hecho, ha dicho que la cooperativa se pondrá en contacto con los agricultores, y se llegará a un modelo de trabajo para rentabilidad su producto. El objetivo, ha dicho, «es la movilización de la economía local y la creación de puestos de trabajo temporal que puedan evitar la emigración de habitantes del municipio a otros países y regiones después de la temporada del olivar», para lo que se buscan tierras de más de dos fanegas de extensión en las cercanías de El Saucejo, preferiblemente dentro del término municipal.

Con todo, se trata de que el olivar, que domina una buena parte del paisaje de la comarca donde se encuentra El Saucejo, no sea el único punto de vida económico para sus vecinos, ya que cuando se termina la recogida de la aceituna hay muchos que deciden buscarse la vida en otras latitudes ante la falta de alternativas en el campo del pueblo.

Hasta el momento, ya hay dos agricultores del municipio sevillano que se han sumado a esta iniciativa, destinada a que sus productos terminen en manos del consumidor mediante la labor de una empresa que cuenta con 1.200 socios, en una localidad de 5.200 habitantes, con una producción anual en torno a un millón de kilos de espárragos, lo que la convierte en un referente de este producto a nivel nacional.

La idea de El Saucejo tiene pocas similares, y en Andalucía hay un ejemplo más que llamativo, del que dan fe unos 2.000 árboles plantados en la costa de Huelva gracias a una alianza que ha hecho que nazca la primera sociedad hispano-portuguesa para sacar adelante de forma conjunta plantaciones de granadas con vistas a la comercialización del producto.

Se trata de Ibergranatum, formado por agricultores de la localidad de Lepe y la comarca portuguesa del Alentejo, que han dado forma física a una idea destinada a comercializar y exportar granadas cultivadas a ambos lados de la frontera, vendidos a distintos destinos con el fin de lograr unos beneficios comunes para un producto cuya presencia en los mercados desde suelo andaluz es testimonial todavía.