El Supremo concede una herencia millonaria a un camarero utrerano

El Alto Tribunal ratifica el fallo al demostrarse que era hijo de un acaudalado empresario, fallecido en 2001, que mantuvo una relación con una sirvienta

09 abr 2018 / 21:45 h - Actualizado: 09 abr 2018 / 22:19 h.

El Tribunal Supremo ha dado la razón a un camarero natural de la localidad sevillana de Utrera, E.M.G., de 60 años de edad, que tendrá que cobrar más de dos millones de euros de herencia al demostrarse que es hijo no reconocido de un empresario que tenía dos hijos más.

Así lo ha explicado a la agencia Efe el abogado Fernando Osuna, que se ha convertido en un especialista en este tipo de casos y que se ha encargado de la defensa de este utrerano, que ahora reside y trabaja en Palma de Mallorca, con el que sus hermanos tendrán que repartir ahora la herencia recibida en su día, sin que él, fruto de la relación de este empresario con una sirvienta, fuese nunca ni reconocido ni incluido en el testamento.

En su sentencia, el Supremo da la razón en sus planteamientos a la Audiencia Provincial de Sevilla, con lo que rechaza el recurso presentado por sus ya reconocidos hermanos del camarero, y apoyando, asimismo, la resolución a favor que también dictó el juzgado de Utrera cuando se inició este proceso hace ya una década.

Ahora, los demandados tendrán que pagar además las costas de los juicios, que superan los 9.000 euros. Se trata de un caso que, en este periplo, ha estado cargado de polémica. De hecho, se llegó a exhumar e incinerar el cadáver del empresario sin permiso para evitar una prueba del ADN. Además, los familiares del padre, fallecido en el año 2001, tampoco se presentaron en el Instituto de Toxicología de Sevilla para comparar el ADN de ellos con el del demandante. «Se trata de un curioso caso en virtud del cual no heredó en su momento un hijo por haber nacido fuera del seno del matrimonio», explicó en su día el abogado.

En la primera sentencia a su favor, el juzgado de Utrera recordaba que en 1964 el padre biológico tuvo que pagar a la empleada una indemnización tras un procedimiento contra él por estupro (delito sexual que se produce cuando una persona, generalmente mayor de edad, mantiene relaciones sexuales con una persona adolescente que consiente la relación) en un juzgado de la localidad. La sentencia resalta que era conocida la relación del hombre y su empleada, con la que los vecinos le vieron varias veces cuando ella estaba embarazada. Además, la juez destaca que en la vista oral apreció un «extraordinario parecido físico» entre el camarero y los hijos reconocidos del fallecido.

Ahora, habrá que dilucidar los términos exactos de la herencia, que será tanto económica como de bienes, ya que se tiene constancia de que hay al menos una finca rústica y viviendas, aunque sospecha que puede existir más patrimonio oculto.