Una escapada al otoño

La Sierra Norte se convierte durante este puente en uno de los focos de turismo rural más importantes

31 oct 2015 / 17:29 h - Actualizado: 31 oct 2015 / 20:57 h.
"Turismo"
  • El alojamiento rural Los Pozos de la Nieve, en Constantina. / El Correo
    El alojamiento rural Los Pozos de la Nieve, en Constantina. / El Correo
  • Un pozo antiguo dentro de los terrenos del alojamiento rural Los Pozos de la Nieve. / El Correo
    Un pozo antiguo dentro de los terrenos del alojamiento rural Los Pozos de la Nieve. / El Correo
  • Almazara Quintanilla, en El Pedroso. / El Correo
    Almazara Quintanilla, en El Pedroso. / El Correo
  • Almazara Quintanilla, en El Pedroso. / El Correo
    Almazara Quintanilla, en El Pedroso. / El Correo
  • El rincón de San Benito, en Cazalla de la Sierra. / El Correo
    El rincón de San Benito, en Cazalla de la Sierra. / El Correo

Puede que se trate de uno de los puentes más grises del año. La caída de la hoja, la pronta llegada del atardecer y la imperiosa necesidad de refugiarse de un incipiente frío otoñal invitan a buscar espacios cerrados que se aproximen al calor de hogar. Y es ahí, precisamente, donde entra en juego un turismo diferente. El turismo rural.

Si una zona es característica y próliga en turismo invernal, esa es sin duda la Sierra Norte de Sevilla. Una comarca que atrae al visitante por sus espectaculares vistas, su forma de vivir y la oportunidad de trasladarse durante un fin de semana a una vida rústica no desprovista, sin embargo, de comodidades de última hora y de actividades inusualmente novedosas.

Iniciando el recorrido en las puertas de la Sierra, o lo que es lo mismo, en El Pedroso, encontramos en sus cortijos el mayor de sus atractivos. De esta manera, El Castaño ofrece un típico cortijo blanco de la tierra con tres apartamentos ideales para matrimonios con hijos y una casa más grande con capacidad para ocho o nueve personas. Igualmente, en Almazara Quintanilla, el cliente puede disfrutar de la peculiaridad de alojarse en un edificio que a pesar de sus reformas conserva elementos del siglo XVII e incluso la almazara original donde se fabricaba el propio aceite. Ni qué decir tiene que el complejo se encuentra al 100 por cien de ocupación y su reserva, según cuentan «tuvo lugar en verano», ya que se trata de «uno de los puentes más fuertes del año, junto con el de la Inmaculada, que se encuentra reservado desde hace un año».

Continuando hacia el norte se llega hasta Cazalla de la Sierra, corazón de la comarca y sombrío destino apetecible en cualquier época del año gracias a su paraiso natural como lo es, por ejemplo, la Ribera del Huéznar. De hecho, Paraíso del Huéznar es un lugar ideal para pasar el puente. Enclavado en el bosque de rivera más al sur de Europa, resulta especial tanto para disfrutarlo en pareja como en multitud, ya que puede albergar hasta 24 personas en casas tan sugerentes como La Garza Real, El Ruiseñor, La Trucha, La Nutria o El Martín Pescador. Si en lugar de naturaleza pura, deseamos algo más rural, El rincón de San Benito ofrece una casa antigua enclavada en pleno casco histórico y dentro de un callejón privado de estilo árabe. Como curiosidad, dicha casa perteneció a la familia del afamado actor Christopher Reeve. Según Antonio, su propietario, el complejo obedece a una demanda invernal, por eso no es de extrañar que se encuentre totalmente ocupado durante este puente. Otro de los pulmones de la Sierra Norte, Constantina, ofrece al visitante suelos de barro hechos a mano, vigas de castaño con alfajías y ladrillo basto, muros de piedra, enfoscado rústico, interruptores de porcelana, y todo ello en Cartojal Rural, un complejo turistico para visitantes que busquen intimidad, ya que su aforo se limita a cuatro personas. Sin embargo, mucho más amplio es Los pozos de la nieve. De 70.000 metros cuadrados de magnífico arbolado autóctono, data del siglo XVII y debe su nombre a dos pozos, como su propio nombre indica, de nieve que pertenecieron a Sevilla hasta el siglo XIX y que abastecían de hielo a la ciudad en los meses más calurosos. Según su propietario, Derek, de origen belga, los pozos no se encuentran activo pero se pueden visitar, al igual que otro de los atractivos, señala, como son los dibujos de Napoleón, que datan de la estancia de éste en la localidad serrana.

Si el visitante se decanta por naturaleza virgen, el lugar ideal es San Nicolás del Puerto. Más que conocidas son sus bondades naturales, por ello, El batán de las monjas dispone de apartamentos situados en la ribera del Huéznar, lugar idoneo para descansar, hacer senderismo y montar en bicicleta.

Más al norte, llegamos a la localidad de Alanís, pueblo medieval de la Sierra Norte por excelencia, donde se encuentra el Cortijo Nuestra Señora de las Angustias, en una finca de 250.000 metros cuadrados, rodeado de olivos y frutales y muy cerca de la ermita de la Virgen y del famoso castillo de la localidad. En el municipio, sin embargo, a espaldas de la parroquia se levanta otro de los atractivos del pueblo en lo que a turismo se refiere, como lo es Casa Adriano. Antigua casa de esquileo y cuadra para bestias reformada hoy día como casa rural de categoría superior. Por último, a las puertas de Extremadura se erige Guadalcanal. Sumergida entre dos sierras, no podía sino sacarle partido a su territorio y de entre la oferta turística destacan complejos como La Florida. Cortijo del siglo XVIII de una sólida construcción con anchos muros y techos abovedados, lo que le confiere una temperatura agradable durante todo el año. Igualmente, La solana, a pocos kilómetros del pueblo, destaca por sus siete hectáreas de fauna y flora características de la zona. Por último, en el mismo pueblo, destaca la casa rural Pozo Berrueco, uno de los establecimientos con mejores referencia de la zona en las redes sociales.