Esta libertad de ahora empezó en Las Cabezas

El pueblo desde el que Rafael del Riego se levantó contra el Absolutismo pide al Congreso de los Diputados un monumento para el general asturiano

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
26 mar 2017 / 18:25 h - Actualizado: 26 mar 2017 / 20:18 h.
  • Cientos de personas caracterizadas de época desfilaron por Las Cabezas de San Juan. / Á.R.
    Cientos de personas caracterizadas de época desfilaron por Las Cabezas de San Juan. / Á.R.
  • Vecinos preparan tapas ante el busto del general Riego. / Á.R.
    Vecinos preparan tapas ante el busto del general Riego. / Á.R.

La recreación histórica del Levantamiento del general Rafael del Riego contra nuestro último rey absoluto, Fernando VII, en 1820, le ha servido a Las Cabezas de San Juan no solo para encontrar su sitio en el mapa de las libertades a nivel nacional, sino también para consolidar el fin de semana cultural por antonomasia en este municipio del Bajo Guadalquivir que abandera la conquista del carácter de ciudadanía desde la plaza de su Ayuntamiento. No en vano fue desde un balcón de esta plaza –llamada de la Constitución– desde el que el general, que debía embarcar el Segundo Batallón de Asturias con rumbo a América, donde cambió de parecer y dio un grito a favor de aquellas libertades escritas en el papel mojado de la Constitución de 1812, La Pepa, cuyo eco resuena todavía hoy. El general no se mordió la lengua para proclamar que «España» estaba viviendo «a merced de un poder arbitrario y absoluto, ejercido sin el menor respeto a las leyes fundamentales de la nación», como reprodujo ayer el actor que lo interpretaba. Riego, que con aquel golpe que partía de Las Cabezas de San Juan posibilitó el Trienio Liberal (1820-1823), acabaría colgado –y luego decapitado– en la madrileña plaza de la Cebada tres años después, mientras La Pepa iniciaba un exilio al olvido y el Absolutismo, su última década de esplendor.

Sin embargo, las semillas de las libertades modernas estaban llamadas a germinar. Se habían sembrado en Cádiz, por supuesto, pero también en aquel pueblecito de la marisma sevillana que fue mencionado en las Cortes del Estado el 21 de junio de 1822 para que se erigiese en él un merecido monumento a Riego. El busto no pudo colocarse porque los Cien Mil Hijos de San Luis fueron más veloces en su auxilio al monarca, pero al menos Las Cabezas de San Juan sí consiguió por decreto el título de ciudad, que mantiene hoy, y su nombre quedó grabado junto al de Riego para siempre como el lugar y el héroe en que comenzó el final del Absolutismo español.

El Ayuntamiento cabeceño ha intentado históricamente la colocación de este monumento, siempre infructuosamente: en 1869, tras la revolución que puso fin al reinado de Isabel II; en 1988 –cuando el hermanamiento con el pueblo natal de Riego, Tineo (Asturias)–; en 1997, cuando una sesión extraordinaria del pleno lo solicitó al Congreso de los Diputados; y en 2002, cuando se llegaron a iniciar incluso los trámites para presupuestarlo. Pero nunca se hizo.

Ahora su alcalde, Francisco José Toajas (PSOE), que va por su tercer mandato con mayoría absoluta, está decidido a conseguirlo. En cualquier caso, a propuesta de su gobierno, se ha solicitado –y aprobado por unanimidad en el pleno el pasado 23 de febrero– al Congreso de los Diputados el cumplimiento de aquel decreto de 1822, con la novedad de que ya tienen en el pueblo incluso la obra que se colocaría, la del artista local Luis Rodríguez Castro. La petición se ha trasladado asimismo a la Diputación provincial y al Parlamento andaluz. «Es de justicia histórica», asegura el regidor, que este pasado fin de semana ha comprobado cómo ni siquiera el sirimiri del sábado y la mañana del domingo han podido doblegar el entusiasmo del pueblo para festejar los motivos de su celebridad. Este año, además, se cumple el centenario de la primera recreación, pues en 1917, además de colocarse una placa de mármol conmemorativa junto al balcón del grito –retirada en los primeros días de la Guerra Civil– se llevó a cabo por primera vez una recreación histórica como la de este fin de semana, que ya va por su XI edición. Con vistas a las próximas efemérides de 2020 –dos siglos del levantamiento– o de 2022 –dos siglos del decreto que mandaba el monumento a Riego en Las Cabezas–, el Ayuntamiento se está rearmando de actividades.

Romanticismo histórico

Las Cabezas ha vivido un intenso fin de semana en torno al mercado de época instalado en su plaza de los Mártires, coronada por un busto al general Riego instalado en 1988. Desde el viernes, los cabeceños han disfrutado de pasacalles, teatro para niños y adultos, manualidades, exhibiciones de aves rapaces, espectáculos de fuego y pirotecnia, magia, danzas y hasta flamenco. Pero la gran jornada fue la de ayer domingo, cuando al mediodía llegó el desfile integrado por asociaciones dedicadas a la recreación histórica venidas de Cádiz, Algodonales y El Bosque para vivificar el momento en que Riego proclama el Levantamiento contra el rey. La banda sonora la ponía la asociación musical San Salvador. En una abarrotada plaza de los Mártires, tras el espectáculo ecuestre de la asociación El Estribo y una representación teatral que evocaba los días en que los soldados de Riego convivían con los cabeceños, y con cientos de personas caracterizadas de época, el grupo ganador del concurso de declamación del Romancero del General Riego pudo actuar frente a las autoridades, antes de que el desfile continuara hasta la plaza de la Constitución, que alberga cada año el momento estelar del grito de la libertad.