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El socialista Antonio Jesús Muñoz Quirós (izq) recibe el bastón de mando del alcalde saliente, el independiente Salvador Martín (IxE). / El Correo -
Quirós salió con apoyo de los ediles del PP y PA, que comparten bancada. -
Los estepeños abarrotaron el salón de plenos del Ayuntamiento. / El Correo
Hace dos años nadie se habría imaginado que un socialista volvería empuñar el bastón de mando de Estepa. Y menos aupado por enemigos históricos como el PP y el PA, los mismos que en 2015 forjaron junto a Independientes por Estepa (IxE) un pacto anti-PSOE, ya que el único fin de los tres –así lo admitieron a viva voz este lunes– era evitar a toda cosa tal regreso del que fue el partido más votado en un escenario político estepeño fragmentado, con cinco partidos repartiéndose 17 concejales. El inesperado hasta hace nada giro –y vuelta del PSOE al poder seis años después– se rubricó este lunes, tras diez meses de negociaciones, en forma de «gran coalición», ya que toda la oposición se subió al barco que, desde ayer, comanda Antonio Jesús Muñoz Quirós (PSOE, con seis ediles). Bien por acción, caso del PA (tres) y el PP (tres), que formarán parte del segundo gobierno tripartito del mandato; o bien por omisión, caso de la edil de IU que también reivindicaba el cambio de gobierno, pero sin entrar en el poder, por lo que se abstuvo. Incluso un edil de IxE, Domingo Anillo, se decantó por abstenerse rompiendo con la disciplina de partido.
Tal coalición tenía su razón de ser no tanto en rencores –que los hubo y muchos en el pleno–, sino, según Muñoz, el ya exalcalde Salvador Martín (IxE) «no ha buscado formar un gobierno estable, pero tampoco abrir vías de consenso». Esto lo aliñó con el impago de nóminas, la falta de presupuestos –prorrogados desde 2015– y la merma de servicios sociales, Policía Local –con el que hay un conflicto latente– o Urbanismo. «Situación de la que culpaba a la oposición», recalcó el edil socialista, que reivindicó que el acuerdo llega desde «el máximo sentido de la responsabilidad y más allá de las diferencias políticas» con PA y PP. Muñoz se comprometió, además, a «una nueva forma de hacer política». «Soy el alcalde de todos y al servicio de todos», afirmó tras la votación en un abarrotado salón de pleno estepeño, donde trasladó que buscará «mejores condiciones para el empleo» y que Estepa «vuelva a ser referente» de la comarca.
El guion encontró arropo, aunque con más saña al gobierno saliente, en los nuevos aliados. «El PP antepone el interés general», manifestó Remedios Olmedo, que aclaró que el voto afirmativo de su partido responde al «clamor vecinal ante un gobierno que no funciona». Acusó a su exsocio de gobierno de practicar el «victimismo» y le recordó que la mayoría de su legado responde a iniciativas del tripartito roto en septiembre de 2016: desde el arreglo de la avenida de Andalucía hasta la estación depuradora pasando por el mercado de abastos. Y avisó: «La Alcaldía no es un cheque en blanco», por lo que le instó a no ejercer «el enchufismo» y a implantar «políticas de austeridad» consensuadas.
El portavoz del PA, Miguel Fernández, también tiró por la senda del victimismo para atacar a Martín, al que conoce bien cuando, en el pasado, ambos militaban en filas andalucistas. «La vara de mando se asume con todo: para la procesión y la deuda, para los parabienes y los problemas de los vecinos», indicó. En la bolsa de críticas, sumó el hacer uso de seguridad privada para suplir a la Policía Local en Semana Santa, lo que le ha valido al Ayuntamiento una multa de 20.000 euros de la Subdelegación del Gobierno. «Muy bien no lo estarían haciendo cuando ha puesto de acuerdo a PSOE, PP, PA e IU».
Este último partido, a través de su edil, Patricia Fernández, marcó territorio. No culpó únicamente a IxE, sino a PP y PA. «El tripartito anterior metió la pata al perder 700.000 euros por el tipo impositivo del IBI», dijo, entre otras críticas. Aclaró que lleva meses pidiendo «responsabilidad» para un cambio político y recriminó al PP «su excesiva ambición, al pedir Urbanismo y Servicios Generales» en un gobierno del que IU no formará parte. Y, por último, invitó al PSOE a «superar su estigma de clientelismo y enchufismo».
Un «bloqueo permanente»
El alcalde saliente, Salvador Martín, enfocó su malestar en la bancada que compartía ayer con PP y PA. «Son rehenes de su unión», manifestó, rememorando que IxE logró su apoyo «sin pacto previo, solo para evitar el gobierno del PSOE», cosa que ahora realizan con él. Así, auguró que los vaivenes afectará a esas formación en las próximas elecciones como ya ocurriera 2015. Martín también hizo extensible sus críticas al resto de la oposición por su «bloqueo permanente», como asegura que pasó con los presupuestos, con «el objetivo de hacerse con el poder».
Y, además, defendió su legado, sobre todo la plaza de abastos que lleva «más de diez años cerradas» y que estará, gracias a los fondos obtenidos, en verano de 2018.