Estudian medidas legales por el atasco en las obras del Ayuntamiento de Écija

El Gobierno local no aclara si rescindirá el contrato, pero dice que no descarta llegar «hasta las últimas consecuencias» por estos atrasos

07 ago 2018 / 22:04 h - Actualizado: 07 ago 2018 / 22:05 h.
  • Grúa recientemente instalada en el edificio del Ayuntamiento. / M.R.
    Grúa recientemente instalada en el edificio del Ayuntamiento. / M.R.

El Ayuntamiento de Écija y la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía van a estudiar medidas legales por el retraso en la reconstrucción de la casa consistorial. Un año después de iniciados los trabajos, las obras están prácticamente paradas y el Ayuntamiento afirma no estar contento con la actuación de la adjudicataria, la empresa Dragados.

El Ayuntamiento y la Junta de Andalucía han mantenido una reunión en la Dirección General de Fomento del Gobierno autonómico con responsables de la multinacional, a los que aseguran haber pedido explicaciones por la evolución de la obra, en la que Écija participa aportando en torno a un millón de euros del presupuesto total, que supera los 3,5 millones.

Al Consistorio no le han convencido las explicaciones de la adjudicataria, en la que no ven «buena predisposición para continuar la obra», en palabras del portavoz municipal del PSOE, José Antonio Rodríguez, que considera que Dragados está «poniendo excusas» y a la que acusa de ser «desleal con sus clientes, la Junta y el Ayuntamiento de Écija».

«No es de recibo que la obra esté como está y no podemos negar la evidencia», admite José Antonio Rodríguez, que afirma que «la obra no ha explosionado como esperábamos. Continúa pero a un paso que es irrisorio». El portavoz del equipo de gobierno señala a la adjudicataria. «Dragados no está cumpliendo con su papel», afirma, y explica que la empresa constructora está replanteando el proyecto de reconstrucción reformando el sistema de cimentación del edificio.

Según Rodríguez, la constructora planteaba que era necesario un sistema de cimentación sobre micropilotes con un ángulo especifico que ahora descarta «y hace que hayan modificado todo el proyecto. Pero independientemente de cuestiones técnicas que puedan surgir, lo que está claro es que la obra no acaba de desarrollar y no estamos contentos con el trabajo que se está realizando», se lamenta. El portavoz municipal del PSOE señala que la Junta de Andalucía –que paga el 70 por ciento del presupuesto de la obra, financiada en parte con fondos europeos– «también está muy preocupada porque ellos tienen que dar cuenta de esta y otras obras a la Unión Europea».

Rodríguez matiza que no puede decir qué medidas se van a tomar contra Dragados por el retraso en las obras de la casa consistorial, pero enfatiza que «iremos de la mano de la Junta» y que «si tenemos que llegar a las últimas consecuencias llegaremos, porque no es de recibo», aunque tampoco aclara si eso supondrá la revocación del contrato a la adjudicataria.

«No sabemos hasta dónde vamos a llegar», reconoce Rodríguez, que argumenta que «los servicios jurídicos de la Junta y el Ayuntamiento están estudiando el tema y todo lo que haya que hacer lo vamos a hacer».

Dragados se adjudicó la reconstrucción de la casa consistorial de Écija con un presupuesto de 3,58 millones, prácticamente un millón y medio menos de lo inicialmente previsto y casi un 30 por ciento del coste de salida de la obra, que se había fijado en cinco millones.

El periodo de ejecución fijado era de 26 meses, por lo que las obras deberían estar terminadas en torno al verano de 2019, según el contrato de adjudicación. En el inicio de las obras –en julio de 2017– estuvo presente el consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, que subrayó que «Écija va a tener una casa consistorial magnifica, un edificio para prestar el mejor servicio a los ciudadanos y que va a mejorar y enriquecer su patrimonio cultural e histórico», al tiempo que estimaba que las obras iban a crear en torno a cien puestos de trabajo directos.

Sin embargo, y a pesar de que hace poco más de un mes se instaló una grúa en el edificio en reconstrucción, fuentes municipales señalan que apenas hay «dos o tres personas» en la obra, fundamentalmente en tareas de mantenimiento.