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Lugar del accidente. / A.R. -
Lugar del accidente. / Á.R.
Un vecino de Los Palacios y Villafranca, Antonio G., de 59 años, casado y con dos hijos, falleció anoche poco después de las 21.30 horas tras sufrir un aparatoso accidente casi a la altura de la Glorieta del Olivo, en la céntrica avenida de Sevilla. Según los primeros datos de la Policía Local y la Guardia Civil, que intervinieron en el lugar de los hechos y que durante esta pasada madrugada han estado preparando las primeras diligencias para entregar a la jueza del Juzgado de Utrera, parece ser que el ciclomotor del fallecido fue alcanzado por detrás por otro vehículo similar en el que iba una pareja de jóvenes, un chico que conducía y una chica de paquete, según declararon los primeros testigos. Tras el impacto, el conductor de este otro ciclomotor se dio a la fuga y todavía a media noche permanecía en paradero desconocido, aunque la Guardia Civil continúa investigando el asunto gracias a las descripciones de los primeros testigos, que fueron numerosos a esa temprana hora de la noche en un lugar normalmente concurrido del pueblo, entre el bar La Pachanga y la Plaza de Cuba.
Según los testigos que acudieron a socorrer al accidentado, el golpe “fue tremendo al caer y le abrió la cabeza”. De hecho, el ciclomotor negro que conducía acabó destrozado y a varias decenas de metros de donde el hombre cayó. “Parece que sobre la vespa ha pasado un tráiler”, decía uno de los numerosos vecinos que se congregaron en la mediana de la avenida mientras agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local instruían las primeras diligencias para informar a la juez. “Yo estaba mirando en la farmacia cuál era la de guardia y no me dio tiempo a enterarme cuando oí un gran revuelo al lado de la rotonda”, decía anoche Conrado, uno de los testigos que acudió incluso a socorrerlo. “Lo reconocí de inmediato aunque lo vi tendido en el suelo por detrás y con mucha gente alrededor, porque era mi compadre”, añadió. “Me acerqué a él y estaba consciente aún, y me decía que tenía mucho frío”.
Unos minutos después, los sanitarios del 061 que llegaron en ambulancia apenas si pudieron intentar salvarle la vida. Fue en vano. “Ya no se podía hacer nada”, opinaban varios de los testigos que lo vieron aún con vida. Al lugar de los hechos acudió también el concejal de Seguridad Ciudadana, José Manuel Triguero (IU), que esperó junto a los agentes que se llevaran el cadáver, casi dos horas después del accidente. Los bomberos se dispusieron a limpiar la sangre a las 23.30 horas.
El fallecido es muy conocido en Los Palacios y Villafranca, no solo porque regentaba un establecimiento heredado de su padre en la calle Real, el bar Miguel de Rosa, sino porque toda su familia se dedica a la hostelería en el municipio.