Hace medio año, las obras del tramo de la SE-40 que conectará Almensilla con la autopista Sevilla-Huelva (A-49) se encontraba al 98,22 por ciento de ejecución. Una finalización de facto que, sin embargo, no se ha producido todavía. La última fecha dada por el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, sitúa su inauguración en el primer trimestre de 2018. Sin embargo, fue el propio ministro el que, en una visita a principios de año, apuntó a finales del presente ejercicio como el momento de inaugurar un tramo más de una ronda que sólo lleva 16 kilómetros –de un total de 77– abiertos al tráfico desde que se iniciaran las obras hace diez años.
Los aplazamientos llegan, además, en una carretera que tiene hasta la señalética colocada. Sin embargo, no se abre porque aún quedan flecos que no estaban contemplados en el proyecto original. Fomento ya ha anunciado públicamente que deberá invertir 6,7 millones de euros extra para solventar una serie de defectos de forma. El anuncio se ha dado a conocer a través de una respuesta por escrito a una pregunta formulada en el Congreso por la diputada socialista en Sevilla, Carmen Cuello. En ella, se preguntaban las razones por las que no se ponía en funcionamiento un tramo que, a simple vista, ya tenía la obra plenamente ejecutada. La respuesta de Fomento indica la necesidad de hacer correcciones al proyecto original. Entre ellas, la adaptación de los quitamiedos a la normativa europea, algo que se detectó después de que la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad del Congreso instara al Gobierno a realizar un estudio de su red de carreteras para identificar los puntos negros y se suplan o reformen estos quitamiedos.
Así, parte de los 6,7 millones previstos irán «a la adaptación de los sistemas de contención a la nueva normativa» y la «adecuación de las bermas –separación entre los dos sentidos de circulación» en la autopista A-49. Pero no será la única modificación. La respuesta parlamentaria cita igualmente medidas como la realización de cortes nocturnos para poder finiquitar la obra, así como el balizamiento, señalización y defensa de las conexiones provisionales en el inicio y en el final del tramo. También se incorporan parámetros más técnicos, como las actuaciones en la línea eléctrica o el soterramiento de una línea de alta tensión.
La aprobación de este modificado del proyecto, según la respuesta fechada el pasado 27 de noviembre, estaría listo antes de que finalice el año. Con esta inyección económica, De la Serna anunció el pasado miércoles, en una comparecencia en la capital hispalense, que espera tener abierta al tráfico el tramo durante el primer trimestre de 2018. El tramo, de 7,7 kilómetros, sería el primero que se inaugura en cuatro años y medio. En marzo de 2013 se puso en servicio el tramo entre la autovía Sevilla-Málaga (A-92) y la autovía de Utrera (A-376), pero a sabiendas de que el resto de trazado se había paralizado por problemas de modificación presupuestaria o por la incidencia de la crisis económica, que paralizó prácticamente toda la obra pública no solo del Estado, sino de todas las administraciones públicas.