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Antonio Gutiérrez Limones en la Casa del Pueblo de Alcalá, tras conocerse los resultados electorales. / F. V.
En política nada está garantizado hasta que no esté formado, pero los resultados electorales en Alcalá de Guadaíra acaban de sellar, salvo que la maquinaria de los pactos gire los próximos días en sentido contrario, el final de Antonio Gutiérrez Limones (PSOE) como alcalde.
Los resultados del PSOE (31,69% de los votos, diez puntos menos que en 2011, la mitad que en 2007) le conceden nueve concejales. Alcalá Puede, afín a Podemos, es la bisagra en este municipio.
Matemáticamente sus cuatro ediles pueden sostener tanto a los socialistas como sumarse a la oposición combinada de PP, IU y PA, que ha desgastado unida estos cuatro años a Limones.
La mayoría absoluta está en 13 capitulares y el PSOE sólo puede mantenerse si lo acuerda con el PP (cinco ediles) o con Alcalá Puede. Pero las dos formaciones parecen poco inclinadas a hacerlo y hablan de un «nuevo proyecto político» (Carmen Hornillo, candidata del PP) o de «ni hablar de pacto con el PSOE, por su gestión nefasta y por los desahucios» (Jéssica Garrote, Alcalá Puede).
Y aunque en la alocución a los suyos tras conocer los resultados Gutiérrez Limones tranquilizó al mencionar pactos con otras fuerzas y el fin de las mayorías, y el secretario local del PSOE, Rafael Chacón, hizo valer «el haber sacado el doble de votos que el segundo [el PP]»; el jefe de campaña socialista, Alonso Arias, dio anoche por descontado un pacto de «todos contra el alcalde» por los 20 años de gobierno de Limones (y los 30 del PSOE en Alcalá). Otros socialistas alcalareños destacados, como Demetrio Pérez (ex subdelegado del Gobierno), también criticó la actitud enconada del resto de partidos en contra del alcalde.
Limones accedió al puesto hace 20 años como recambio del PSOE dañado tras un mandato convulso. Evitó en 1995 la derrota y su estrella fue en ascenso, hasta encadenar mayorías absolutas de más del 60% de los votos en una ciudad de casi 75.000 habitantes.
Sin embargo, en los comicios de 2011 su mayoría absoluta fue raspada (42% de votos, 13 concejales) y se le complicó el mandato con un caso de transfuguismo y otro de presunta corrupción que crisparon la vida política local.
Lejos quedan los momentos de gloria: hace 15 años fue el único líder del PSOE provincial que vio venir el ascenso de José Luis Rodríguez Zapatero. El alcalde Limones trascendía así la esfera local y con el tiempo fue premiado con un cargo de senador, en 2008.
Ahora la suma de los concejales del PP, Alcalá Puede, IU y el PA, e incluso de Ciudadanos, menos crítico con Limones, pueden impedirle la reelección. Todos ellos destacaron anoche el «deseo de cambio» (María Fernández, IU) o el «fin de ciclo» (Dolores Aquino, PA). Si saben ponerse de acuerdo, el alcalde saldrá de alguna de estos partidos.