Gazaperos en la ciudad del gallo

Morón acogió el V Encuentro de Gazaperos, organizado por Manuel Bohórquez, y que este año ha contado con el investigador Luis Vázquez como cicerón

Alberto Guillén Aguillenito /
25 nov 2017 / 22:17 h - Actualizado: 26 nov 2017 / 08:30 h.
"Flamenco"
  • Los asistentes al Encuentro de Gazaperos, que ayer se celebró en Morón de la Frontera. / A.G.
    Los asistentes al Encuentro de Gazaperos, que ayer se celebró en Morón de la Frontera. / A.G.

Morón de la Frontera acogió este sábado la quinta edición del Encuentro de Gazaperos. Esta cita, que reúne cada año a decenas de aficionados al flamenco venidos de diversas partes de toda España, toma el relevo de Utrera. Desde hace un lustro y en torno a la figura del investigador y crítico flamenco Manuel Bohórquez, cada mes de noviembre se organiza este día de convivencia que busca recorrer y conocer algunos de los puntos troncales donde bulle y se ha desarrollado ese arte universal que conocemos por flamenco. Además de Utrera, los gazaperos se han dado cita anteriormente en Arahal, Palomares y Mairena del Alcor.

Además de la presencia de Bohórquez, verdadera enciclopedia andante del arte flamenco y la cultura popular y alma máter de la cita, este encuentro reúne cada año no solo a selectos aficionados, también a investigadores y divulgadores como Faustino Núñez o Quico Pérez Ventana, por mencionar solo a algunos de una vasta lista que ha engrosado la lista de participantes en las últimas ediciones, o profesionales que han regalado su arte en encuentros anteriores como José de la Mena, Juanmi Trozo o Antonio García El Niño de las Cuevas.

La localidad escogida, Morón de la Frontera, es, en palabras del propio Bohórquez, «un pueblo sevillano que huele a flamenco por todas partes. Silverio Franconetti nació en Sevilla en 1831, pero a partir de 1840 ya vivía en Morón con su madre y sus hermanos. Por tanto, se hizo cantaor en este lugar, donde además vivieron El Fillo hijo y María la Andonda». Cada localidad aporta su propio cicerón para recorrer la geografía de dicho enclave, que en el caso de Morón ha sido el investigador Luis Vázquez, autor de El Tenazas de Morón. Durante unas dos horas, de la mano de Vázquez, la treintena de participantes completaron un recorrido que arrancó cerca de la plaza de toros, pasando por la caseta que acogió la primera edición del Gazpacho.

Vázquez, quien dio buena cuenta de su saber erudito en la materia, dio buena cuenta de los artistas nacidos y criados artísticamente en el pueblo que lo vio nacer, con especial atención a la figura de Diego del Gastor, quien «situó a Morón en el mapa internacional del flamenco». Este mecánico aeronáutico de profesión e incansable investigador recordó que en la década de los sesenta, el guitarrista moronense se convirtió en auténtico gurú de toda una generación de aficionados que venían a la finca El Espartero, regentada por Donn Pohren.

La ruta transcurrió, siempre ilustrada por la rigurosa y amena glosa de Vázquez, por los rincones más flamencos de un Morón, como la calle del Espíritu Santo, donde nació Diego Bermúdez Cala El Tenazas o la calle Jerez, donde creció Silverio Franconetti como hombre y cantaor y donde, según cuenta el propio Vázquez, escuchó cantar al Fillo hijo. En la calle Bosque, recordaba Luis Vázquez, vivió la Niña de la Puebla y más adelante, junto a la plaza de abastos, la comitiva se detuvo frente a la casa donde nació Manolo Morilla. Un poco más adelante, en la Plaza de San Miguel, el guía contó la leyenda de aquel famoso gitano apoderado El Marqués, habló de Pinini y como dato curioso expuso la estancia moronera del bisabuelo materno de Picasso, que era músico.

Como cada año, tras la visita, el encuentro culmina en una casa de comidas donde los asistentes dan buena cuenta de un almuerzo. En Morón fue Casa Salguero el lugar escogido, en cuyo salón se brindó por la convivencia y se dio paso al cante y al disfrute. El jovencísimo Fernando Caballo abrió la lata por soleá en un espontáneo recital en el que también tomaron partido Paquillo Esquivel, Juan Manuel Guerra o Paco Coronado.