«Hacemos juegos malabares para ir pagando y tener los servicios básicos»
El socialista Miguel Ángel Barrios acaba de asumir la alcaldía de Villanueva del Río y Minas con una abultada deuda, una elevada tasa de desempleo y una incipiente despoblación como problemas principales que soporta el municipio sevillano
—A pesar de ganar las elecciones no pudo formar gobierno. ¿Qué falló entonces?
—Contactamos con todas las fuerzas políticas, pero algunas no llegaron ni a recibirnos. Fue imposible dialogar para formalizar gobierno.
—Tras la ruptura del tripartito, ¿cómo llegan a entendimiento con Unión Minera?
—Ya tuvimos acuerdos en la legislatura anterior, en nuestra línea de oposición constructiva y responsable, para garantizar el buen funcionamiento y posibilitar la estabilidad. Ahora volvemos a hacer la misma actuación. Asumimos la alcaldía en una situación muy crítica.
—¿Era la mejor solución para la estabilidad municipal?
—Sin duda. Como fuerza más votada y por responsabilidad no podíamos mirar hacia otro lado. Ha habido buen entendimiento desde el primer momento. Ha sido un cambio tranquilo y dilatado en el tiempo, donde hemos podido tomar el pulso al municipio, con una respuesta bastante buena.
—En redes sociales se vierten críticas desde las otras fuerzas, ¿es real esa crispación política?
—Me gustaría que el esfuerzo que hacen en las redes sociales para crear esa imagen de tensión, que no es real, lo desarrollaran para aportar propuestas e ideas que beneficien al municipio. Debemos dejar temas personales, enfrentamientos y venganzas en cuestiones que no tienen sentido ni importan a los vecinos. Tenemos muchas carencias y ahí es donde debemos dar respuestas. Estoy a disposición del diálogo y del entendimiento, quien llega con propuestas e ideas tiene las puertas abiertas.
—Tanto IU como AEVI votaron positivamente su investidura y ofrecieron su colaboración. ¿Cómo van a acercarlos a las tareas de gobierno?
—Nuestra línea de trabajo es la de intentar hacerlos partícipes de la gestión, siempre que quieran trabajar para construir.
—¿Cuáles son los problemas más acuciantes a los que se enfrenta?
—La situación económica, de la que ya era sabedor, con una deuda de seis millones de euros. El desempleo, que tiene a muchas familias sin ingresos, necesitamos urgentemente crear trabajo. Nos faltan servicios básicos: alumbrado público, infraestructuras, redes de abastecimiento y de saneamiento muy antiguas... Con todo ello estamos sufriendo despoblación y es una situación muy complicada. La falta de oportunidades está haciendo que la población se vaya. Ello conlleva además que recibamos menos aportación por parte del estado.
—¿Qué ayuntamiento recibe en la mitad de la legislatura?
—No tenemos deudas con las entidades bancarias, sino con las administraciones: Seguridad Social (2,5 millones), Hacienda (1,5 aprox.) y pagos a proveedores. De la asignación estatal tenemos retenido el 75% por la deuda. De unos 70.000 euros que nos corresponden recibimos 17.000 para mantener servicios y pagar nóminas. Igual que también tenemos retenciones en la asignación autonómica y no percibimos la provincial a través del Opaef. Estamos trabajando para desbloquear esta situación para finalizar el año y regularizar las nóminas, que es mi prioridad.
—¿Cómo se trabaja con esta situación?
—Es una situación complicada por esa asfixia económica. Los técnicos hacen juegos malabares para poder ir pagando y tener los servicios básicos con muchos esfuerzos. De ser una empresa, el ayuntamiento habría quebrado.
—Está manteniendo reuniones a distintos niveles para buscar soluciones. ¿Qué se plantea?
—Recoger la deuda a través de una operación que permita el desbloqueo y percibir el 100% de los ingresos que nos corresponden. Así podremos funcionar con normalidad y poner en marcha acciones efectivas que repercutan en el pueblo.
—¿Dónde va a centrar su gestión en estos dos años?
—Ante todo, subsanar la situación económica. Vamos a apostar por el turismo como yacimiento de empleo y desarrollo. Tenemos los recursos, pero hay que invertir. Es necesario cubrir los servicios que no estamos dando por las dificultades presupuestarias, como limpieza y mantenimiento.
—¿Qué propuestas concretas manejan para materializar su apuesta por el turismo?
—Poder poner, con pocas inversiones, el patrimonio a disposición de los visitantes y desde ahí crear empleo. Se va a trabajar también en el establecimiento de un apeadero de tren aprovechando que la vía pasa cerca de Munigua para darle visibilidad. El consejero de Turismo nos ha mostrado su colaboración al respecto. Sobre todo, vamos a hacer visible y asequible el patrimonio histórico, industrial y natural que tenemos. Culminar el proceso que lleva 13 años abierto para recuperar terrenos municipales como el camping, y para los que ya tenemos contactos con inversores. Poner en marcha la oficina de turismo, el museo minero... La intención es ofrecer un paquete completo que conjugue historia, patrimonio industrial, naturaleza y gastronomía.
—¿Qué plantean para atraer industrias y empresas?
—Desde que la industria del carbón cerró el pueblo cayó en picado. Tenemos un polígono industrial con carencias para el suministro y sin servicios suficientes, por lo que tenemos puesta la atención en completarlos para ofrecer unas instalaciones apropiadas para que las empresas nos elijan. Tenemos que dotar de servicios primero para poder ofrecer después una zona industrial apropiada.
—En un reciente pleno extraordinario solicitado por la oposición han desestimado acciones contra la anterior alcaldesa por una supuesta infracción urbanística. ¿Cómo actúan ante este tema?
—Si hay una situación ilegal, hay procedimientos para dirimirlo, pero el ayuntamiento no va a enjuiciar. Hubiera preferido un pleno solicitado por la oposición para aprobar propuestas para el pueblo. En el trabajo, los proyectos y las ideas beneficiosas para el pueblo me van a encontrar. En odios, venganzas y rencores que no me busquen, porque no voy a estar para eso.