Juan García Muñoz, el palaciego de 43 años que llevaba desaparecido desde el pasado 20 de junio, ha sido visto esta misma mañana por un paisano de su mismo pueblo en la avenida Menéndez Pelayo de la capital hispalense, según ha contado el testigo a la familia y a la propia Guardia Civil judicial de Utrera, que llevaba el caso desde que una hermana del desaparecido, Rocío, interpusiera una denuncia el pasado 24 de junio. Según ha confirmado a este periódico su cuñado, César Álvarez, “el muchacho que lo ha reconocido en Sevilla estudió con mi mujer y es de fiar, y por lo visto lo paró en cuanto lo vio, le dijo que su familia estaba desesperada buscándolo y él no quiso conversación y se marchó”. El testigo ya ha declarado ante la Guardia Civil, que según el propio alcalde palaciego, Juan Manuel Valle, “había ampliado incluso el radio de búsqueda en las últimas horas”, entre las provincias de Sevilla y Cádiz, pues fue en Chiclana de la Frontera donde empezó el drama hace más de dos semanas, ya que en ese pueblo gaditano llevaba trabajando Juan dos días, en tareas de asfaltado de carretera con maquinaria especial.
“Lo más importante es que está bien, que iba solo, al parecer con una mochilita y dos bolsas de plástico, pero voluntariamente”, insiste su cuñado, que ha confirmado “la tranquilidad de la familia”. Ayer mismo, algunos de sus familiares se hicieron pruebas de ADN “por lo que pudiera pasar”, ha explicado el regidor palaciego. “Nos temíamos lo peor”, confirma su cuñado, y añadió: “De modo que si está bien y en perfecto estado de salud, como nos dicen, ya nos encargaremos nosotros de localizarlo y hablar con él, porque motivos aparentes no tiene para haber hecho eso”.
Las únicas pistas que se tenían del desaparecido es que había sido visto con el Wolkswagen Golf de color blanco -propiedad de su hermana Rocío- por la SE-30 el domingo 24 de junio, cuatro días después de su desaparición y la misma jornada en la que fue interpuesta la denuncia; que el día de su desaparición había dejado a un compañero en Las Cabezas de San Juan después de tomar café con él; y que previamente había sacado 500 euros de un cajero en Chiclana. “No quisimos alertar antes porque es una persona mayor que podía irse voluntariamente, pero solo queríamos saberlo”, insistió su hermana. Otro hermano, Ignacio, explicó que “puede hacer lo que quiera, pero que nos dé una explicación porque la familia está desesperada”.
Además del alcalde, el alcaldable por el PSOE para las próximas elecciones, Juan Diego Valverde, también había estado en contacto con la familia y con la Subdelegación del Gobierno. “La familia está destrozada”, confirmó Valverde a este periódico hace solo unos días, cuando seguían sin novedades.
El desaparecido vivía solo en casa de sus padres, recientemente fallecidos, desde hacía unos meses, pero sus hermanos no encontraron en la vivienda ningún vestigio de que se hubiera llevado nada fuera de lo habitual. “Lo más importante es que no ha pasado nada de lo que imaginábamos”, dice su hermana, muy aliviada.