La Reserva Natural de El Castillo de las Guardas fue el escenario del acto de homenaje a los técnicos y trabajadores del Plan Infoca. El acto se ofreció en reconocimiento a la ingente labor realizada el pasado verano en las tareas de extinción del devastador incendio que arrasó más de 1.800 hectáreas en la localidad. El acto se realizó en las propias instalaciones del centro, el entorno natural en el que los efectivos homenajeados lucharon contra el fuego y que consiguieron salvar de las llamas.
La iniciativa del encuentro partió de la dirección de la propia reserva, interesada en reiterar el agradecimiento en las tareas de extinción a quienes «expusieron sus vidas», que además consiguieron evitar que llegaran a sus instalaciones, «donde las consecuencias hubieran sido nefastas. Los animales habrían muerto calcinados porque hubiera sido imposible evacuarlos. Hay que evitar que esa imagen se produzca», explicó Nacho Vento, adjunto de la dirección del centro natural. El trabajo de coordinación de los centros operativos, la acción de los bomberos forestales, agentes medioambientales y demás efectivos consiguieron que, a pesar de la enorme extensión que ardió, la tragedia no fuera aún mayor. «Gracias a ellos podemos estar congregados en este inigualable entorno natural», señaló Vento. La reserva, además, jugó un importante papel en la evacuación de los vecinos de La Alcornocosa. «Momentos dramáticos» en los que se ofrecieron sus instalaciones y muchos vecinos pasaron la noche en su hotel.
Pero el acto iba más allá del homenaje y del agradecimiento. Desde la dirección del centro se fijó la atención también en las «consecuencias desoladoras» que el incendio ha tenido para la agricultura, la ganadería y el turismo en El Castillo de las Guardas. Así, se insistió en la necesidad de «colaboración de las administraciones públicas. Poner todos de nuestra parte, aunar esfuerzos». Por ello, «no pedimos, tendemos la mano para hacer desaparecer los incendios», concluyó Vento.
Gonzalo Domínguez, alcalde de la localidad, sumó al acto la gratitud de los castilleros por el trabajo realizado. Adelantó que, si bien el Ayuntamiento no puede establecer más medidas de prevención por sus limitados recursos, se estudia el establecimiento de algún medio a nivel local para trabajar en coordinación y limitar el impacto medioambiental en caso de producirse nuevos incendios de cara a los próximos meses estivales.
El director general de gestión del medio natural y espacios protegidos, Javier Madrid, recordó el despliegue de todos los medios terrestres y aéreos dedicados a las tareas de extinción, incidiendo en la «colaboración entre administraciones para afrontar estas catástrofes». Mostró, igualmente, el «orgullo» que supone participar en este reconocimiento tras el trabajo realizado por los operativos y efectivos del plan. «Se ponen muchas vidas en riesgo para extinguir un incendio forestal, en un trabajo difícil de valorar», añadió.
La Brica –Brigada de Refuerzo Contra Incendios de la comunidad autónoma de Andalucía– de Madroñalejo, compuesta por 11 bomberos, siete bomberos forestales –dos de ellos técnicos de operaciones– y agentes de medio ambiente adscritos al Plan Infoca participaron en el acto, recibidos por el propietario de la reserva, Antonio Ibáñez, y parte de su equipo. Asistieron igualmente representantes políticos y responsables de la gestión y operatividad del Plan Infoca. Además del alcalde y el director general, participaron del homenaje el subdirector del Centro Operativo Regional del Plan, Manuel Delgado; director y subdirector del Centro Operativo Provincial, Salvador Benítez y Manuel Larios, respectivamente, y María Nicasia Rodríguez, de la Agencia de Medio Ambiente y Agua, entre otros. Juntos procedieron a realizar una visita por las instalaciones, donde pudieron admirar la riqueza medioambiental y paisajística, la gran cantidad de especies animales recogidas y el cuidado y las atenciones que se les prestan.
Durante dos días del mes de agosto, 1.800 hectáreas ardieron en un incendio –presuntamente provocado– que movilizó a más de 200 efectivos humanos, además de una gran cantidad de medios de extinción –aviones de carga en tierra, helicópteros de transporte y extinción, medios anfibios, autobombas y bulldozers –.