Ingenio para evitar la odisea en el Aljarafe

Alternativas. Los conductores y vecinos de la comarca le echan imaginación para sortear los embotellamientos en sus trayectos diarios

14 oct 2016 / 07:00 h - Actualizado: 14 oct 2016 / 08:54 h.
"Tráfico","La Sevilla atascada"
  • La A-49 y sus usuarios sufren interminables colas, sobre todo, en la época estival. / José Luis Montero
    La A-49 y sus usuarios sufren interminables colas, sobre todo, en la época estival. / José Luis Montero

Con un flujo de tráfico que en algunos puntos como la A-49 a la altura de Ikea llega a los 100.000 vehículos de media al día, moverse por la zona del Aljarafe continúa provocando auténticos quebraderos de cabeza a los miles de vecinos –según el portal estadístico de la Diputación de Sevilla, la población total de la comarca ascendía en 2015 a 230.772 personas– que, diariamente, han de desplazarse por y desde esta comarca para trabajar. Los hay incluso que han tenido que darle al coco para tener varios ases en la manga, en forma de trayectos alternativos, si el plan habitual de viaje se les fastidia por motivos propios y ajenos.

Le pasa a Carmen, que reside en La Puebla del Río pero tiene su empleo en Camas. Un trayecto de apenas 20 kilómetros que, en condiciones normales y «de manera directa», esto es, por la autovía de Coria del Río (A-8058), cruzando Gelves y desviándose por San Juan Bajo hasta La Pañoleta, se hace en unos 20 minutos.

«Pero como los vecinos de La Puebla, Coria y Gelves compartimos carretera, el atasco es inevitable», señala esta joven, que para incorporarse a las 8 de la mañana puntualmente debe salir a las 7.15 horas de su casa: «Si me retraso algún minuto, y si encima es lunes que no sé por qué pero hay más coches, no me libro de un atasco en el que puedo llevarme perfectamente entre 45 y 50 minutos».

Eso sí, cada maestrillo tiene su librillo y, para evitar la odisea de las cuatro ruedas, Carmen conoce al menos dos rutas que, aunque le obligan a dar más rodeos y a cruzar «un chorro de pueblos –Palomares, Mairena y Tomares más los otros tres por los que ya ha pasado–», le ayudan a llegar a tiempo, a ahorrar combustible y a evitar el estrés que provocan los embotellamientos, en este caso, sin tener que llegar siquiera a Sevilla capital.

Y cuando Carmen se libra del atasco en La Pañoleta, Mariló empieza su particular lucha diaria con el tráfico. Vecina precisamente de Camas, tiene que ir todos los días hasta su oficina ubicada en el barrio hispalense de Los Remedios. Y este trayecto, que apenas son 7 kilómetros, ya son palabras mayores, sobre todo a principios de semana. Porque ella también coincide en que «los lunes son los peores días con diferencia. El tráfico se nota ya desde la rotonda de La Pañoleta, cuando en este punto si hay muchos coches suele ser consecuencia de lo que pase en el V Centenario».

Su itinerario habitual, que comienza a las 8.30 horas añadiendo 15 minutos de previsión para asegurarse llegar a las 9 en punto, cambia en función «de cómo vea de parada la circulación», apunta, aunque advierte que ninguna de las dos maneras que tiene de llegar a Los Remedios, una por la SE-30 y otra por Chapina, se libra del todo de los atascos. La primera de ellas sufre el embotellamiento, «normalmente, en la curva que está a la altura del Corte Inglés –de San Juan–, mientras que la segunda el tráfico denso comienza ya cerca de su localidad de residencia.

Pero cuando todo está «muy colapsado», Mariló también tiene estudiado un itinerario alternativo: conduce hasta el polígono El Manchón (Tomares) «y me incorporo a la SE-30 por la salida de San Juan hasta llegar a Los Remedios». A esto habría que sumarle tiempo para aparcar, lo que le obligaría a añadir unos cuantos minutos más a su trayecto. Afortunadamente, ella cuenta con una plaza en un aparcamiento privado y puede ahorrarse el disgusto del momento de estacionar.

Estos son solo algunos ejemplos del calvario que sufren quienes son conductores y vecinos del Aljarafe, pero el problema no es exclusivamente suyo. Porque no son pocos los que tienen que atravesar la comarca para ir y venir de Huelva por la temida A-49. ¿O es que usted no se ha comido nunca kilómetros y kilómetros de retenciones en esta carretera, sobre todo en época estival? La huida a las playas onubenses, en según qué horas, se convierte, realmente, en un suplicio.

Incluso el camino para acudir a los suculentos restaurantes o a las grandes superficies variadas que se ubican en algunos de los municipios aljarafeños puede llegar a ser un auténtico calvario.

AUMENTO EN LA SE-30

La SE-30 juega ya en otra liga. De hecho, la Dirección General de Tráfico (DGT), usa varios de sus puntos kilométricos para medir el flujo de tráfico en Sevilla y su provincia. Uno de ellos es el kilómetro 16,10 que comprende, precisamente, el tramo aljarafeño de la circunvalación sevillana. Pues bien, en su previsión para la vuelta de las vacaciones de verano, la DGT vaticinó que a partir del pasado mes de septiembre el flujo de vehículos iba a aumentar hasta un 18 por ciento de manera general. En el punto en el que la SE-30 pertenece al Aljarafe, estaba previsto un aumento del tráfico del 14,3 por ciento, que es el que se calculó el año pasado, cuando se pasó de 89.157 vehículos al día en agosto a los 101.976 de septiembre.

Esta vía ha notado menos la diferencia del flujo del tráfico entre agosto y septiembre dado que es la salida natural de los sevillanos para ir a las playas de Huelva y a los principales municipios del Aljarafe desde donde proceden un gran número de trabajadores. No obstante, la concentración de atascos en este tramo es ya de por sí elevado puesto que el cruce del puente del V Centenario y el desvío en dirección al Aljarafe causan un embotellamiento y a su vez un gran número de accidentes.