No es que no sea extraordinario pasear por las ruinas de la primera ciudad romana fundada fuera de territorio italiano y cuna de dos emperadores como Trajano y Adriano, pero para codearse con los mejores Itálica necesita encontrar su Valor Universal Excepcional (VUE), un requisito imprescindible para que sea inscrita como Patrimonio Mundial de la Unesco. Y ese será el objetivo último de las jornadas de expertos, promovida por la asociación civil Unión Cívica del Sur de España (Civisur), que se celebrarán el próximo mes de mayo, y en las que se darán cita profesionales de renombre en materias como la arqueología, la geografía o la arquitectura.

Serán precisamente las conclusiones de las jornadas las que permitan encontrar ese elemento diferenciador con el que impulsar una candidatura a patrimonio mundial que viene de lejos, según explica la secretaria de Civisur, Concha Cobreros. Ella misma formó parte, en 2014, del primer intento de poner en marcha esta iniciativa a través de la Fundación Itálica de Estudios Clásicos. Pero aquella propuesta murió con la propia fundación por, entre otras cosas, «falta de fondos», lamenta Cobreros, de ahí que ahora, de la mano de Civisur y con el apoyo de instituciones como la Diputación, la Junta de Andalucía o la Universidad de Sevilla, se haya retomado, eso sí, sin ninguna prisa.

«Somos conscientes de que es un proceso largo, de muchos años», reconoce Cobreros, «por eso vamos a ir afianzando los pasos que vayamos dando», como conseguir una coalición de investigadores multidisciplinares con nombres tan reconocidos como Fernando Amores, Pilar León, Víctor Fernández Salinas o Rocío Silva, quienes ya se han sumado a defender el proyecto, algunos de ellos incluso dentro del consejo asesor constituido para la ocasión. Desde sus campos se pondrán en marcha nuevas líneas de investigación y se aportará el conocimiento generado por otras que ya están en marcha, como las de los investigadores León y Amores, de excelencia en el Traianeum y para las prácticas de los alumnos del máster en Arqueología, respectivamente.

El respaldo académico ya es, por tanto, notable, y se prevé que se incremente en breve gracias a la incorporación de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) y de la Universidad Pablo de Olavide (UPO). Y es que la «base científica se antoja fundamental» para la redacción de un proyecto que, una vez incluya el VUE, deberá ser defendido en primer lugar por el Gobierno autonómico, luego por el Gobierno Central y, finalmente, ante la Unesco, donde el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos por sus siglas en inglés) tendrá la última palabra.

En cualquier caso, Cobreros afirma que de momento existen dos líneas principales sobre las que versará posiblemente el valor excepcional de Itálica. Por un lado, su valor arqueológico y patrimonial y, por otro, su valor paisajístico. En este sentido, se plantean propuestas complementarias que podrían incluir otros monumentos como el Monasterio de San Isidoro del Campo, también ubicado en Santiponce y muy cercano a las ruinas de Itálica, «y tampoco se descarta incluir toda la cornisa del Aljarafe hasta el Cerro del Carambolo», señala la secretaria de Civisur. Todo sea por entrar en los requerimientos actuales del Comité del Patrimonio Mundial.

La percha de actualidad para darle un impulso a la candidatura en este 2017 es, además, innegable, pues se cumplen 1900 años de la muerte de Trajano y el ascenso al poder de Adriano, lo que está dando lugar a numerosas actividades de conmemoración de una efeméride que pondrá a Itálica «en el punto de mira de todo el mundo de la Cultura».

A pesar de las evidentes posibilidades, el camino hasta formar parte del patrimonio mundial no será fácil «y quizás sea un sueño, pero todas las cosas importantes ocurrieron porque alguien las soñó antes», sentencian desde Civisur.