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Actualizado: 06 jun 2018 / 21:55 h.
  • Javier Jiménez. / El Correo
    Javier Jiménez. / El Correo

«A diferencia de él, yo siempre pondré las siglas del PP por encima de las personas. Y nuestro tiempo en Espartinas, el de Domingo Salado y el mío, ha pasado». Javier Jiménez presentó su renuncia como concejal hace dos años y medio, como gesto a ese pasar página después del batacazo electoral que, en 2015, puso fin a más de 30 años de gobierno popular. Primero, bajo el mando de María Regla Jiménez y, después, de la mano de su hijo, Domingo Salado. Con este último trabajó mano a mano durante 12 años, hasta que el paso a la oposición deterioró su relación hasta ser enemigos públicos.

El último capítulo de esos desencuentros lo dio Salado. Hace tres semanas, se dio de baja del PP y esta misma semana, en una entrevista en este periódico, argumentó su marcha y la formación de un nuevo partido que liderará de cara a las elecciones de 2019, despachándose a gusto con su antaño socio, Javier Jiménez, y con la dirección provincial, a la que acusó de elegir «a dedo» a la candidata del PP, María Helena Romero. Y acusó a Jiménez de estar enfrentado a él porque aceptó la Alcaldía cuando murió María Regla.

«Fueron unas declaraciones fuera de lugar, porque le juré que su hijo sería alcalde de Espartinas», reivindica Jiménez, que niega las irregularidades denunciadas por Salado en la elección de la candidata. Así, defiende que la presidenta del PP de Sevilla, Virginia Pérez, se ha «desvivido» por consensuar una solución a la crisis interna en Espartinas y, de hecho, convocó el comité local porque «Salado no lo había hecho en cuatro años al encontrarse en minoría». En su relato, sostiene que el PP de Sevilla comunicó la reunión en la que se nombró a la cabeza de lista «a los 21 miembros del comité local». «Eso no ha sido un dedazo, para nada. Ante sí lo era, cuando siete concejales elegían que Domingo fuera alcalde sentados en una mesa camilla», afirma.

Con todo, lamenta que Salado se haya marchado de manera tan abrupta y «sin reconocer errores». Defiende que Mariano Rajoy le ha dado un ejemplo de «cómo irse y abrir una etapa de renovación» en el partido

Renovación al completo

Además de la réplica, Jiménez defendió, ya como militante raso, el nuevo proyecto liderado por Romero, de la que destacó como «alguien que siente los colores y el pueblo». «Nació hace 40 años en Espartinas y es del PP hasta la médula. Mientras otros llegaron como independientes, ella está desde Nuevas Generaciones», afirma Jiménez, que no para de echar capotes a la valedora de la dirección provincial, tanto por su militancia como por su formación –licenciada en Psicología– y dedicación.

Jiménez responde que no hay más interés por su parte que el amor al partido, que «es como una religión». Prueba de ello es su compromiso de que no irá a las listas del PP a las elecciones municipales. «Abandoné mi profesión por la política y, tras dos años pasándolo mal, me he vuelto a reencontrar con mi trabajo», concluye.