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Momento de la reunión entre Sánchez Haro y los representantes de Asemesa. / El Correo
Tan solo un 60 por ciento de la aceituna negra tendría salida en el mercado del aceite si la Comisión de Comercio Internacional (ITC) de Estados Unidos confirmara la subida de los aranceles impuestos por el Gobierno de Trump a la aceituna negra española. Así lo aseguró el secretario general de la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (Asemesa), Antonio de Mora, tras la reunión mantenida ayer con el consejero de Agricultura, Rodrigo Sánchez Haro, para analizar los pasos a seguir de cara a la resolución que determinará el futuro del sector en el mercado norteamericano. El 40 por ciento restante de la producción no está elaborada con variedades de doble aptitud por lo que se perdería.
El molino sería una de las salidas, pero no la solución definitiva al problema. De ahí que su principal preocupación sea revertir la situación. Por ello, el presidente de Asemesa, Carlos Camacho, insiste en que Bruselas tiene que actuar «con la misma contundencia» que con otros productos –en referencia a la crisis del acero– y, en caso de que los aranceles fuesen firmes, llevarlo ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), órgano que avala las ayudas puestas en duda por las empresas denunciantes. En este sentido, Sánchez Haro recalca que «no hay que olvidar que lo que está en cuestión es el sistema de ayudas de la Unión Europea», lo que implica un riesgo para otras producciones que también estén subvencionadas por Bruselas.
Por ello, Asemesa y el Gobierno andaluz reclaman a Bruselas que ejerza «el máximo esfuerzo diplomático» de cara a convencer a la Comisión de Comercio Internacional de que la aceituna negra española trabaja con total transparencia en el mercado estadounidense. En caso de que la resolución fuera desfavorable para el sector nacional entonces reclamarán una acción contundente frente a la OMC.
La última opción que barajan desde Andalucía es la de la reciprocidad. Aunque el presidente de Asemesa cree que aplicar aranceles a los productos que entran de Estados Unidos «sería un arma importante», Camacho se proclama defensor del libre comercio. Por su parte, el consejero de Agricultura tampoco considera que sea idóneo adoptar medidas proteccionistas ya que «puede tener beneficios a corto plazo, pero a medio y largo plazo llevaría a la ruina a la industria».