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Procesión del Santo Entierro de Lora del Río en 2018. / El Correo -
Procesión del Santo Entierro de Lora del Río en 2018. / El Correo -
Procesión del Santo Entierro de Lora del Río en 2018. / El Correo -
Procesión del Santo Entierro de Lora del Río en 2018. / El Correo
La Virgen de las Angustias de la hermandad del Santo Entierro de Lora del Río procesiona al pie de la cruz, sobre un paso de plata, siguiendo el cuerpo yacente de Cristo en su urna. Pero, más que la plata del paso de la Virgen, brilla el proyecto de vacunación y medicación complementaria para familias sin recursos que la hermandad mantiene. Es ‘La plata que no se ve’.
En septiembre de 2016, con la llegada de una nueva Junta de Gobierno, se empezó a trabajar la creación de una obra social complementaria a la labor asistencial que la hermandad ya llevaba a cabo. Analizando los colectivos con necesidades en Lora del Río y cotejándolo “con los datos del baremo sanitario, que señalan que un 7% de la población no puede abonar el importe de los medicamentos que no financia la Seguridad Social, ni por supuesto las vacunas que no son obligatorias”, la Junta de Gobierno decidió dedicar su atención a la comunidad pediátrica de entre 0 y 14 años de familias sin recursos y que no reciben ninguna atención, explica el hermano mayor del Santo Entierro, Francisco José García Oliver.
El Centro de Salud de Lora del Río encauza el proyecto y prescribe los medicamentos y vacunas
En un principio, la intención era sufragar las vacunas necesarias que no están incluidas en el calendario de vacunaciones obligatorio del sistema sanitario. Para ello, la hermandad se puso en contacto con el Centro de Salud de Lora del Río, para encauzar el proyecto a través de sus facultativos. Con ello, la idea original se amplió para proporcionar una cobertura más amplia. “Vimos que también era necesario incluir productos de alimentación, como las leches de continuación. Del mismo modo, consideramos oportuno ampliarlo a otro tipo de tratamientos específicos, como por ejemplo los productos de higiene para pieles atópicas”. En definitiva, ‘La plata que no se ve’ sufraga desde 2018 “todos aquellos tratamientos que la Seguridad Social no financia y que las familias con menos recursos no pueden permitirse”.
Procesión del Santo Entierro de Lora del Río en 2018. / El Correo
El Centro de Salud de Lora del Río, como autoridad sanitaria competente, es el que prescribe los tratamientos que necesitan los niños. Los médicos rellenan un documento, a modo de receta propia de la hermandad, con el que las familias pueden retirar los medicamentos o los productos de las farmacias con las que la corporación tiene acuerdo, de forma totalmente gratuita.
Con respecto a las vacunaciones, los médicos del centro loreño pasan a la hermandad la información de las necesidades de los menores. La comisión de caridad es la que estudia y contrasta el caso, y una vez aprobado expide la “receta” para conseguir la vacuna, que será suministrada en el Centro de Salud. “Es el caso de la vacuna de la meningitis entre otras, cuyo importe alcanza los 400 euros por niño”, explica García Oliver.
Eventos extraordinarios y la Fundación La Caixa financian el proyecto
‘La plata que no se ve’ se financia con “eventos adicionales que se realizan de forma extraordinaria, como la actuación recientemente de Manu Sánchez en el Teatro Cine Goya”, y todas las acciones que se puedan llevar a cabo para tal fin. En estos actos extraordinarios se engloban diversas iniciativas, como la conocida actividad ‘Aquí hay migas’ el gigantesco guiso de 1.600 kilos de migas cuyos beneficios se destinan a obras sociales, y que lleva reuniendo a cientos de personas en la localidad desde hace 21 años. Además, la Fundación La Caixa financia también este proyecto con una subvención inicial, “que puede ser ampliable para darle continuidad”.
La hermandad dedica por Reglas un 10% de su presupuesto a caridad
De forma paralela la hermandad lleva a cabo una destacada acción social, marcada por la asignación del 10% del presupuesto general de la corporación a caridad, según se dispone las Reglas del Santo Entierro desde su fundación. Esta acción se traduce en la atención “del día a día”: pago de recibos de luz y agua ante avisos de corte de suministro, ayudas para libros y material escolar al inicio de curso, la campaña de Navidad - en la que se reparten lotes de alimentos a familias necesitadas - y cualquier ayuda por emergencia social de la que la hermandad tenga conocimiento.
Fundada en 1958, la hermandad del Santo Entierro hace su estación de penitencia el Sábado Santo desde la parroquia de la Asunción de Lora del Río. Unos 200 nazarenos acompañan al Cristo Yacente en su urna y a la Virgen de las Angustias. La salida tiene lugar a las 18.00 horas, destacando el encuentro de ambas imágenes en la plaza de Santa Ana. La cofradía estrena este año un nuevo estandarte corporativo, cuyo escudo ya incluye la corona real – al serle concedido este título en febrero de 2017 – y que ha sido realizado por Raúl García y Eloy Carmona, hermanos de la corporación, que han donado su trabajo.
Más allá de todo ello, una hermandad es más rica cuanto más lo es su acción social. Y en la del Santo Entierro de Lora del Río quieren que su riqueza se cifre en la salud de los niños y niñas a los que ayuden con su labor. Esa es “la plata que no se ve, el paso que no estará expuesto en ninguna iglesia, pero que se hará presente en muchos hogares a lo largo del año”. Para que sea el esfuerzo para cubrir las necesidades y las carencias de la sociedad lo que brille más que los pasos en su estación de penitencia.