El delegado municipal de Cultura del Ayuntamiento de Osuna, Manuel Rodríguez, ha inaugurado la exposición “Los niños de la guerra cuentan su vida, cuentan su historia”, en un emotivo acto que ha tenido lugar en la Casa de la Cultura de la localidad y donde ha estado acompañado por el coordinador local de Izquierda Unida y promotor de esta iniciativa, Carlos Querol.

En dicha inauguración se ha contado con la presencia y el testimonio vivo de tres mujeres que han sufrido el exilio, como es el caso de Amparo Sánchez, su madre huyó con ella a Francia cuando contaba tan sólo con 10 meses, la represión política y el encarcelamiento, como Dolores Cabra, secretaria general de AGE (Archivo Guerra y Exilio) o conocen el sufrimiento y la tortura a la que fueron sometidos sus familiares durante la Guerra Civil y dictadura franquista al no partir al exilio, como es el testimonio de Marisol González.

En su intervención, el delegado municipal de Cultura ha mostrado su satisfacción por que esta exposición pueda verse en Osuna “porque es necesario trabajar para recuperar nuestra memoria histórica para cerrar una herida que sigue abierta y porque es necesario y de justicia reconocer a aquellos niños que tuvieron que abandonar este país por razones humanitarias, para salvar sus vidas con el fin de no padecer las calamidades de la Guerra Civil y sus consecuencias.”

Manuel Rodríguez ha destacado que “la sociedad tiene una deuda pendiente con ellos que esperemos que con la aprobación de la Ley de la Memoria Histórica ahora en trámite, puedan ser restituidos los derechos de estos niños de la guerra y se haga con la justicia necesaria como para poder cerrar esta herida.

El delegado de Cultura ha señalado que “es una exposición que no puede devolverles todo lo que perdieron pero que al menos debe servir para no olvidar nuestro pasado, conocer nuestra historia y ofrecer un respeto a su memoria.

Por su parte el coordinador de Izquierda Unida ha coincidido en la necesidad de “aprobar una Ley de la Memoria Histórica dotada de los recursos suficientes como para reparar todo el daño ocasionado a las víctimas de la Guerra Civil y de la Dictadura” y ha indicado que se trata de una muestra “de una gran importancia porque pone de manifiesto que, aunque se han dado pasos, nuestro país no ha sido capaz de arrojar luz sobre el destino de quienes desaparecieron, por lo que esta exposición es un homenaje a todas aquellas personas que tuvieron que huir o que dieron su vida por la democracia y por la libertad.”

Como ha explicado Dolores Cabra, promotora de este proyecto, “la muestra está compuesta por un material inédito y está estructurada en más de setenta paneles con dos soportes: las fotos conservadas en El Centro Español de Moscú y los testimonios escritos por aquellos niños de la guerra que tuvieron que exiliarse a la antigua Unión Soviética durante la Guerra Civil española. Recorre la vida de aquellos niños, hoy octogenarios y nonagenarios, desde su salida de España hasta el momento actual, su vida en las casas de acogida, su educación, su participación en la tragedia de la ocupación nazi de la URSS, su participación en la resistencia y el trabajo, sus vidas profesionales, sus retornos y la actividad del Centro Español de Moscú.

Los testimonios narrados por estas tres mujeres han sido emotivos y desgarradores debido al sufrimiento padecido por ellas o por sus familias en tan diversas situaciones de desarraigo, de miedos, de represalias y de torturas que les han tocado vivir a los suyos. Por eso, el objetivo común de ellas es que su voz se oiga, que esta realidad, a todas luces terrible, se conozca y que la historia no se olvide para que “nuestros hijos y nuestros nietos no puedan volver a vivir esta barbarie”.

La exposición, que ha recorrido ya numerosos espacios nacionales e internacionales, puede ser visitada en la Casa de la Cultura hasta el 29 de abril.