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Varias personas observan el incendio que ocurrió en octubre en la cooperativa Las Marismas de Lebrija. / El Correo
El pasado 15 de octubre la cooperativa Las Marismas de Lebrija sufrió un gran incendio en el que se quemó una de sus naves y unos 15 millones de kilos de algodón, una cantidad que equivale a aproximadamente un tercio de su producción anual. A pesar de que todo estaba asegurado, las compañías, más de tres meses después del siniestro, siguen reclamando documentación a los responsables de la cooperativa y ni tan siquiera ha indicado qué indemnización se abonará por este suceso.
El presidente de la cooperativa Las Marismas, Juan Sánchez, admite que están a punto de cobrar el seguro de la nave. Señala que se está valorando qué es lo que se puede aprovechar de la instalación, pero manifiesta que espera que pronto puedan cobrar la indemnización. Sin embargo, no es tan optimista con el dinero que recibirán por el incendio de las balas de algodón. Se queja de que no paran de entregar documentación, «pero seguimos sin conocer cuánto dinero nos abonarán, ni cuándo».
Otro problema que se le había presentado a esta cooperativa es que tras el siniestro no encontraban una compañía que les quisiese asegurar, una situación que podía poner en peligro el empleo de las más de 200 personas que trabajan durante todo el año para la cooperativa, un número que se eleva a los 800 o 900 en la campaña.
Este problema, según Sánchez, está solucionado en parte, «porque hemos encontrado una compañía que nos ha asegurado la cooperativa por 5 millones de euros, una cifra que es insuficiente, por lo que estamos buscando otras empresas que nos aseguren por tramos».
Según el presidente de la cooperativa, necesitan pólizas que les cubra hasta los 20 o 22 millones de euros, pero explica que lo más difícil ya lo han conseguido. «Ahora tenemos que encontrar otra compañía que nos asegure hasta los 8 millones de euros y otras que nos cubran a partir de esta cifra», señala.
De momento, llama a la tranquilidad e indica que por el tema de los seguros no peligran los puestos de trabajo, «el problema ahora está en la sequía», advierte.
El incendio de la nave y de los aproximadamente 15 millones de kilos de algodón, en el que no hubo heridos, ocurrió el domingo 15 de octubre de 2017, un día que hubo mucho viento lo que hizo que el fuego se propagase con mayor rapidez. Desde un principio se apuntó a que las causas del incendio fueron fortuitas y se descartó casi por completo que se tratase de un fuego intencionado.
A pesar de la gran magnitud del siniestro, que fue calificado como de una «tragedia» por el secretario general de UGT-FICA de Sevilla, José Bejarano, pudo ser controlado con celeridad puesto que los protocolos en materia de seguridad funcionaron a la perfección. En la extinción trabajaron bomberos de Lebrija, Utrera, Los Palacios y Sanlúcar La Mayor. A los que se sumaron agentes de la Policía Local y Guardia Civil y Protección Civil. En total actuaron 57 efectivos, que tuvieron que soportar elevadísimas temperaturas.