La corona de la Virgen de la Granada de Guillena se restituirá en la misa del gallo

Un año después del robo acontecido en la iglesia en Nochebuena, la hermandad restituye las coronas robadas a la Virgen y el Niño Jesús

23 dic 2016 / 10:43 h - Actualizado: 23 dic 2016 / 11:24 h.
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  • Cartel del acto de restitución. / El Correo
    Cartel del acto de restitución. / El Correo

Muy especial será esta próxima Nochebuena en Guillena. Durante la Misa del Gallo, en la parroquia de Nuestra Señora de la Granada, va a tener lugar el acto de restitución de coronas de la Virgen de la Granada, patrona de la Villa de Guillena, y del Niño Jesús. Un año después del robo acontecido en la iglesia, la hermandad restituye las coronas robadas, gracias a la colaboración de los vecinos de Guillena.

«Guillena entera se ha volcado para que la Virgen y el Niño vuelvan a lucir sus coronas», señala la hermandad en un comunicado repartido por el pueblo, donde se informa que se celebrará un besamanos tras la Misa de Gallo y el día de Navidad, de 13.00 a 21.00 horas.

Las nuevas coronas, muy parecidas a la que fueron robadas, son obra de la Orfebrería San Juan, ubicada en San Juan de Aznalfarache. Las coronas robadas, datadas en el siglo XVIII, no han aparecido, motivo por el que la Hermandad tomó la decisión de hacer unas réplicas de las que robaron.

Madrugada de hace un año

Alrededor de las 5 de la madrugada del 23 al 24 de diciembre, unos desconocidos perpetraron un robo en la iglesia de Nuestra Señora de la Granada, llevándose la corona de la Virgen de la Granada y también la del Niño Jesús. Para entrar en el templo los individuos empotraron un vehículo contra la puerta principal de la iglesia, que quedó destrozada. Ya en el interior procedieron al robo.

La imagen de la Virgen de la Granada tan solo sufrió daños en un dedo, aunque el daño podía haber sido mayor, ya que la imagen fue arrojada de su camarín al suelo.

En cuanto hubo conocimiento del robo, la parroquia, la hermandad y Ayuntamiento trabajaron conjuntamente para reparar los daños. Operarios municipales retiraron la puerta, que quedó destrozada. La entrada a la iglesia fue tapiada, hasta que en marzo se pudo derribar el muro para la colocación de la nueva puerta.

Para la parroquia lo más urgente desde un primer momento fue el restablecimiento del acceso principal al templo. En este sentido, el consejo pastoral decidió encargar una nueva puerta, debido al mal estado en que quedó la original.

Lo primero, la nueva puerta ‘Misericordia’

El 6 de marzo de 2016 fue un día histórico para la parroquia de Nuestra Señora de la Granada de Guillena con la bendición y apertura de la nueva puerta de la iglesia, realizada por la empresa Carpintería Religiosa y Tallas, ubicada en el Polígono El Cerro de Guillena.

La nueva puerta está realizada con madera de iroko, es maciza, color caoba y ha sido especialmente tratada para soportar las inclemencias meteorológicas. Es novedosa porque no lleva bastidores y está colocada con un sistema de anclajes por dentro del templo. En cuantos a las dimensiones, tiene 5 metros de altura por 2’60 metros de ancho. El peso estimado es de 800 kilogramos. En la realización se han cuidado los aspectos estéticos tanto por dentro como fuera de la parroquia. Su nombre es puerta de la ‘Misericordia’.

La nueva puerta se sufragó con la ayuda de muchas personas, vecinos y vecinas de Guillena, que desde el primer día colaboraron. Buena parte del dinero se recaudó en las Migas de San Sebastián celebradas en enero de este mismo año. Una actividad realizada en la caseta municipal y en la que el pueblo se volcó.

Solidaridad

Menos de un mes después del robo, el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, visitó Guillena el 17 de enero para oficiar y presidir una eucaristía en reparación por los hechos ocurridos en la parroquia. Muestra de afecto y solidaridad que recibió la parroquia de Guillena desde el primer día que ocurrieron tan lamentables y desagradables hechos. Otras comunidades parroquiales, hermandades, y diócesis de toda Andalucía, se pusieron en contacto para hacer llegar su afecto y consternación por lo sucedido.