La eterna obra que supone más que un problema para los vecinos de Mairena del Aljarafe

Son casi las siete de la tarde. La actividad en el tráfico en el Aljarafe sevillano comienza a ser frenética, con miles de personas comenzando a moverse en distintas direcciones hacia sus casas en los municipios pegados a Sevilla en su corona oeste.

A esa hora, el sol comienza a ser un problema para conducir. El ocaso no es precisamente amigo del volante, y las innumerables rotondas que hay que tomar en algunos pueblos, posiblemente colocadas en exceso en el boom de este tipo de elementos de control de tráfico, tampoco ayudan.

Pero en Mairena del Aljarafe, un punto concreto se une a que todo sea algo más caótico en determinadas horas del día, como es la reforma, que se alarga demasiado en el tiempo, que se está haciendo en todo el tramo paralelo a la Avenida de las Civilizaciones, un lugar donde a la sucesión de tramos en obras se unen circunstancias difícilmente explicables, como pasos de peatones que hay que usar tras bajar de un terraplén, o, al revés, tener que cruzar la calle desde zonas como la Avenida Marie Curie sorteando vallas, terraplenes y diversos problemas, que hacen, en ocasiones, que se convierta en toda una aventura.

Desde el Ayuntamiento de la localidad se explica que, en estos momentos, se está actuando en la zona, y que se quiere acabar con el problema cuanto antes. De hecho, el pasado 8 de enero se presentaban oficialmente las actuaciones que se realizan en todo el entorno. Es cierto que las obras siempre provocan problemas, pero en el caso de este punto concreto de Mairena se han convertido en un verdadero desasosiego para los vecinos.

Pero, además, con un punto concreto, ya que en muchos tramos de las actuaciones no se han previsto los pasos necesarios para que puedan moverse sin restricciones las personas con movilidad reducida. Así, cruzar la calle en perpendicular es un problema para cualquier persona, sobre todo en el tramo desde la Avenida de Los Olmos hasta casi el Instituto de Enseñanza Secundaria Hipatia, el tramo que se puede considerar más complicado, pero para alguien en silla de ruedas es, sencillamente, imposible.

Si a esto se une que el respeto por la velocidad máxima con la que hay que conducir por la calle es testimonial para algunos conductores, y que el ocaso supone un problema de visibilidad añadido durante casi media hora, la obra que casi abarca desde la calle San José Obrero con la paralela con Ajonjolí se está convirtiendo en un quebranto importante.

Pero el problema del tráfico en Mairena del Aljarafe se prolonga más allá de esta avenida y su entorno. Llegar hasta localidades vecinas como Almensilla se ha convertido en una aventura para conductores temerarios, que quieran recorrer una carretera sin arcén, sin señalizar en muchos tramos y con unas vaguadas de más de un metro de profundidad en algunas zonas, que hacen que el accidente esté servido a la más mínima ocasión.

Ninguna de las carreteras secundarias que comunican Mairena del Aljarafe con los pueblos de su entorno, salvo casos muy contados, se encuentran en condiciones de plantear un trayecto tranquilo, sobre todo si no se conocen. La velocidad máxima de 90 por hora es una anécdota para algunos conductores, para bien o para mal, ya que hay tramos en los que casi ha que detener el vehículo para tomar una curva. La de La Puebla del Marqués a Almensilla es, sencillamente, para ser cerrada por su alta peligrosidad.

El Ayuntamiento de Mairena ha explicado a esta redacción que las obras están destinadas a dotar al pueblo de una infraestructura moderna y acorde con los tiempos actuales, y que algunas de las actuaciones molestas que ahora mismo hay en la calle “son por seguridad, hasta que se ejecute el proyecto del Paseo del Bulevar”.

Sobre las molestias para cruzar la calle, o el hecho llamativo de que algunos pasos de peatones terminen en una valle que, además, hay que saltar para encima subir (o bajar) por un terraplén, las fuentes municipales citan que “junto a esos pasos de cebra habrá una rampa accesible”, de modo que esos pasos de peatones acabarán justo en esa rampa, que debería terminar con los problemas globales de cualquier persona para cruzar, y de los concretos de las que sufren problemas de movilidad condicionada por una silla de ruedas.

Otra cuestión es qué pasa con el estado de las carreteras que unen Mairena con municipios del entorno. Ahí, el Ayuntamiento no tiene capacidad de acción directa, porque son todas de gestión tanto de la Junta de Andalucía como de la Diputación Provincial de Sevilla.

Pero, de forma paralela, afirma que se trabaja en la conexión peatonal y en bici entre poblaciones del entorno de Mairena, que se considera una necesidad, y “trabajamos ya con la conexión con Palomares del Río, una carretera de la Diputación, y se trabajará para retomar conversaciones con la de Almensilla, que es una vía de la Junta de Andalucía”.

A falta de una gestión directa con estas carreteras, “se están analizando todas para que, en coordinación con otras administraciones, tengan paseos peatonales”. El carril bici irá desde la rotonda de acceso a la carretera de Almensilla hasta el Parque Central.

En palabras de Antonio Conde, alcalde del municipio, “los paseos de Los Alcores y del Nuevo Bulevar cambiarán Mairena para siempre porque los vecinos y vecinas podrán recorrerla por primera vez a pie o en bici de norte a sur y de este a oeste, haciendo que sea una ciudad para caminar. Además -ha continuado el regidor-, la mejora de la integración que supondrán traerá desarrollo económico, riqueza y empleo, y garantizará una mejora de la sostenibilidad de nuestra ciudad”.

La cuestión es que las obras se ejecuten cuanto antes, se adapte lo que se haga a las personas de movilidad reducida y terminen las molestias para los vecinos. De momento, no hay fecha para ello.