La generosidad salva un año más los muebles del centro de sordociegos

Su presidenta, Dolores Romero, se siente «humildemente orgullosa» de haber logrado el apoyo económico necesario para mantener las instalaciones

13 feb 2016 / 20:07 h - Actualizado: 13 feb 2016 / 22:27 h.
"Junta de Andalucía","Solidaridad","Discapacidad","Susana Díaz"
  • Dolores Romero, junto a Susana Díaz, durante la visita de la presidenta al centro el pasado noviembre. / El Correo
    Dolores Romero, junto a Susana Díaz, durante la visita de la presidenta al centro el pasado noviembre. / El Correo

Tan solo unos días antes de terminar el pasado 2015, la presidenta del centro de personas con sordoceguera Santa Ángela de la Cruz –ubicado en Salteras–, Dolores Romero, poco podía imaginar que las dificultades económicas a las que se enfrentan año tras año iban a ser solventadas gracias a una «generosidad infinita» venida de diferentes puntos de España pero, sobre todo, de Sevilla y provincia, y que le permitirá salvar los muebles de las instalaciones que gestiona. Y es que este centro necesita 350.000 euros anuales para poder mantenerse. De ellos, «100.000 podemos decir que los tenemos asegurados», apunta Romero, si bien los 250.000 restantes tienen que proceder de donativos extraordinarios los cuales, casi sobre la bocina, acabaron llegando, permitiendo al equipo de profesionales y a los usuarios del centro respirar tranquilos un año más.

Entre los principales mentores que han obrado este «milagro» se encuentra el Arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, «muy sensibilizado con nuestra causa», quien mediante una carta en la revista de la Archidiócesis dio la voz de alarma sobre la situación a la que se enfrentaban en el centro de sordociegos. Gracias a este reclamo, han sido numerosas las muestras de solidaridad recibidas, «y aunque todas son igual de importantes», son las hermandades e incluso los ayuntamientos de pueblos cercanos los que se vuelcan en la causa. No en vano, el Consistorio de Salteras destinó al centro íntegramente lo recaudado durante las actividades de la campaña de Navidad, mientras que, en Valencina de la Concepción, la hermandad de la Vera Cruz también donó el dinero de las inscripciones de su carrera solidaria. Ya en Sevilla, aparte de las colaboraciones habituales, también se sumaron la parroquia de la Magdalena, el hospital Macarena, la Fundación Cajasol, la Fundación Cobre Las Cruces, Cáritas Diocesana... «No quiero olvidar a ninguno», insiste la presidenta del centro y, de hecho, todos aquellos que han puesto su granito de arena para esta noble iniciativa están debidamente mencionados en la web de Apascide.

Eso sí, siempre hay acciones que cobran una especial importancia: «Una tarde llamó al centro un señor de Sevilla, diciendo que quería colaborar pero que no sabía cómo hacernos llegar el dinero. Iba solo a donar 15 euros, pero se trataba de un parado de larga duración y no cesó de intentarlo hasta que, a través de la iglesia de San Esteban –otra de las entidades partícipes–, nos entregó la cantidad prometida», relata emocionada Romero. «Yo este tipo de cosas las valoro muchísimo y me siento humildemente orgullosa de ellas».

No es para menos porque, además, día tras día se suman más colectivos. Uno de los últimos, la hermandad de Jesús Nazareno de Salteras, «que este año, lo que saque en su certamen de bandas lo van a compartir con nosotros».

Pero, independientemente de la solidaridad ajena, Romero es consciente de que su lucha no acaba aunque en 2016 el centro vaya a mantenerse «si no surge nada extraordinario». De ahí que su intención sea, de manera inminente, reunirse con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, con el objetivo de instarla a cumplir el compromiso que adquirió en su visita del pasado mes de noviembre, y que no es otro que mantener el concierto de las plazas, algo de lo que depende, en gran parte, la supervivencia del centro. Porque a Romero, a estas alturas de la película, solo le queda «vender» su casa para mantener a flote el que es el motor de su día a día.