El primer alcalde democrático de Los Palacios y Villafranca, el comunista Francisco Riverola, llevaba solo unos meses en el Ayuntamiento cuando se organizó, en aquella ventolera de las libertades, una carrera que los carteles redondeaban en 20 kilómetros pero que eran exactamente 21.097,5 metros, es decir, una Media Maratón. La corrieron, desde Sevilla hasta el municipio, 91 atletas, de los que ayer volvió, a sus 82 años y una carpeta de fotos entrañables, Enrique García López, en un acto municipal preparado para la ocasión y que homenajeó también, con la entrega del dorsal número cero, al palaciego nacido en El Torbiscal hace 48 años Juan Miguel Pérez Ruiz, del Club Atletismo Palaciego, por llevar 14 años consecutivos corriendo la prueba -cinco de ellos el campeón local-, por haber participado en otras muchas maratones del mundo (Nueva York, Tokio, Munich, Londres, Ámsterdam, Boston...) y por considerar que la Media de su pueblo no significa “la soledad del corredor de fondo, sino la hora de la higiene mental”, como explicó este palaciego que es médico en Faro (Portugal). Su opinión era compartida anoche por cientos de corredores que se reunieron en el gran salón de la taberna La Liebre, que había sido el escenario elegido por el equipo de gobierno de Juan Manuel Valle (IU) para presentar oficialmente la 40º edición de esta Media Maratón que ha corrido paralela a la historia de los consistorios democráticos. En el restaurante, donde se emitió el anuncio promocional, pudo contemplarse anoche una interesante exposición de fotografías y carteles que repasan la historia de la prueba, paralela al municipio.
Medallas personalizadas
El concejal de Deportes, Jesús Condán, orgulloso de que después de cuatro décadas no sean 91 los atletas que realizan la prueba, sino alrededor de 3.000, avanzó algunas de las novedades de esta edición especial, como el hecho de haberla incluido en el calendario nacional de la Real Federación Española de Atletismo, que todos los corredores recibirán una medalla personalizada y una camiseta de diseño exclusivo o que, a diferencia de todos los años, esta vez puedan recoger su dorsal en la salida misma de la carrera y no tener que venir días antes a realizar esos trámites en el Ayuntamiento, cosa que molestaba a los atletas que llegaban de lejos. El edil también informó de que se organizará una carrera de corta distancia para atletas menores de edad en la zona de meta, y de que habrá premios para los clubes con mayor número de participantes.
Siguen los mil euros
El primer premio de la Media Maratón Sevilla-Los Palacios y Villafranca seguirá siendo de mil euros, como en los últimos ocho años. Hasta 2010, el máximo galardón de la Media llevaba aparejado 2.500 euros, pero la crisis económica obligó al Ayuntamiento a reducir drásticamente la cuantía, lo que provocó la espantada de los espectaculares kenianos que hasta entonces habían convertido su paso por la Media marismeña en una tradición. Fue un keniano precisamente, Silas Kipngetich Sang, quien logró en 2007 batir el récord histórico de la prueba al establecer una marca de 1h 00’ 34’’. Aquel keniano, que acaba de cumplir justamente 40 años, como la Media palaciega, se llevó no solo los 2.500 euros del premio de entonces, sino mil euros más por haber batido el récord, que sigue sin superar. Desde entonces, suelen ser los atletas marroquíes los que copan el pódium, aunque ha sido el corredor local Samuel Lay el que ha conseguido últimamente medirse con ellos, y con sobrada suficiencia.
Dorsales de oro y de plata
En el acto de anoche también se reconoció con un dorsal de oro a determinados corredores que llevaban al menos 15 años corriendo la prueba, como es el caso de los veteranos Antonio Tejero, Javier Gallo y Francisco Sánchez Manzano. Hubo algunos más merecedores del dorsal de plata, pues llevan una década corriendo la Media: Jesús Ayala, Miguel Caballero, Antonio Manuel Crespo, Antonio Galán, Alfonso Pilares, Epifanio Sotelo o David Aguilar...
Esta 40º edición se celebrará el domingo 16 de diciembre, una fecha temprana, pues muchos años se acerca un poco más a la Nochebuena. Desde luego se trata de la gran fiesta deportiva en el pueblo, que se echa sobre las 11.00 horas a la calle para recibir con un afecto desmedido a los atletas que llegan desde la carretera de Isla Menor, junto al instituto Blanco White de Bellavista, muchos de ellos exhaustos pero felices.