La muralla púnica de Gilena

La colección museográfica recrea con voluntarios y a escala real los muros que se levantaban en las guerras que enfrentaban a romanos y cartagineses

27 mar 2018 / 23:27 h - Actualizado: 27 mar 2018 / 23:32 h.
"Historia","Patrimonio"
  • Una recreación de cómo quedaría la muralla que prevén terminar antes de este verano y que tendrá unos 20 metros de largo y cinco de alto –foso incluido–. / El Correo
    Una recreación de cómo quedaría la muralla que prevén terminar antes de este verano y que tendrá unos 20 metros de largo y cinco de alto –foso incluido–. / El Correo
  • La tierra levantada para alzar el muro en Gilena. / F.C.
    La tierra levantada para alzar el muro en Gilena. / F.C.
  • La muralla se está levantando gracias a la labor de numerosos voluntarios. / F,C.
    La muralla se está levantando gracias a la labor de numerosos voluntarios. / F,C.

Una idea histórica, un diseño y un grupo de voluntarios dispuestos a sacarla adelante. Son los principales ingredientes de la iniciativa de la Colección Museográfica de Gilena, que ha implicado a los vecinos en la construcción de una muralla púnica, como aquellas que se podían ver en buena parte de Europa en el siglo III a.C.

David Ruiz García, arqueólogo municipal y director de la colección, habla con toda naturalidad de una idea que puede hacer que el pueblo dé un salto atrás en el tiempo de más de 22 siglos, porque «es una propuesta de construcción de sistema defensivo de un fragmento de muralla de campamento romano», que llevará a los habitantes de pueblo y a sus visitantes a la segunda guerra púnica, el más conocido de los enfrentamientos bélicos acaecidos en el marco de las guerras púnicas entre las dos potencias que entonces dominaban el Mediterráneo occidental: Roma y Cartago. Se cree que comenzó sobre el 2018 antes de Cristo, para terminar sobre el 201, cuando Aníbal y Escipión el Africano acordaron las condiciones de la rendición de Cartago.

Una parte de esas murallas se puede ver todavía en Cartagena, pero en Gilena se quieren levantar unas murallas idénticas a las de la época, «dentro del proyecto global de Arqueodromo en los anexos de la institución museística, compuesto por un peristilo republicano, una sección de teatro romano, y unas cuadras y cobertizo para actividades de caballería romana», explica Ruiz.

El fragmento de muralla es un proyecto desarrollado bajo la dirección arqueológica de José Manuel Jiménez Chía y supervisado por el doctor en Arqueología por la Universidad de Sevilla Fernando Amores, mientras que la planimetría del proyecto y dirección de obra se encuentra dirigida por Eladio Montaño Rodríguez.

Una legión de voluntarios

Su construcción se esta desarrollando exclusivamente mediante el trabajo desinteresado de vecinos de Gilena, dentro del programa de voluntariado cultural de la institución museística. Todos están siguiendo el trabajo que tiene como base los modelos de campamentos romanos excavados en la Meseta Hispana de época republicana, gracias a los estudios realizados por José María Blázquez, como el caso del campamento militar de Castillejo de época de Escipión.

Por otro lado, se ha tomado el modelo construido por el Museo y Parque Arqueológico de Alesia en Francia, una recreación del muro original construido por Julio César para la toma de dicha ciudad gala y protegida por Vencingétorix. Y es que la muralla original, dadas sus dimensiones, tenía distintos ejemplos a seguir, y de ahí se ha sacado lo que se va a levantar en Gilena.

El fragmento en plenas fase de construcción consiste en un muro de 20 metros de longitud, y con una altura total (foso incluido) de cinco, al igual que se describe en las fuentes históricas. También se contempla la construcción de una de sus torres de defensa para la instalación de una ballesta romana.

«Este proyecto nos permitirá mostrar al visitante como es la muralla a escala 1:1, dentro de la tipología de campamentos temporales, con el trabajo, por ejemplo, de instalación de paneles interpretativos, y será un espacio para actividades de reconstrucción histórica y arqueología experimental», explica David Ruiz.

La reconstrucción, la recreación y la arqueología experimental son las bases de los proyectos de investigación y divulgación; «por lo que consideramos que una vez finalizada será referente del turismo cultural en Andalucía», explica el arqueólogo, que recuerda que «los restos arqueológicos, en su mayoría, suelen ser ruinas, por lo que se necesita de conocimientos para, mentalmente, poder imaginar como sería originalmente. Y este tipo de proyectos lo permite».

Su finalización está prevista para finales de primavera o principios de verano, y una vez construida, será la única muralla púnica reconstruida en Europa y, junto a la de Alesia, las dos únicas de época republicana.

Una idea histórica, un diseño y un grupo de voluntarios dispuestos a sacarla adelante. Son los principales ingredientes de la iniciativa de la Colección Museográfica de Gilena, que ha implicado a los vecinos en la construcción de una muralla púnica, como aquellas que se podían ver en buena parte de Europa en el siglo III a.C.

David Ruiz García, arqueólogo municipal y director de la colección, habla con toda naturalidad de una idea que puede hacer que el pueblo dé un salto atrás en el tiempo de más de 22 siglos, porque «es una propuesta de construcción de sistema defensivo de un fragmento de muralla de campamento romano», que llevará a los habitantes de pueblo y a sus visitantes a la segunda guerra púnica, el más conocido de los enfrentamientos bélicos acaecidos en el marco de las guerras púnicas entre las dos potencias que entonces dominaban el Mediterráneo occidental: Roma y Cartago. Se cree que comenzó sobre el 2018 antes de Cristo, para terminar sobre el 201, cuando Aníbal y Escipión el Africano acordaron las condiciones de la rendición de Cartago.

Una parte de esas murallas se puede ver todavía en Cartagena, pero en Gilena se quieren levantar unas murallas idénticas a las de la época, «dentro del proyecto global de Arqueodromo en los anexos de la institución museística, compuesto por un peristilo republicano, una sección de teatro romano, y unas cuadras y cobertizo para actividades de caballería romana», explica Ruiz.

El fragmento de muralla es un proyecto desarrollado bajo la dirección arqueológica de José Manuel Jiménez Chía y supervisado por el doctor en Arqueología por la Universidad de Sevilla Fernando Amores, mientras que la planimetría del proyecto y dirección de obra se encuentra dirigida por Eladio Montaño Rodríguez.

Su construcción se esta desarrollando exclusivamente mediante el trabajo desinteresado de vecinos de Gilena, dentro del programa de voluntariado cultural de la institución museística. Todos están siguiendo el trabajo que tiene como base los modelos de campamentos romanos excavados en la Meseta Hispana de época republicana, gracias a los estudios realizados por José María Blázquez, como el caso del campamento militar de Castillejo de época de Escipión.

Por otro lado, se ha tomado el modelo construido por el Museo y Parque Arqueológico de Alesia en Francia, una recreación del muro original construido por Julio César para la toma de dicha ciudad gala y protegida por Vencingétorix. Y es que la muralla original, dadas sus dimensiones, tenía distintos ejemplos a seguir, y de ahí se ha sacado lo que se va a levantar en Gilena.

El fragmento en plenas fase de construcción consiste en un muro de 20 metros de longitud, y con una altura total (foso incluido) de cinco, al igual que se describe en las fuentes históricas. También se contempla la construcción de una de sus torres de defensa para la instalación de una ballesta romana.

«Este proyecto nos permitirá mostrar al visitante como es la muralla a escala 1:1, dentro de la tipología de campamentos temporales, con el trabajo, por ejemplo, de instalación de paneles interpretativos, y será un espacio para actividades de reconstrucción histórica y arqueología experimental», explica David Ruiz.

La reconstrucción, la recreación y la arqueología experimental son las bases de los proyectos de investigación y divulgación; «por lo que consideramos que una vez finalizada será referente del turismo cultural en Andalucía», explica el arqueólogo, que recuerda que «los restos arqueológicos, en su mayoría, suelen ser ruinas, por lo que se necesita de conocimientos para, mentalmente, poder imaginar como sería originalmente. Y este tipo de proyectos lo permite».

Su finalización está prevista para finales de primavera o principios de verano, y una vez construida, será la única muralla púnica reconstruida en Europa y, junto a la de Alesia, las dos únicas de época republicana.