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La obra del enlace de la SE-40 a la altura de Espartinas ya está prácticamente terminada y hasta con las señales colocadas. / José Luis Montero
La apertura del enlace de la SE-40 a la altura de Espartinas, clave como vía de escape para el único pueblo del Aljarafe sin conexión directa a la autopista Sevilla-Huelva (A-49), no llegará para la primavera, como tenía previsto el Ministerio de Fomento. Ni siquiera tiene una fecha para su puesta en servicio, pese a que, a pie de obra, se vea que están colocados hasta las señales indicativas de tráfico, que es un síntoma de cuándo está concluida una carretera.
El último contratiempo de este macroenlace está en los quitamiedos. Y, más en concreto, en el cambio de normativa. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Espartinas (C’s-PSOE) mantuvo hace un par de semanas conversaciones con Fomento. En ellas, el departamento que dirige en funciones Ana Pastor le ha trasladado que hay que adaptar los quitamiedos a la nueva normativa europea y conllevará una modificación del presupuesto final de la obra. Ese traspié llega después de que la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible del Congreso instara a finales de abril al Gobierno a realizar un estudio integral de su red de carreteras para identificar los puntos negros y se suplan o reformen «los sistemas viales de contención», es decir, los quitamiedos.
El tiempo de más que implicará se desconoce. «El proyecto sigue adelante, no está parado, pero desde el Ministerio de Fomento no dan fecha exacta de terminación, máxime con unas elecciones a la vuelta de la esquina», lamentan desde fuentes municipales, que ven que se retrasa algo más la baza que tienen para acabar con la ratonera en la que se convierte para los conductores la salida a Espartinas en horas punta.
El enlace de la SE-40 sobre la A-49 fue de los primeros puntos de la futura ronda que se retomaron después de que prácticamente toda la obra quedara en punto muerto por la crisis económica. Se priorizó este punto, más que por la conexión con los tramos ya construidos –solo hay 17 de los 77 kilómetros previstos en servicio entre la A-4, a la altura del aeropuerto, y la autovía de Utrera (A-376), muy lejos del Aljarafe– por la importancia para los vecinos de Espartinas y su entorno el tener una conexión directa con la autopista. De hecho, cuando las obras hayan concluido sólo tendrá la función de conectar con la A-49, ya que no tendrá continuación en ninguno de sus extremos por el momento, es decir, ni hacia Almensilla ni hacia Salteras, que es el trazado previsto para la SE-40 en este entorno.
De todos modos, desde el equipo de gobierno local siguen manteniendo que esta obra es «una prioridad absoluta». No en vano, la alternativa de la SE-40 es, probablemente y pese a todo, la que más visos tiene de culminarse con éxito y en más corto espacio de tiempo. Ese plus está en el hecho de que las dos administraciones implicadas, esto es el Ministerio de Fomento –con el enlace– y el Ayuntamiento de Espartinas –que tiene que ejecutar un tramo de 700 metros para conectar el casco urbano con el nudo sobre la autopista A-49– ya están en la fase final de ejecución de sus trabajos.
La otra opción, más remota por sus reparos, era la de la conocida carretera de la plaza de toros, que buscaba una vía de escape hacia la salida 11 de la A-49 (Umbrete–Bollullos de la Mitación). La obra, actualmente, se encuentra parada después de haberse invertido en años anteriores 1,8 millones de euros. El gobierno local no la descarta, aunque no contemplan que pueda estar lista a corto plazo.