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El creador del Keicho Sake, Antonio Bizcocho, sirviendo a una clienta un chupito de esta nueva bebida. / El Correo
El viaje del samurai Hasekura Tsunenaga por la ribera del Guadalquivir dejó una huella mucho más allá que la del apellido Japón o los rasgos asiáticos de muchos de sus vecinos de Coria del Río. Cultivó cultura y gastronomía, pero hasta ahora nunca nadie le había dado un valor comercial.
Hace algo más de un lustro, antes de que empezara a rendirse tributo a la unión hispano-nipona, donde Coria del Río tiene un papel protagonista, un vecino de esta localidad pensó en elaborar un sake de origen 100 por cien español. Antonio Bizcocho, el alma mater de este proyecto, empezó a trabajar en serio en él hace poco más de año y medio. Bizcocho aprovechó su amistad con el responsable de Bodegas Sani –encargada de elaborar el conocido vino Árabe– para proponerle una alianza para elaborar la receta de un sake made in Spain. Una bebida que bautizaría como Keicho Sake.
Empezaron fermentando arroz y a hacer pruebas, pero ninguna le convencían. Al principio «eran imbebibles», reconoce el propio Bizcocho. Finalmente dieron con el punto de fermentación para convertir el almidón de arroz en licor. Así dieron con la fórmula de un licor de arroz con leche, con una graduación de unos 15 grados (mucho menos que el sake original).
El objetivo de Bizcocho no es hacerle la competencia a la bebida nipona, sino tener un producto que represente en el paladar las culturas nipona y coriana. Una bebida como el Sake de Coria (como también se le conoce), donde mezclan una tradicional receta de arroz con leche con sake, consiguiendo así «entrelazar las dos culturas», sostiene este emprendedor.
Este coriano es consciente de que en España «no se puede competir con la uva», por eso decidió darle un giro a su producto y venderlo como un licor. Una bebida que está testeando con una primera producción de 1.500 botellas.
Por el momento, los bares de la localidad han empezado a comercializar este licor, hasta el punto de que «han quitado los chupitos clásicos de vodka caramelo para ofrecer a sus clientes el Keicho Sake», explica Bizcocho. Incluso, antes de presentarlo en sociedad en un acto conmemorativo por el 400 aniversario de la marcha de la expedición Keicho a Japón, esta bebida ya había llegado «a todos los frigoríficos de Coria, porque es un orgullo» para la localidad, sostiene su creador, quien explica que la botella se puede comprar en restaurantes, bares y tiendas Polvillo –por un precio de entre 10 y 12 euros–. También algunos establecimiento la están comercializando a moda de souvenir, cumpliendo así la ilusión del creador de este sake tan andaluz. Aunque también puede adquirirse a través de la página web de la bebida (sakedecoria.es).
El próximo paso es conquistar los paladares de toda la provincia, empezando por la capital, donde, por ahora, el creador de este sake coriano está en conversaciones con la Ostrería del Mercado de Triana. E incluso con otros establecimientos para ofrecer catas.
El primer objetivo de este empresario coriano es colocar su bebida en el mercado. La meta es situarlo es las principales capitales del territorio nacional. Una vez concluya esta primera fase, Bizcocho trabajará para traer el embotellado del producto a su Coria natal, ya que ahora se hace en las instalaciones de Bodegas Sani, ubicadas en Almendralejo (Badajoz). El proceso lo culminará con una tercera fase que supondrá la construcción de una bodega en la ribera del Guadalquivir, con la intención de producir este sake en la ciudad donde se inspira. Un momento para el que todavía queda, pues Bizcocho sostiene que no tiene ganas de hipotecarse sin antes saber cómo funciona su bebida.