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Las obras realizadas para mejorar el saneamiento y abastecimiento de agua en La Rinconada han permitido hacer una ciudad más accesible. / E.C.
Las obras de renovación de la red de abastecimiento y saneamiento del centro de La Rinconada, que ha desarrollado el Ayuntamiento de la mano de Emasesa, han cambiado su fisonomía. Ahora, además de ser más moderno, estético y funcional, el peatón ha ganado espacio al tráfico rodado.
Los trabajos se han realizado en dos fases, con una inversión cercana a los tres millones de euros. La primera, que se concluyó para la Semana Santa 2017, cumpliendo el objetivo de que las cofradías rinconeras pudieran procesionar por el entorno, incluían también la plaza de España –cuyo mobiliario, iluminación y alcorques se llevaron a cabo con cargo al Plan Supera–, a la que se dotó de unas condiciones que no tenía. Se modernizó pero manteniendo elementos identitarios, como las leyendas históricas grabadas en el suelo, la fuente ornamental y diferentes azulejos conservados de antes de la reforma, según informó ayer el Consistorio de La Rinconada en un comunicado de prensa.
Las calles en las que se actuó durante la primera fase fueron Cruz de Alcalá, Julia Palomo, Rosal, Amargura, Jesús Nazareno (con el callejón), Pedro Criado, Plaza de España y Cervantes.
En el mes de junio de 2017 comenzaron las obras de la segunda fase y se actuó en las calles Maestro Morillo de los Ríos, Madre Teresa, Laguna, Aire, Sevilla, plaza Rodríguez Montes y plaza del Mentidero.
El primer objetivo de Emasesa con estas actuaciones era la renovación y mejora del saneamiento y el abastecimiento del casco histórico que era muy antiguo. Por otro lado, con la intervención se procedía a la eliminación de las barreras arquitectónicas de la zona y a la reactivación del casco histórico con nuevas actividades económicas, sociales y lúdicas.
Un aspecto muy importante en todo el proceso de renovación y modernización del casco histórico de La Rinconada ha sido el consenso con los vecinos de la zona.
Antes del comienzo de las obras, el Ayuntamiento mantuvo dos reuniones, una con el conjunto de afectados por las actuaciones, en el que se explicaron las consideraciones generales del proyecto y, una segunda, mucho más detallada, con la ciudadanía que tendría que convivir con las obras, para que estuviesen perfectamente informados de la transformación que iba a experimentar el municipio.
Para inaugurar oficialmente las actuaciones, ayer se celebró un acto de apertura, que se incluye dentro de una serie de actividades que ha organizado el Consistorio ya que, como indicó el alcalde, Javier Fernández (PSOE), «se trata de un día especial por la importancia que tienen estas actuaciones y queremos que se quede en el recuerdo de la ciudadanía».
En el acto también estuvo el alcalde de Sevilla y presidente de Emasesa, el también socialista Juan Espadas, así como un nutrido grupo de concejales y representantes de la empresa pública que aprovecharon, tras el acto, para conocer el resultado de las actuaciones, cursando una visita al centro histórico.
Fernández destacó «la importancia del trabajo conjunto entre la administración y la empresa pública, que ha permitido optimizar los resultados, implementar mejoras sustanciales durante el desarrollo de las obras y originar las menores molestias posibles a los vecinos de la zona durante el transcurso de las mismas».
Espadas, por su parte, destacó que la obra realizada «es hacer una ciudad con visión de futuro». El presidente de Emasesa indicó también que «el territorio es un todo y requiere de una gestión para el progreso de la ciudadanía y La Rinconada es muy importante dentro del área metropolitana de Sevilla».
El edil de Urbanismo, Francisco Manuel Díez, explicó en el acto que se ha tenido en cuenta a los residentes, la entrada y salida de vehículos públicos y de emergencias y el establecimiento de zonas de 10 y 20 kilómetros por hora.
Para celebrar la finalización de estas obras, entre otros actos, ayer por la tarde actuó The Storm y Jaime Urrutia en los nuevos aparcamientos de la Carretera Nueva.