La SE-40 se abre paso por el Aljarafe a la espera de los túneles

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, inaugura 15 kilómetros que conectan la A-49 con la autovía de Coria. La ronda, ya a la mitad, sigue inconexa ante la “complejidad técnica” y presupuestaria de acometer los túneles bajo el Guadalquivir.

Iñaki Alonso @alonsopons /
25 jul 2018 / 14:12 h - Actualizado: 26 jul 2018 / 09:59 h.
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  • El tramo que se ha habilitado el tráfico entre Espartinas y Coria del Río. / Jesús Barrera
    El tramo que se ha habilitado el tráfico entre Espartinas y Coria del Río. / Jesús Barrera

La SE-40 ha tenido que esperar más de cinco años para crecer hacia el Aljarafe. El Ministerio de Fomento lo materializó este miércoles, después de varios parones; algunos presupuestarios –cuando la crisis azotó el proyecto de la ronda– y otros técnicos, con la adaptación de los quitamiedos a la normativa europea. Superado estos dos escollos, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, inauguró 14,6 kilómetros más de la SE-40, que ha supuesto un coste de 192,2 millones de euros. Una inversión que beneficiará, en primer término, a Almensilla, que se sitúa en el mapa y que, una vez resuelva su PGOU, podrá exprimir esta carretera para dotar de vida su polígono industrial. En segundo término se sitúan los pueblos ribereños (Palomares del Río, Coria del Río, La Puebla del Río o Gelves), que con su apertura tienen una conexión más directa con la autopista de Huelva. El tercero que se verá beneficiado será Espartinas, que antes debería solventar el tramo de 200 metros de carretera municipal que le queda por construir para llegar a la SE-40, que sería su conexión directa a la A-49 y la que pondría fin a los innumerables rodeos que sufren cada día. Esta vía de acceso, que está inmersa todavía en disputas judiciales con los propietarios de los terrenos, estará habilitada a finales del presente año, según explicaron fuentes municipales.

Hasta ahí los beneficiados con la apertura de dos nuevos de una ronda que, de momento, no cumple con el cometido que se le encomendó cuando se iniciaron las obras en abril de 2007: descongestionar de tráfico, principalmente de camiones, la saturada SE-30. Y eso no es posible sin la construcción de los túneles bajo el Guadalquivir, entre Dos Hermanas y Coria del Río, que todavía están paralizados a la espera de un modificado de un proyecto que el propio ministro reconoció que era de “una gran complejidad técnica”. Sin esta macroestructura –que cuesta 700 millones de euros y, por tanto, no se va a ejecutar de la noche a la mañana–, la SE-30 y, en especial el puente del Centenario, seguirán inmersos en los problemas no solo de atascos sino de siniestralidad. Seguramente por ello el ministro avanzó un estudio sobre la ampliación de este cuello de botella de la ronda de circunvalación, más fácil de ejecutar en tiempo que los propios túneles, cuya finalización, si se retomaran este año, estaría prevista para el año 2023.

Dicho lo cual, la SE-40 inauguró estos dos tramos, que han sido financiados por la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (Seitt) y que cuentan con tres carriles por sentido, pero con una amplitud de vía tal que permitirá, en un futuro y si la demanda así lo invita, a ampliarse a cuatro carriles de circulación. El trazado de 14,6 kilómetros tiene varias singularidades. En primer lugar, los tres accesos: el que da a la autopista Sevilla-Huelva (A-49), el que une con la autovía de Coria del Río (A-8058) y un tercero intermedio que permite la salida a los municipios de Almensilla –el más cercano– y Palomares del Río.

Al respecto, en la parte más cercana a los municipios ribereños se han colocado pantallas acústicas para que el ruido de la carretera no afecte a las urbanizaciones cercanas. También se ha actuado en las proximidades de la urbanización Carramolos, en Palomares del Río, donde se ha hecho una enorme obra de ingeniería: un falso túnel de 320 metros de longitud. Además, se han dispuesto seis pasos superiores y tres pasos inferiores, así como cuatro viaductos, que han superado el paso de los arroyos Riopudio y Caño Real.

Ábalos reivindicó la puesta en servicio de estos dos tramos, recordando que, de esta manera, ya está habilitada casi la mitad de los 77 kilómetros que consta el proyecto de la SE-40. De igual manera, no se quiso colocar la medalla y reconoció que esta apertura al tráfico no es fruto de su gestión –“llevo 45 días en el cargo”, apuntó– sino de sus antecesores y, principalmente, de los funcionarios y los responsables del Ministerio de Fomento. “Como ocurre con toda obra pública, por cierto”, indicó. Además, añadió que el paso más inmediato en el transcurso de la ronda será la licitación de las obras de dos tramos aljarafeños más: los que conecten la A-49 con Valencina de la Concepción y, seguidamente, con Salteras, para lo que hay recogido dos millones de euros en los presupuestos generales del Estado.