La esperada segunda biblioteca municipal de Los Palacios y Villafranca se inaugurará justo antes de las elecciones municipales (previstas para el próximo 26 de mayo), según ha adelantado hoy el alcalde, Juan Manuel Valle (IU), que ha firmado la adjudicación de la séptima y última fase del proyecto con la empresa Herysan por un importe de 480.000 euros y un plazo de ejecución de tres meses. O sea que, si los plazos se cumplen, el nuevo edificio cultural, que será bautizado con el nombre de “Generación del 27”, estará terminado a mediados de mayo.
Según el regidor palaciego, “solo falta la instalación de aires acondicionados, el ascensor, el mobiliario, la pintura y una pequeña obra en el patio exterior”, que, por cierto, lleva meses acumulando basuras y jaramagos, hasta el punto de haber despertado las críticas de algunos grupos de la oposición como el PSOE, que sin representación municipal desde que sus concejales se fueron al grupo no adscrito, ha lamentado alguna vez que la infraestructura parezca estar abandonada.
“El Gobierno de IP-IU ha tenido que pagar 414.000 euros de la trampa que dejó el PSOE, y al final habremos invertido 1.100.000 euros para hacer realidad esta segunda biblioteca, aunque el proyecto total ha costado mucho más”, ha advertido Valle, que ha señalado además que los 480.000 euros que faltan “están ya en el banco e irán destinados a lo que tiene que ir”. En concreto, las primeras cinco fases tuvieron un presupuesto total de 1.578.000 euros, y estas dos últimas fases han costado 680.000 euros, con lo que la nueva biblioteca va a salir finalmente por 2.250.000 euros.
Desde 2007
En la cresta del boom inmobiliario, el Ayuntamiento palaciego proyectó una parcela municipal que entonces quedaba en medio del campo, en los confines del actual barrio de La Nana, en una manzana clave para el crecimiento natural del municipio por su costado noreste. Era 2007 y se anunciaba la duplicación demográfica y un sinfín de viviendas. La manzana se urbanizó y la mitad sirvió de enclave para la tercera parroquia del pueblo, El Buen Pastor, hoy en funcionamiento. En la otra mitad, se empezó a construir una segunda biblioteca porque la que había –y sigue habiendo– en la Plaza de Andalucía resultaba anacrónica y demasiado pequeña para un pueblo tan joven y con tanta demanda de lugares públicos acondicionados para el estudio.
Diferentes subvenciones recibidas a partir de aquel mismo año permitieron empezar a materializar el proyecto y, en 2011, se colmató el edificio, que ya llamaba la atención por su majestuosidad. Las obras se adjudicaron al principio a la empresa jiennense Incoc, pero la crisis lo detuvo todo. Además, cayó el gobierno del PSOE después de un cuarto de siglo y aterrizó el actual alcalde, Juan Manuel Valle (IP-IU). El Ayuntamiento sufría para entonces una deuda de cien millones de euros, entre cuyas partidas afloraron la trampa con Incoc, que abandonó la obra porque dejó de cobrar, e incluso una subvención del Gobierno andaluz que no se había ejecutado. Así que no estaba el horno para bollos ni el Consistorio para nuevas bibliotecas.
Más promesas
Fue así como la futura biblioteca de La Nana se llevó más de un lustro cerrada a cal y canto, hasta que el actual alcalde, en abril de 2016, anunció una nueva inversión inmediata de medio millón de euros, reunidos entre el Plan Supera IV de la Diputación y fondos propios del Ayuntamiento. Valle calculó entonces que así se terminaría completamente la obra a principios de 2017 “como mucho”, aunque entonces aún quedaba colocar la solería, el portaje y la instalación eléctrica, incluido un control de seguridad.
El plan de su equipo de gobierno era entonces «movernos por todas las administraciones, pedir una dotación importante de libros e instalar ordenadores». «Acudiremos a la Junta de Andalucía, la Diputación, el Ministerio de Cultura e incluso a determinadas fundaciones, porque para nosotros es una prioridad y lo llevábamos en nuestro programa electoral», dijo Valle hace tres años, que en 2015 inauguró el recinto de alrededor con el nombre de plaza de las Américas e instaló un cerramiento que evitaría que los gamberros termiran de destruir aquellos equipamientos culturales sin funcionar. Las Ampas de los colegios e institutos de la zona llevaban desde la década pasada resignadas a que la segunda biblioteca del pueblo se iba a quedar en un sueño inconcluso. Las gamberradas han continuado, sin embargo, en los últimos años.
Dos bibliotecas ahora
Desde entonces, la biblioteca Obispo Ramos de Lora, ya muy pequeña y sin renovación bibliográfica apenas, acoge a la mayoría de estudiantes de un pueblo con 10 colegios y cuatro institutos. El Círculo Joven ayuda a descongestionarla. En la nueva, el espacio no será problema. Según el proyecto original, contará con anexo infantil, videoteca y hemeroteca. «De momento mantendremos las dos, aunque ya el tiempo nos dirá el número de usuarios que quedan en la otra», ha advertido el alcalde.