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El párroco, Pablo Colón, el concejal de cultura, Jesús Romero, y el hermano mayor, Miguel Neyra, inauguraron la muestra rodeados de niños. / F.J.D. -
Estrella Fernández ilustra una devota implorante ante las andas de la Virgen. / F.J.D. -
Otro dibujo de la Virgen, obra de Estela. -
Antonio Lozano recrea el momento de la venida, con peregrinos incluidos. -
Raúl optó por recrear las Venidas en rogativas por calamidades como epidemias. -
Aitana muestra su particular imagen de la Virgen de Escardiel. -
La aparición de la Virgen al rey San Fernando en una encina, recreado por la joven Amalia. -
Daniela recoge el momento histórico en el que un terremoto acabó con la ermita de la Virgen. -
Otra forma de ver la capacidad destructiva del terremoto, esta vez con la destreza de David. -
Una colorida Virgen de Escardiel, obra de Lucía, que tiene solo cuatro años. -
El rey manda tallar la imagen y le regala un campo de encinas. Por Hugo, de 4º B. -
Las encinas también se ven en el dibujo de Lucía. -
La algarabía de la romería de Escardiel plasmado por Antonio.
La Virgen de las miradas infantiles
Los escolares de Castilblanco de los Arroyos relatan la historia, la tradición y las costumbres en torno a la Virgen de Escardiel en una exposición con 250 dibujos
La Virgen puede representarse –con todo respeto– con sus atributos regios, o semejarse en su atuendo a las princesas de cuento en las mentes infantiles. Las encinas pueden ser redondas y rojas; los terremotos, manchas negras y los reyes siempre aparecen sonrientes y con corona. Todo cabe en la imaginación de los niños cuando se trata de plasmar su visión de algo tan grande, y a veces tan ininteligible para su alcance, como las devociones y costumbres de las que son partícipes. Y esa mirada infantil y colorida es la que da vida y sustento a la exposición La Venida de los niños, una muestra con 247 dibujos de los escolares castilblanqueños que hace un recorrido desde el origen de la devoción a Santa María de Escardiel hasta el reciente traslado de la venerada imagen al pueblo en mayo.
Fue el pasado 6 de mayo cuando la Virgen fue llevada hasta la localidad, cumpliendo la tradición de la Venida cada cinco años, aunque de forma anticipada para estar más tiempo cerca de sus devotos. Desde que llegó, la vida parroquial se ha intensificado, con un amplio programa pastoral con Escardiel como protagonista absoluta.
En ese programa, una de las actividades más fructíferas es la que se ha realizado con los escolares de todas las edades –desde Infantil hasta el último curso de Primaria– tras la llegada de la Virgen al pueblo. Iniciativa del párroco, Pablo Colón, la maestra Ana Romero ha trabajado en las clases de religión el material por la historiadora local y profesora universitaria Escardiel González. Con contenidos asequibles, los alumnos del Miguel de Cervantes han ido conociendo la historia y la devoción a la Virgen. La aparición en una encina al rey San Fernando, la dedicación de una ermita y un encinar; la destrucción del templo por un terremoto y el posterior traslado de la imagen al pueblo, las Venidas en rogativas por calamidades como epidemias o la peste, la romería, el encargo de la hechura del Cristo de los Vaqueros a Ruiz Gijón... Momentos destacados de la larga vida de esta ancestral devoción, que los alumnos han representado con variadas técnicas artísticas.
En todas las pinturas rebosa Escardiel. Es la Virgen de las miradas infantiles, plasmada con la inocencia de los niños. Es la que sienten, la que les han contado, a la que ya han empezado a querer. Con todos esos trabajos, de casi 300 escolares, se ha instalado una muestra en el Hogar del Pensionista.
La expectación generada ha sido tal –solo con la asistencia de las familias las visitas están aseguradas– que ha sido necesario ampliar una semana más la muestra. Porque esta exposición es una oportunidad inmejorable para conocer el devenir de la Virgen y su hermandad de forma clara, sencilla y didáctica. Es signo además del júbilo que embarga al pueblo y una interpretación pictórica y testimonial de algo que muchos niños han visto por primera vez. Plagado de un punto entrañable y rebosante de inocencia, color e imaginación.
«Los niños han reflejado muy bien lo que muchos adultos no somos capaces de explicar», resalta el hermano mayor, Miguel Neyra. No duda en calificar esta actividad «con un sobresaliente», por su relevante valor: «es como el que siembra una semilla para esperar recoger los frutos en el futuro. La semilla es la Virgen y el fruto es la devoción». Escardiel González incide en que, además de la importante dimensión religiosa, la actividad «tiene un carácter cultural y patrimonial que permite entender y asimilar el contenido histórico y etnográfico» de todo lo que rodea a la Virgen. Resalta además que «es importante que los niños estén conociendo su historia, pues así la van a valorar. Episodios desgraciados como el de la pérdida del Cristo en los sesenta, con gente que conoce y valora su patrimonio n o se va a volver a producir».
La exposición es una suerte de galería de exvotos infantiles, con aires de estilo naíf, en el que los pequeños, a su modo, plasman y agradecen la intercesión mariana. Muchos destacan, como el de Estrella Fernández, quien en su detallista ingenuidad muestra una devota implorante ante las andas de la Virgen –ataviada de Pastora, en su Venida– con una enferma de semblante triste en su pensamiento. Un camino de devoción, fe y agradecimiento que heredan y continúan los pequeños, que orgullosamente plasman a través de esta actividad escolar.
«La lástima ha sido no tener más tiempo para seguir por el final de curso», asegura Neyra. Un trabajo importante para que los niños hagan suya e interioricen no solo a la Virgen y su Venida, sino la historia y todas las tradiciones, para mantener vivo el nombre y la devoción de Escardiel.