Lágrimas en Arahal por las dos vecinas asesinadas

Sus paisanos y familiares se concentraron en la tarde de ayer para condenar la violencia tras el doble crimen del lunes

María Montiel marmondua /
14 dic 2016 / 21:07 h - Actualizado: 14 dic 2016 / 22:21 h.
"Sucesos"
  • El alcalde arahalense, en el centro, se sumó al dolor por el trágico suceso. / M.M.
    El alcalde arahalense, en el centro, se sumó al dolor por el trágico suceso. / M.M.

Bajo un cielo encapotado, el pueblo de Arahal despedía desolado a Rosa y su madre Rosario, asesinadas el pasado lunes como consecuencia de las puñaladas recibidas por parte del hermano y el hijo de ambas. La mañana del miércoles amanecía gris como el sentimiento general de los vecinos que, entre lágrimas, no terminan de asimilar los hechos. En la plaza de la Corredera se vivían muestras de dolor en la concentración contra la violencia convocada por el Ayuntamiento tras el trágico suceso.

Cuando daban las siete de la tarde, momento de la concentración, como si de una metáfora de los ánimos se tratase, la lluvia volvía a empapar las calles. La plaza frente al Ayuntamiento acogía a los vecinos, con los paraguas abiertos, que se unían para decir alto y claro «Arahal contra la violencia» guardando un minuto de silencio por estas pérdidas. Antes, el alcalde, Miguel Ángel Márquez, tomaba la palabra para «expresar el gran dolor por el crimen acontecido hace 48 horas». Aún está siendo muy difícil asimilar los hechos y la familia, desolada presentes en la concentración dos hijos y hermanos de las fallecidas, agradecía al pueblo este apoyo. Márquez recalcaba que «Arahal es un pueblo de paz y dice no a la violencia y, por supuesto, no en el ámbito familiar». Antes de que todos enmudecieran, un recuerdo porque «allá donde estén, no habrán perdido la sonrisa ya que así las conocíamos».

Desde la Delegación de igualdad del consistorio arahalense, se ha recordado a «Rosario y a Rosa María como ejemplos de mujeres luchadoras, de las que estamos inmensamente orgullosas». En un comunicado, el área manifestaba que, «en nombre de todas las mujeres de Arahal seguiremos trabajando para que todo tipo de violencia, especialmente la violencia intrafamiliar, deje de ser noticia».

Unas horas antes, el tanatorio de la localidad era un hervidero de vecinos desde que, en la tarde del martes, llegaran los cadáveres tras realizarse las autopsias en el Anatómico Forense de Sevilla. A media mañana, la iglesia de la Victoria acogía la misa y posteriormente recibían sepultura las víctimas en el cementerio de la localidad. La vivienda donde habitaban, en la calle Pedrera situada en el Barrio de El Altillo, está siendo un altar improvisado para amigos y familiares que homenajean con flores y velas a las fallecidas.