Lantejuela frena el fracaso escolar con apoyo individual

La mitad de los escolares que querían dejar los estudios sacan un grado medio

17 feb 2018 / 18:27 h - Actualizado: 17 feb 2018 / 18:28 h.
"Educación"
  • Escolares de Lantejuela acuden a una de las clases de apoyo que se imparte en la Casa de la Juventud. / El Correo
    Escolares de Lantejuela acuden a una de las clases de apoyo que se imparte en la Casa de la Juventud. / El Correo

El elevado abandono escolar y la falta de interés por los estudios entre los jóvenes de Lantejuela llevó al Ayuntamiento de la localidad a poner en marcha el programa Todos pueden aprender, con la colaboración de la Diputación de Sevilla. Esta iniciativa dio sus primeros pasos en 2013 y se ha prolongado en el tiempo por los resultados tan satisfactorios que se están obteniendo.

El proyecto se inició con estudiantes de tercero y cuarto de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), aunque este año el plan se ampliará a alumnos de segundo de la ESO, «porque cuanto antes se comience a orientar a los escolares, también se logran mejores resultados», explica el responsable del programa, el técnico de Juventud del Consistorio, Sebastián López.

Aunque las alarmas saltaron por el alto fracaso escolar, a los responsables municipales también les llamó la atención que los jóvenes de la localidad decidiesen trasladarse a municipios vecinos a estudiar la ESO, «y la mayoría de los que se quedaban en Lantejuela eran los que tenían menos interés por los estudios», indica López, quien asegura que esta dinámica ha cambiado desde que se guía a los escolares, «ahora ya optan por quedarse en el municipio por el apoyo que se les presta».

Señala que el programa trabaja con dos grupos de jóvenes: los que no quieren estudiar y los que tienen más dificultades para aprender.

Con los primeros se buscan alternativas para que puedan obtener una formación que les sea útil para encontrar una salida laboral que les sea atractiva. Se realizan cursos de formación personalizados y se les ayuda a buscar cursos, según los gustos de cada alumno.

López manifiesta que la mayoría de estos chicos que no tenían interés por estudiar cambian su actitud y reclaman ser formados. Una de las materias más demandadas es iniciación a la informática, «porque aunque saben mucho de redes sociales, carecen de formación técnica».

Este trabajador municipal dice con orgullo que estos estudiantes que tenían un futuro muy incierto ven que con el apoyo que se les da logran una salida laboral. Asegura que la mitad de los chicos que renunciaba a seguir con los estudios obtiene un título de grado formativo medio o se forma en algo específico para encontrar un empleo. De hecho, asegura que aproximadamente el 80 por ciento de estos jóvenes tiene trabajo.

Respecto a los escolares a los que más les cuesta estudiar, el psicólogo-pedagogo que se contrata para el programa analiza con los afectados los motivos por los cuales pueden tener problemas de aprendizaje. López indica que en la mayoría de los casos es porque no saben estudiar y por ello se les enseñan técnicas efectivas de estudio personalizado a cada caso y se les motiva.

Estos chicos acuden en horario de tarde a la Casa de la Juventud, lugar donde se les presta la ayuda. Comenta, además, que a muchos de estos adolescentes en su casa sus padres tampoco pueden prestarles apoyo por carecer de formación, «por ello también se les orienta, según sus necesidades».

Asegura que con estos escolares los resultados también están siendo muy positivos, porque cerca del 90 por ciento termina un ciclo formativo de grado medio. Aclara que la idea es que vayan poco a poco para acceder a estudios de nivel superior. El responsable de este programa insiste en que se ha avanzado mucho para frenar el abandono y el fracaso escolar en Lantejuela, pero carece de datos sobre cuántos jóvenes que han participado en esta iniciativa ha terminado ciclos formativos superiores o algún grado, porque no se hace un seguimiento posterior.

El programa cuenta con un presupuesto de 4.000 euros este año, y desde 2013 han tenido apoyo cerca de 200 escolares.

López señala que cuando comienza el programa se apuntan a él una decena de alumnos, pero poco a poco se van sumando más hasta llegar a los cerca de 30 o 40.

Además de prevenir el absentismo y el abandono escolar, esta iniciativa también busca evitar actitudes segregacionistas e intolerables en población vulnerable o en riesgo de exclusión; facilitar la relación entre padres e hijos y fomentar la implicación de la familia en la educación de sus hijos; orientar y motivar a los padres para que descubran la importancia de la escolarización temprana; y potenciar la coordinación y participación en los centros educativos.