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Los salvas de fusilería fueron todo un espectáculo ayer en Las Cabezas de San Juan. / El Correo -
El busto de Riego de la plaza de los Mártires recibió ofrendas institucionales.
Hace casi dos siglos, el 1 de enero de 1820, ni siquiera el general Rafael del Riego, que se encontraba en el pueblecito marismeño de Las Cabezas de San Juan con la orden de embarcar al día siguiente a su Segundo Batallón de Asturias con rumbo a América, imaginó que sería allí mismo donde cambiaría la historia de las libertades de este país. Pero fue allí. Puede que por una casualidad, por una corazonada o por un impulso libertario en la antesala del Atlántico, pero el caso es que el asturiano Riego –cuyo pueblecito natal, Tineo, acabó hermanándose con Las Cabezas tantos años después– cambió de parecer en un acto de rebeldía sin precedentes, se subió al balcón del Ayuntamiento cabeceño y proclamó la legitimidad de la única Constitución que había conocido el país, la de 1812, con una autoridad más de político moderno que de militar decimonónico. «España vive a merced de un poder arbitrario y absoluto, ejercido sin el menor respeto a las leyes fundamentales de la nación», soltó al aire sometido de todo el país aquel general cuyo golpe de estado al Absolutismo –tras tantas intentonas desde 1814– fue el único que triunfó, aunque solo diera para un Trienio Liberal y aunque aquel valiente asturiano acabara colgado y decapitado en la madrileña plaza de La Cebada mientras La Pepa iniciaba un exilio al olvido que tanto daño hizo a nuestra tardía democracia.
Aquella recuperación –transitoria– de la primera Carta Magna española, proclamada en Cádiz mientras los franceses intentaban hacerse con el país y nuestros dos monarcas –el padre, Carlos IV, y su hijo, Fernando VII– seguían secuestrados por Napoleón, no le gustó nada al rey que, en 1820, intentaba sofocar los primeros golpes independentistas de las muchas colonias americanas. Pero la recuperación triunfó mientras el imperio español se desgajaba en el otoño de su reinado, y toda aquella deriva de país en los últimos estertores del Absolutismo había comenzado en Las Cabezas de San Juan.
Así lo recordaron ayer en la XII recreación histórica del levantamiento el actor que hace de Riego y los niños que declamaban romances en una plaza de los Mártires hasta la bandera de gente caracterizada de época no solo del pueblo, sino de las muchas asociaciones históricas de Ronda, Algodonales, El Bosque, San Fernando, Alhaurín de la Torre, Cádiz y, por primera vez, hasta Real Banda de Gaitas de la ciudad de Oviedo. Estos últimos hicieron las delicias de una muchedumbre encantada de hermanar los sones celtas del otro lado de España con el flamenco de Pepe de Perico, un cantaor que hizo tonás y romances recordando la hazaña de Riego, o con el espectáculo ecuestre de Jaime de la Puerta y el baile de Rocío Suárez. También lo recordó el alcalde, Francisco José Toajas, que es el verdadero impulsor de la significativa efeméride y quien lleva toda su andadura de regidor cabeceño empeñado en que su pueblo se sitúe en el mapa de las libertades no solo señalándolo así desde el pleno, sino consiguiendo que el mismísimo Congreso de los Diputados erija un monumento a Rafael del Riego en la plaza de la Constitución, como recogieron las Cortes españolas el 21 de junio de 1822.
El busto no pudo colocarse entonces porque los Cien Mil Hijos de San Luis fueron más veloces en su auxilio a Fernando VII, pero al menos Las Cabezas consiguió por decreto el título de ciudad que mantiene hoy. El Ayuntamiento ha intentado históricamente la colocación del monumento, pero siempre infructuosamente: en 1869, tras la revolución que puso fin al reinado de Isabel II; en 1988 –cuando el hermanamiento con el pueblo natal de Riego–; en 1997, cuando una sesión extraordinaria del pleno lo solicitó al Congreso; y en 2002, cuando se llegaron a iniciar incluso los trámites para presupuestarlo. Pero nunca se hizo. Con vistas a las próximas efemérides de 2020 –dos siglos del levantamiento– o de 2022 –dos siglos del decreto que mandaba el monumento a Riego en Las Cabezas–, el Consistorio se está rearmando de actividades y de intenciones para explicarlo con todo rigor en Madrid. «Es de justicia histórica», sostiene Toajas.
La mayor fiesta local
Los cabeceños han vivido este fin de semana su fiesta más singular, «porque todos los pueblos tienen su Semana Santa o su feria, pero ninguno el orgullo de ser la primera ciudad constitucional», recuerda el alcalde. Desde el viernes, el pueblo se ha caracterizado como hace dos siglos, y no ha habido colectivo o asociación ajenos a la fiesta. Por la plaza de los Mártires y la Alameda, un mercado del siglo XIX acogió exhibiciones de rapaces, talleres de artesanía, pintura y globoflexia, teatros callejeros gracias a la asociación local Pabalumas, magia, pirotecnia, espectáculos de danza de la asociación de Diego Guijo y pasacalles... El domingo fue el día grande, porque al cúmulo de actividades se sumó la llegada de tanta gente de fuera que empieza a subrayar la Recreación del Levantamiento en el calendario de la memoria cultural histórica del país.
ASOCIACIONES COLABORADORAS
-Asociación H. C. Teodoro Reding. Alhaurín de la Torre (Málaga)
-Asociación Voluntarios de la Batalla de Bailén (Jaén)
-Asociación Bailén por la Independencia (Jaén)
-Asociación H. C. Carmen de Ronda (Málaga)
-Asociación H.C. Vida y muerte de José María, El Tempranillo. Alameda (Málaga)
-Asociación H. C. Villa de El Bosque (Cádiz).
-Asociación H. C. Por la resistencia de Algodonales
-Asociación H. C. 24 de septiembre de 1810. San Fernando (Cádiz)
-Asociación Arrabal de Puntales (Cádiz)
-Asociación Cultural de Recreaciones Hicas. Castillete de Puntales (Cádiz)