Las empresas vetadas producen más aceitunas que las americanas

Bell-Carter y Musco, ambas de California, convencieron a Donald Trump para que introdujera aranceles a la importación de estos frutos porque el producto español vende más que el suyo

06 dic 2017 / 22:04 h - Actualizado: 07 dic 2017 / 08:15 h.
"Economía","Agricultura","Aceituna de mesa","Donald Trump"
  • Agricultores sevillanos en plena campaña de verdeo. / Paco Cazalla
    Agricultores sevillanos en plena campaña de verdeo. / Paco Cazalla

Las dos empresas californianas que denunciaron presuntas prácticas ilegales de firmas españolas a la hora de exportar a Estados Unidos aceituna negra, y han conseguido que, provisionalmente, se apliquen aranceles a este producto español, mantienen una facturación por debajo de las tres españolas investigadas, todas de Sevilla, e incluso una de ellas tiene en su web un texto que habla de los costes añadidos que supone contar con producto español en las mesas estadounidenses.

Es el caso de las compañías Bell-Carter Food Inc y Musco Family Olive Co., las dos empresas que han convencido a los gobernantes de su país para que se comiencen a aplicar aranceles a las que producen aceitunas de ese tipo en suelo español, que coinciden, en ambos casos, en presumir de ser las líderes de producción en el estado de California, donde se encuentran ubicadas.

Concretamente, según se recoge en la web oficial de la compañía Bell-Carter Food Inc, su producción oscila entre las 40.000 y las 60.000 toneladas de aceitunas cada año. Fundada en 1912, es el productor de aceituna de mesa más grande de los Estados Unidos y el segundo más grande del mundo –el primero es el rodense Agro Sevilla–, y produce y vende más de la mitad de las aceitunas de California, lo que proporciona empleo a tiempo completo a casi 400 personas.

La información oficial que ofrece la empresa no se detiene en hablar de ella misma, sino que apunta a los problemas económicos que puede suponer importar aceitunas españolas, ya que «los costes de envasado (frascos, tapas, etiquetas y fibra) reflejarán unos costes crecientes que oscilarán entre el 2 y el 5 por ciento en España. Otros componentes que impactarán los costos en relación con la producción española incluyen energía, inflación y transporte marítimo», señala, por lo que defiende que el precio de venta de su producto siempre será más positivo que el de las empresas españolas.

Son referencias directas a la aceituna de España, aunque indirectamente siempre hay referencias para el producto, incluso para comprar una «temporada de a de crecimiento de olivo muy inusual para California y España», obviando referencias comparativas con empresas norteamericanas.

Por su parte, Musco Family Olive Co. fue fundada a principios de la década de 1980, en Tracy, California, y presume de tener las instalaciones más modernas del mundo. En distintas entradas de su web oficial habla de 200 o 350 trabajadores indistintamente, lejos, de todas formas, de los 500 de Agro Sevilla, cifra que coincide con la de productores que abastecen de aceitunas su factoría.

«Musco se ha convertido en el principal proveedor de aceitunas de mesa en América», señala, mientras, a diferencia de la anterior, muestra un certificado de excelencia, llamado C-TPAT, que tiene como única empresa de su ramo en su país. Curiosamente, el certificado está destinado a «construir relaciones de cooperación que fortalecen y mejoran la cadena de suministro internacional general y la seguridad fronteriza de los Estados Unidos».

En cifras, Musco absorbe entre el 40 y el 45 por ciento de la cosecha de aceituna de mesa de California, con clientes en prácticamente todos los rincones de EEUU.

Globalmente, un estudio de la Facultad de Agricultura de la Universidad Politécnica del Estado de California concreta que este estado produce más del 95 por ciento de las aceitunas cultivadas en el país. No obstante, el mismo estudio concreta que Estados Unidos compró en 2015 aceitunas preparadas o en conserva valoradas en casi 414 millones de dólares (351 millones de euros). La aceituna española representa el 87 por ciento de las importaciones de aceitunas al país norteamericano. A mucha distancia le siguen Grecia e Italia.

Por lo tanto, la comparativa de las cifras habla por sí sola en cuestión de empresas. Actualmente, Agro Sevilla integra a 11 cooperativas y a más de 4.000 agricultores asociados, llega a alcanzar una producción anual de más de 80.000 toneladas de aceitunas y exporta aceitunas a más de 70 países alrededor del mundo.

Otra de las empresas investigadas, la moronense Aceitunas Guadalquivir, es actualmente una de las cinco mayores empresas del mundo del sector de la aceituna de mesa, con una producción de más de 50 millones de kilos de aceitunas al año y más de 400 empleados en cuatro plantas de fabricación. Sus productos llegan a más de 60 países.

La tercera, paisana de la anterior, Ángel Camacho Alimentación, acredita 206,9 millones de euros en ventas anuales, con 128,5 millones de euros en aceitunas comercializadas, el 93 por ciento del producto envasado, con 284 proveedores y nada menos que 795 empleados.