Limpieza exprés de los juzgados de Estepa tras un ataque de termitas

La desinfección se hizo por la tarde para que no afectara al horario de atención al público. La ‘invasión’ afectó a sillas, armarios y al estado de la sala de vistas

Iñaki Alonso @alonsopons /
29 jul 2018 / 22:22 h - Actualizado: 29 jul 2018 / 23:25 h.
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  • Entrada del juzgado de Estepa. / El Correo
    Entrada del juzgado de Estepa. / El Correo

Sillas, armarios o la sala de vistas plagados de picotazos. Los juzgados de Estepa fueron víctimas esta semana de una plaga de termitas que podían haber causado un destrozo todavía mayor de no ser por una desinfección exprés que, además, se efectuó sin trastocar los horarios de atención al público de las dependencias judiciales de la céntrica calle Castillejos.

El suceso se produjo este pasado martes, cuando los responsables del juzgado de instrucción número 1 de Estepa dieron la voz de alarma. Llamaron para avisar de «un problema de salud pública» en su sede por lo que en un principio creían que era la aparición de chinches. Una vez inspeccionada a fondo las dependencias, los técnicos concluyeron que la plaga no correspondían a estos insectos, sino que se trataba de la presencia masiva de termitas escarabajo, que estaban dañando el mobiliario de madera de la sede, que presentaba numerosos agujeros y picotazos.

Con el diagnóstico hecho, se actuó sobre la marcha: se encargó a una empresa de desinfección la eliminación de estos molestos insectos y la limpieza de la sede judicial. La ventaja en esta ocasión es que la incidencia no obligó a cerrar las dependencias judiciales, algo clave en unas fechas complicadas como es finales del mes de julio. Eso ha sido posible gracias a que la empresa desempeñó las tareas en horario de tarde. Para ello, tuvo que tirar de cronómetro, ya que no era simplemente rociar, sino que el tratamiento que debía utilizar era un líquido que requería, una vez echado, un tiempo mínimo de 12 horas de ventilación y, obviamente, sin presencia alguna de personal, ya que corrían riesgo de intoxicación. La fórmula escogida fue actuar sobre las cuatro de la tarde, de manera que hubiera margen suficiente para que el edificio pudiera estar a pleno rendimiento a la mañana siguiente. Limpieza a fondo de tarde y atención al público de mañana. La primera zona en la que se actuó a conciencia fue la planta baja, una de las más afectadas por las termitas y en la que se encuentra, por ejemplo, el registro civil, según informaron fuentes judiciales.

La rápida actuación ha evitado que las termitas causaran daños estructurales en el edificio y su invasión se haya limitado a picaduras en varios muebles, que han sido pertinentemente retirados. De hecho, la Consejería de Justicia ya ha aceptado presupuesto para la reposición del material y mobiliario dañado y se confía en que la semana que viene ya hayan llegado los recambios. Mientras, ya se han llevado varias sillas y el estrado de la sala de vistas, que habían resultado dañados por el ataque de estos molestos bichos.