Los artesanos vuelven a Gelves

La escuela Della Robbia reanuda su actividad con su primer curso después de dos años cerrada

Iñaki Alonso @alonsopons /
18 nov 2017 / 21:40 h - Actualizado: 19 nov 2017 / 09:28 h.
"Arte","Artes plásticas"
  • Un alumno muestra cómo saca fruto de las nociones de sus profesores con una producción digna de un gran artesano. / Fotos: Jesús Barrera
    Un alumno muestra cómo saca fruto de las nociones de sus profesores con una producción digna de un gran artesano. / Fotos: Jesús Barrera
  • Decenas de creaciones recién salidas del horno.
    Decenas de creaciones recién salidas del horno.
  • Los alumnos miman con sumo cuidado los moldes creados.
    Los alumnos miman con sumo cuidado los moldes creados.

Rocío Cano había enfocado su arte hacia el croché, las telas y el mundo 2.0 –es diseñadora web–, pero siempre le había llamado la atención el barro. Su gozo era aprender el noble oficio del ceramista y había puesto los ojos en el «prestigio» que la escuela Della Robbia se había granjeado desde su apertura en Gelves en la era postExpo. Tanto que llegó a ser galardonada por los Premios Nacionales de Cerámica 2014, un año en que empezó a sufrir el lastre de unos problemas administrativos con los consorcios en Andalucía que les llevó, primero, a sufrir los impagos y, posteriormente, a cerrar a cal y canto sus instalaciones durante dos años hasta su integración

Rocío es fruto de la primera hornada de la renacida escuela de artesanos, que reanudó sus cursos en julio con 15 alumnos participantes en la acción Reproducciones de moldes y piezas cerámicas artesanales, que finalizó este mismo noviembre tras 300 horas eminentemente prácticas. Ahí, en sus tornos y mesas, se reproducen piezas, algunas tomando como molde matriz creaciones de la mismísima Cartuja, que, cuando ha estado operativa la escuela, ha llamado a las puertas de la escuela gelveña para incorporar a alumnos en prácticas a su plantel, lo que supone el «premio gordo» para estos estudiantes. Reconocimiento que se repetirá en esta edición, según aclara el tutor, el ceramista Ángel Lora, que imparte las nociones del curso junto a su compañero Youness Ait Lasen.

«Había mucha gente esperando para la reapertura», admite Rocío Cano, que está muy agradecida por una formación «integral» que, además, «fomenta el trabajo en equipo». En esa selección de aspirantes a artesanos hay de todo: desde el que viene por vocación hasta el que viene porque «estaba en mi casa sin hacer nada y surgió la oportunidad». De este segundo grupo está Manuel Miranda, un joven coriano, al que ahora le ha cautivado eso del modelar. Tanto que, en el momento de la entrevista, estaba totalmente absorto perfilando el semblante de un torero.

Del primer grupo es Rosario Sánchez, utrerana que se sacó la carrera de Bellas Artes pero que ha permanecido 16 años como profesora de Secundaria. Ahora, estando desempleada, ha retomado el camino de la artesanía y lo hizo mirando hacia la escuela de Gelves. «El primero que salía era el de moldes y ahí me apunté», explica Rosario, que confía en seguir formándose en otras materias que se impartan en esta sede.

Este curso ha supuesto un arranque que no ha quedado exento de dificultades, tal y como reconoce el director de la escuela, Juan Manuel Anguas, que confía en que poco a poco la Della Robbia recupere el brillo pasado, donde consiguió reunir en el centro a más de 250 alumnos. De momento, para este otoño está previsto que arranquen otras siete acciones formativas, como son Operaciones de reproducción manual o semiautomática de productos cerámicos, Reproducciones de moldes y piezas cerámicas artesanales, Alfarería artesanal, Serigrafía artística, Trabajos de carpintería y mueble, Diseño de productos gráficos y Mantenimiento y reparación de instrumentos musicales de cuerda.