Los burros bombero dejan el campo para comerse la urbe

Bormujos pone en marcha, junto a la asociación El Burrito Feliz, un proyecto piloto en el que los animales desbrozan solares urbanos y evitan incendios

08 mar 2017 / 21:33 h - Actualizado: 08 mar 2017 / 21:34 h.
"Medio ambiente","Incendios","Animales"
  • Varios burros de la asociación El Burrito Feliz, en pleno desbroce de un solar de Bormujos. / El Correo
    Varios burros de la asociación El Burrito Feliz, en pleno desbroce de un solar de Bormujos. / El Correo

Quizás haya oído hablar alguna vez de los burros bombero. En Doñana ya son toda una institución y, cada verano, un nutrido grupo de asnos procedentes de la Asociación El Burrito Feliz engullen los pastos secos del parque natural con el objetivo de evitar los incendios propios de las altas temperaturas.

Pero el fuego no es solo un problema forestal, y en las ciudades, por diversos motivos, se acumulan cada vez más solares sin edificar que acaban siendo auténticos jardines de jaramagos que ponen en riesgo a las viviendas de los alrededores en caso de incendiarse. Y ante esta problemática, el Ayuntamiento de Bormujos, que tiene varias parcelas en el casco urbano que necesitan ser desbrozadas, pensó en la labor que la asociación ha venido desarrollando hasta ahora y, junto a su presidente, Luis Bejarano, ha puesto en marcha durante esta semana un proyecto piloto por el que siete burritos van a dejar las parcelas vacías de la localidad más limpias que una patena. De esta forma, los burros bombero han dejado –por unos días– el campo para empezar un periplo en el que se van a comer, literalmente, la ciudad.

Por el momento, esta experiencia, pionera en entornos urbanos, está siendo «muy satisfactoria», señaló a este periódico el alcalde bormujero, Francisco Molina (PSOE). Porque hay que tener en cuenta que «vienen hambrientos y se lo comen todo».

La prueba, eso sí, se está realizando en un par de parcelas «más pequeñas de lo normal para ver su reacción en el entorno urbano». De manera intencionada, son las que se ubican frente a los dos institutos del municipio (el IES Los Álamos y el IES Juan Ciudad Duarte), para que «los chavales, que muchos de ellos no han visto un burro en su vida», se interesen por una iniciativa que aúna aspectos medioambientales, de economía sostenible, de promoción del turismo y, como no podía ser de otra forma, «de concienciación en la protección del burro», según Molina.

A tenor de que los animales han demostrado estar «a sus anchas», la idea del Consistorio es sistematizar la actuación de los asnos bombero una vez que llegue la primavera, además de intentar «que cunda el ejemplo en otros municipios», apuntó el regidor bormujero. No en vano, la iniciativa destaca no solo por su utilidad, sino también por su originalidad. Y es que, según explicó el presidente de El Burrito Feliz, hasta ahora solo se tiene conocimiento de un sistema similar puesto en marcha en el aeropuerto de Boston (EEUU).