Los Palacios firma la guerra contra Los Amarillos

Un total de 4.200 vecinos piden a la empresa de autobuses un servicio mejor

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
30 mar 2017 / 21:02 h - Actualizado: 30 mar 2017 / 21:09 h.
"Transportes"
  • Usuarios de la línea de Los Amarillos, que enlaza Sevilla-Los Palacios, montándose en uno de los autobuses. / Á.R.
    Usuarios de la línea de Los Amarillos, que enlaza Sevilla-Los Palacios, montándose en uno de los autobuses. / Á.R.
  • Interior de un autobús de la empresa de Los Amarillos. / Á.R.
    Interior de un autobús de la empresa de Los Amarillos. / Á.R.

Llueve sobre mojado, porque no es la primera vez que los usuarios de la línea 134 del Consorcio de Transportes Metropolitano de Sevilla, explotada por la empresa Los Amarillos, protestan contra el servicio que reciben: por los continuos retrasos, por las averías, por la suciedad o por el colapso de viajeros, si bien la empresa se ha parapetado otras veces en que los autobuses utilizados en esa línea Los Palacios y Villafranca-Sevilla son precisamente los mejores de los que dispone o en que las quejas oficiales que reciben se cuentan con los dedos de las manos.

Sin embargo, esta vez se ha encontrado con 4.200 firmas de palaciegos indignados que han puesto sus nombres y apellidos en cientos de hojas de reclamación repartidas por todo el pueblo para que la empresa «renueve la flota de unos autobuses que se encuentran muy deteriorados, cumpla con los horarios y garantice que los viajeros no se queden tirados en ninguna parte». Todo eso ha pasado, y más, y muchas veces, según insistían en subrayar decenas de usuarios que esperaban ayer en la parada norte del municipio, e incluso muchos de los que apoyaban la reivindicación, firmando, en el mercadillo de los miércoles, en la plaza de España o en los edificios públicos donde han estado las hojas para firmar durante las dos últimas semanas.

Clara Amuedo, una joven palaciega de 20 años que estudia en Sevilla Bellas Artes y Diseño Gráfico, asegura «depender de estos autobuses casi a diario». «Y he visto de todo», insiste. «Lo peor es que te dejen tirada en el campo del Betis a las diez de la noche, o que el autobús se retrase un cuarto de hora o incluso media hora». «Si el autobús se retrasara solo cinco minutos, uno lo entendería», dice Isaac, otro joven que no va a la capital por estudios pero «que iré a partir del curso que viene», porque justamente usaba ayer el autobús «para entregar documentación en la Universidad». «Conozco el caso de un amigo que no llegó a un examen por culpa de la tardanza del autobús y tuvo que ir a septiembre», cuenta asombrado. «Lo único decente que tienen estos autobuses son los conductores, que son buenos profesionales», señala Dolores, una señora que usa tanto Los Amarillos que saca de su bolso, fotocopiados, dos impresos con los horarios. «A partir de cierta hora de la tarde, ya hay que esperar el autobús cada hora», se queja, y añade: «Yo he tenido que bajarme de un autobús averiado en la sede de la empresa y montarme en otro, a las tantas, llegando de noche al pueblo». «Hay que ver la suciedad de los asientos, y los hay que llevan rotos años», denuncia otra señora a su lado que prefiere no dar su nombre, aunque asegura ser una de las 4.200 firmas que el alcalde palaciego, Juan Manuel Valle (IU), presentó ayer en un reunión con el delegado territorial de Fomento y Transporte, Jesús María Sánchez. La misma señora señala las pegatinas de las ventanas donde pone «Salida de emergencia». «¿Dónde están los martillitos?», pregunta irónica, porque no están.

Un par de conductores han confirmado a este periódico que las quejas de los viajeros no son caprichos. «Llevan toda la razón», han dicho, después de desvelar que incluso tenían prevista una huelga para la semana que viene que ha sido finalmente desconvocada.

Novedades

El regidor palaciego salió ayer de la reunión con el delegado territorial de Fomento y Transporte y los representantes del Consorcio de Transportes de Sevilla con el compromiso de que la empresa «renovará los cuatro autobuses habituales de la línea 134 por otros cuatro vehículos seminuevos a partir de julio». «Son prácticamente nuevos según los hemos visto en fotografías», contó ayer Valle a la salida de una reunión en la que aseguró «tener muchas más firmas de protestas de usuarios que hemos dejado en el Ayuntamiento porque las han traído tarde» y avisó de «más protestas si el servicio no mejora definitivamente».

En cualquier caso, el alcalde advirtió de que «seguiremos recogiendo firmas» y se vino con el compromiso de mantener una comunicación fluida y semanal entre Ayuntamiento y Junta de Andalucía, después de ser informado de que a la empresa Los Amarillos se le abrieron nueve expedientes sancionadores en 2014, siete en 2015 y ocho en 2016. En otoño de 2018 terminará la concesión, «y es complicado que vuelva a conseguirla la misma empresa porque hay varias intentándolo».

La nueva empresa que consiga la concesión deberá aportar autobuses totalmente nuevos.

Por su parte, el grupo municipal del PP, que también se ha sumado a la crítica a la empresa concesionaria, censuró asimismo que Valle «montara un teatro» cuando se encerró la semana pasada en la sede del Consorcio de Transportes de Sevilla para reclamar una solución al mal servicio. Además, los populares matizan que la recogida de firmas «ha sido instigada por Valle para dar la sensación de que ellos solucionarán este grave problema, aunque hasta ahora siempre había mirado para otro lado para no perjudicar políticamente a la que hasta hace poco era la consejera de Fomento de la Junta, Elena Cortés, de su mismo partido, IU».