Los Palacios y Villafranca homenajea a los fundadores de sus tres poblados de colonización

El Ayuntamiento coloca en las plazas de Maribáñez, El Trobal y Chapatales un mural con los nombres de los primeros colonos que llegaron para darles vida hace ahora medio siglo

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
03 mar 2019 / 18:02 h - Actualizado: 03 mar 2019 / 18:05 h.
  • Los Palacios y Villafranca homenajea a los fundadores de sus tres poblados de colonización

Entre 1968 y 1969, la época en que comenzó el otoño del patriarca Francisco Franco, mientras Andalucía se desangraba con una emigración que buscaba en el norte del país o en el extranjero sus peonadas mucho mejor pagadas para volver y hacerse su casita, el Instituto Nacional de Colonización, luego Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (Iryda), había terminado de construir medio centenar de poblados de colonización en toda la región que ofrecían precisamente una casa, una parcela de tierra y unos aperos de labranza para comenzar una nueva vida. Muchos de aquellos poblados recién nacidos se bautizaron con nombres en honor al Generalísimo: Bembézar del Caudillo, en Hornachuelos (Córdoba), Guadalcacín del Caudillo, en Jerez (Cádiz), Villafranco del Guadalquivir (luego Isla Mayor), en Sevilla o El Viar del Caudillo (Alcalá del Río), entre otros. En el término de Los Palacios y Villafranca, a la orilla de las marismas del Guadalquivir, se inauguraron entonces tres de estos nuevos poblados que no fueron pedanías palaciegas hasta 1980: Maribáñez, al borde de la N-IV en dirección al sur; El Trobal, en el corazón de la marisma; y Chapatales, al borde del Brazo del Este.

Los Palacios y Villafranca homenajea a los fundadores de sus tres poblados de colonización

Ahora que hace 50 años de aquel aterrizaje de vecinos emigrantes de la sierra de Cádiz, desalojados de pueblos que construyeron nuevos embalses como Iznájar o de rincones más alejados aún de Córdoba o la Alpujarra granadina, el Ayuntamiento palaciego les ha brindado un reconocimiento consistente en un mural en la plaza central de cada poblado con los nombres y apellidos de los colonos y las colonas que fundaron estos nuevos núcleos de población sin los que Los Palacios y Villafranca no sería lo mismo, y no solo por su población (estas pedanías aportan unos 2.500 habitantes al total de 38.300 palaciegos), sino por el desarrollo agrario que supuso transformar esta tierra salobre y de secano en una zona regable gracias a las canalizaciones traídas desde el mismísimo Guadalquivir, como ha recordado estos días el archivero municipal, Julio Mayo, que ha contado con la colaboración de numerosos testimonios orales de entre los más viejos del lugar (ya han surgido cuatro y hasta cinco generaciones tras aquel génesis) y que tuvo que investigar, en Madrid, los fondos históricos del Instituto Nacional de Colonización.

Los Palacios y Villafranca homenajea a los fundadores de sus tres poblados de colonización

La importancia de las colonas

En aquellas actas documentales no aparecían sino los nombres de ellos, como si sus esposas no hubieran abandonado sus pueblos de origen y no hubieran hecho idéntico sacrificio para crear un pueblo de la nada. Por eso la difícil labor de Mayo y de varios vecinos de las tres pedanías ha consistido en reconstruir aquella historia oculta de mujeres que también entregaron sus vidas para entregárselas a los poblados y que permanecían hasta ahora en el anonimato. Junto a los matrimonios fundadores, figuran asimismo los primeros médicos, maestros y maestras, personal del Instituto de Colonización y hasta los sacerdotes.

En los distintos actos de inauguración de los murales que han tenido lugar estos días, el alcalde, Juan Manuel Valle (IU), ha insistido, además, en que “la modernización de nuestros campos, siempre famosos por la calidad de sus productos, así como su mecanización, intensificación de su productividad e innovación tecnológica empezó am mejorar desde estos rinconcitos de la marisma que, por otro lado, han sido ejemplares marcos de convivencia de unos hombres y unas mujeres insuperables”.

En el acto de El Trobal aseguró: “Me quedo con las palabras de Gabriel Núñez a los más jóvenes, para que no olviden que a los mayores nadie les regaló nada. Y que ha costado mucho esfuerzo y sufrimiento construir lo que tenemos”.