«Los pueblos sevillanos han sido un claro reflejo del esplendor artístico que tuvo la ciudad de Sevilla durante el Barroco»

Entrevista a Rosa Rodríguez Cárcela, periodista e investigadora sobre imágenes de arcángeles en Sevilla. Hay unas 1.000 imágenes de arcángeles en Sevilla y provincia. La iconografía más común es la de San Miguel, representado como guerrero celestial

02 dic 2018 / 08:54 h - Actualizado: 02 dic 2018 / 08:57 h.
"Arte"
  • Rosa Rodríguez Cárcela
    Rosa Rodríguez Cárcela

Es una periodista consagrada, especializada en periodismo institucional y empresarial así como en periodismo de sucesos, tema sobre el que desarrolló su tesis doctoral en la Universidad de Sevilla. Trabaja en el Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) de la Junta de Andalucía y es además licenciada en derecho. De un tiempo a esta parte se ha interesado por la historia y la transmisión místico-mensajística que proyectan las figuras de arcángeles tanto en Sevilla capital como en su provincia, un campo investigador casi inexplorado. Ya ha publicado el primer tomo de sus resultados, dedicado a Sevilla ciudad. Ahora acaba de salir el segundo, Arcángeles en la provincia de Sevilla, presentado recientemente en el Círculo Mercantil e Industrial.

¿Por qué se sintió atraída por la investigación hacia las figuras de arcángeles?

Siempre he sentido atracción por los ángeles en general, ya que creo en ellos. Hace unos años descubrí que, en la sacristía de la iglesia de Santa Cruz de Sevilla, estaba depositada una magnífica escultura barroca, a tamaño natural, de San Miguel, de autoría anónima y del siglo XVIII. Me impresionó su fuerza y dinamismo, su combate contra las fuerzas del mal, simbolizado en un dragón. A partir de entonces empecé a visitar al arcángel e investigar sobre la talla. Luego vino todo lo demás: difundir a los arcángeles, su función en el arte y activar su devoción popular. Me recorrí todas las iglesias y conventos de Sevilla capital para elaborar un inventario y publiqué el libro Arcángeles de Sevilla, editado por el Ayuntamiento hispalense en 2014. Después se me ocurrió hacer lo mismo aplicado a la provincia.

¿En qué ha consistido su método de trabajo?

La investigación se ha realizado mediante un trabajo de campo en el que se han visitado la mayoría de las iglesias y los conventos de la provincia con imágenes de arcángeles, documentándolas gráficamente. Ello ha permitido su observación y descripción, constatando el estado de conservación. También se incluyen ermitas, capillas de hermandades y algunas colecciones particulares

Se ha complementado con la información facilitada por especialistas en arte, restauradores, comunidades religiosas, hermandades, archiveros municipales e investigadores locales. La finalidad del libro es divulgativa, dando a conocer un valioso patrimonio cultural hasta ahora inédito en la provincia.

De los 104 pueblos existentes en la provincia de Sevilla, hemos constatado representaciones en 74 de ellos (una representatividad de más del 70%). Dada la diversidad geográfica de la provincia, se ha efectuado una clasificación simplificada por comarcas -tal y como tiene establecida la Diputación hispalense del total de municipios en seis zonas turísticas-, que ha facilitado el análisis y los resultados obtenidos. Así, el repertorio iconográfico aparece clasificado por los arcángeles detectados en El Aljarafe, Guadalquivir-Doñana, La Campiña, Vía de la Plata, Sierra Norte (ahora llamada Sierra Morena) y Sierra Sur.

Dos libros sobre arcángeles: uno sobre Sevilla ciudad y otro sobre la provincia. Supongo que habrá conexiones en cuanto a los estilos y las épocas.

El libro Arcángeles de la provincia de Sevilla es un inventario iconográfico, a modo de guía, que deja constancia de las magníficas pinturas y esculturas que los pueblos sevillanos conservan de los tres arcángeles canónicos, ejemplo de la historia, la cultura y la veneración popular. Si la capital andaluza posee un elevado número de obras, casi 400, la provincia es también un extraordinario testimonio de ello, ya que tiene cerca de 600 imágenes. Se constata, por tanto, su importante representatividad no sólo cuantitativa, sino cualitativa.

Una de las conclusiones pone de manifiesto que esta riqueza patrimonial se debe a que los pueblos sevillanos han sido un claro reflejo del esplendor artístico que tuvo la ciudad de Sevilla durante el Barroco. Esta temática en la pintura sevillana tuvo su mayor proyección en dicho periodo, ya que los ángeles y arcángeles -como símbolos religiosos de protección y amparo de las personas y comunidades religiosas-, se convirtieron en uno de los temas autóctonos del siglo XVII. Su representación fue abundante en las composiciones religiosas ejecutadas por la pintura del seiscientos, con un carácter devocional. Se trataba de la producción de múltiples lienzos realizados por artistas vinculados al estilo zurbaranesco que perpetuaron unos prototipos de arcángeles durante la segunda mitad del XVII y el XVIII. La escuela local fue pródiga en creatividad y se expandió por los pueblos sevillanos.

¿Hay alguna zona de la provincia de Sevilla que destaque especialmente por la presencia de las imágenes de arcángeles?

Los resultados indican que de las seis comarcas analizadas es La Campiña la que tiene el mayor número y riqueza artística, seguida del Aljarafe y Guadalquivir-Doñana. Sierra Norte, Sierra Sur y Vía de la Plata presentan una menor representatividad iconográfica, aunque pueblos como Alanís o Morón de la Frontera son testimonio de excelentes obras. Del conjunto de los pueblos que se incluyen son Carmona y Écija los que poseen más iconografía, seguidos de Marchena y Osuna, sobresaliendo también su calidad. Es razonable que así sea, dada la abundancia de monumentos religiosos que históricamente han tenido estos pueblos frente a otros más modestos. Además, se evidencia que la destrucción de patrimonio religioso en la provincia al inicio de la Guerra Civil también afectó a estas imágenes.

Llama la atención de los arcángeles su vestimenta simbólica, ¿cómo los clasificaría usted?

Los pintores y escultores han representado a los arcángeles de forma humana, pero con alas y símbolos propios de su rango y función. Suelen llevar atributos externos alusivos a la misión que cumplen en la Tierra. Su vestimenta simbólica se inspira en los textos bíblicos, en el tratado Arte de la pintura (1649) de Francisco Pacheco y en los grabados de Wierix de finales del siglo XVI basados en los frescos de los Siete Arcángeles encontrados en 1516 en el templo carmelita de San Ángelo (Palermo).

El arcángel que con mayor frecuencia se representa es San Miguel, seguido de San Gabriel y después San Rafael. La iconografía más común es la de San Miguel como de guerrero celestial, ataviado de militar romano, derrotando al diablo con la espada y el escudo, inspirada en la escena que recoge el libro de la Revelación o Apocalipsis. También aparece simbolizado en su condición de Príncipe de la Milicia Celestial, posando sobre nubes con las mejores galas, sin la presencia del maligno. Además, es recurrente su figura presidiendo las escenas del Juicio Final -como brazo ejecutor de la justicia divina- y de las Ánimas del Purgatorio portando la balanza del pesaje de almas. Se le identifica con sus siglas QSD (Quis Sicut Deus, Quién como Dios). Es reconocido como patrón y protector de la Iglesia y salvador de las almas contra los poderes diabólicos, especialmente a la hora de la muerte.

La imagen artística de San Gabriel está mayoritariamente unida a la escena de la Anunciación, que bebe sus fuentes del episodio escrito en el Nuevo Testamento por San Lucas. Es el arcángel mariano por excelencia, siendo también conocido en el Antiguo Testamento como Fortitudo Dei (Fortaleza de Dios). Sus atributos son la vara de azucenas -símbolo de pureza-, el cetro como embajador o nuncio de Dios y la filacteria con la inscripción Ave María, gratia plena. Es poco común verlo representado solo, a no ser que forme parte de un conjunto con los otros arcángeles.

San Rafael, el tercer arcángel canónico en jerarquía, cuyo nombre significa Medicina Dei (Medicina de Dios), encarna la curación. Simboliza la sanación para las dolencias espirituales y físicas, es el protector de los caminantes y patrón de los hermanos hospitalarios. Es usual verlo vestido con la esclavina con conchas y sujetando entre sus manos el pez y el cayado rematado en la calabaza de peregrino, sólo o en compañía de Tobías niño. Su iconografía tradicional toma como referencia la escena del río Tigris (capítulo 6, Tobías y el pez) del Libro de Tobías.

En el estudio también se recogen representaciones más minoritarias de los arcángeles no canónicos (Uriel, Baraquiel, Seatiel y Jehudiel). Tengamos en cuenta que San Miguel, San Gabriel y San Rafael son los únicos aceptados a título eclesial. Uriel identificado con la espada de fuego, Jehudiel con el flagelo y la corona, Baraquiel con flores en la sobrefalda y Seatiel, el orador que eleva las plegarias a Dios con el incensario.

Parece como si los arcángeles tuvieran una función de guardianes del orden divino pero del orden divino cristiano, sobre todo.

Sí, así es; se encuentran ante la presencia de Dios y tienen importantes misiones en la tierra. En España y otros países de tradición católica como Francia o Italia su representación artística y culto están centrados en el orden divino cristiano. Conocemos a los arcángeles por los libros sagrados del cristianismo: diversos libros del Antiguo Testamento, el Apocalipsis y ciertos libros no canónicos de las Escrituras, los libros apócrifos como el de Enoc o Esdras, por lo que se trata de figuras que tienen su origen en el judaísmo y pasan así al cristianismo.

Durante la Contrarreforma la figura de San Miguel fue muy difundida por la Iglesia católica en Europa como símbolo contra la herejía protestante, de ahí la enorme cantidad de imágenes artísticas creadas con el fin de ensalzar su culto. Además, la sociedad barroca profesaba gran devoción al este arcángel y así lo expuso el jesuita Juan Eusebio Nieremberg en su libro De la devoción y Patrocinio de San Miguel, Príncipe de los Ángeles, Antiguo Tutelar de los Godos y Protector de España (1643).

En la actualidad el Papa Francisco ha pedido públicamente que se rece la oración de San Miguel, tanto al final del Rosario como de las misas, para proteger a la Iglesia contra las amenazas del diablo en tiempos de tribulación y de ataques contra la iglesia.

A Mahoma se le apareció el arcángel Gabriel que, junto con Miguel, son citados en El Corán. Gabriel se le apareció a la Virgen María para anunciarle el nacimiento de Jesús. En las iglesias anglicana y ortodoxa se le considera arcángel y santo. ¿Nos demuestran estos hechos que es un arcángel especial y que entre religiones hay más lazos de unión de los que pensamos?

Todas esas manifestaciones corresponden a las denominadas religiones abrahámicas (cristianismo, judaísmo e islamismo); esto es, tienen una raíz común por lo que es lógico que tengan conexiones entre sí. San Gabriel es el mensajero divino de todas estas religiones.

Cuando me documento para esta entrevista leo en Internet titulares como estos: “8 cosas que tal vez no sabías de los Santos Arcángeles”, “recibe el poder de los Arcángeles utilizando sus colores”. ¿Se frivoliza sobre este tema?, ¿qué ideas esenciales hay que tener en mente acerca de los arcángeles?

La palabra arcángel traducida del griego significa “mensajero principal”. Los arcángeles son los príncipes de los ángeles y, según recoge San Isidoro, son los enviados principales de Dios al mundo terrenal. La tradición, la devoción y el arte popularizaron los nombres de los tres principales, San Miguel, San Gabriel y San Rafael, los únicos citados en la Biblia y reconocidos oficialmente por la Iglesia católica.

La veneración popular a los ángeles y arcángeles tiene unas características diferentes a la devoción de las clausuras conventuales femeninas, ya que se trata de un culto más intelectualizado al ser los arcángeles manifestaciones de los atributos divinos. Deben ser considerados como especiales consejeros, protectores contra el mal, acompañantes y protectores de las personas más próximas a Dios.

Y sí, se frivoliza mucho, especialmente con la denominada “New Age”, esta nueva moda pseudo religiosa que desvirtúa esta temática. Mucha gente invoca a estos seres celestiales, creyendo que les concederán todo lo que pidan inmediatamente. Y lo peor, y más peligroso, es que se hacen rituales con nombres extraños de supuestos arcángeles que pueden atraer a espíritus no precisamente benignos. Los arcángeles canónicos son mensajeros de Dios y hay que devocionarlos con fe y oración.

Usted es una científica católica, su línea de trabajo tal vez le chocaría a determinadas tendencias políticas, ¿qué motivos cree usted que pueden existir detrás de este ambiente anticlerical y antirreligioso que se respira en ciertos círculos políticos y sociales de España?

Mi línea de trabajo en esta temática es de investigación. Este libro tiene como objetivo fundamental la difusión de un patrimonio cultural muy rico, aunque desconocido por la mayoría de la gente. Se trata de arte religioso, pero a las personas que le guste contemplar una buena escultura de Pedro Roldán o una magnífica pintura de Juan de Espinal, independientemente de sus ideologías, seguro que les entusiasma esta temática.

A través de este estudio lo que he intentado es dar a conocer un patrimonio en absoluto menor y en gran parte oculto. Con cierta frecuencia estas imágenes se encuentran en lugares poco visibles, en sitios elevados (áticos, muros superiores de los templos, techos y coros altos) o localizadas en las clausuras de los conventos, las sacristías y los despachos parroquiales; o bien, no se saben identificar y se ignoran, pasando desapercibidas.

Muchas personas no van a misa o no creen en la Iglesia como institución, pero sí adoran y veneran a Dios, a la Virgen y a sus santos. Por ello, los arcángeles siguen gozando del fervor popular. En este sentido, diversas iglesias y ermitas de los pueblos sevillanos tienen bajo su protección a los santos arcángeles. A San Miguel en Castilleja del Campo, Lora de Estepa, Marchena, Morón de la Frontera y Villanueva del Ariscal. Isla Mayor es el único pueblo de la provincia donde figura como titular San Rafael en la iglesia parroquial. Con respecto a San Gabriel, no aparece registrada ninguna advocación, pero sí con la denominación genérica de la Encarnación en los conventos de Fuentes de Andalucía y Osuna, en la ermita de Gerena y en las iglesias parroquiales de Bormujos y Constantina.

Además de investigadora de la imaginería religiosa centrada en los arcángeles es usted periodista en activo, licenciada en ciencias de la información y en derecho y doctora en periodismo con una tesis sobre periodismo de sucesos. ¿Acercarse a los arcángeles es una forma de decirnos estoy harta del periodismo y del ambiente crispado y judicializado que se vive en la sociedad?

Puede ser, no lo había pensado de ese modo. Los sucesos son la esencia del periodismo, ya que tratan sobre siniestros y hechos delictivos y sorprendentes que ocurren en la calle. Son, mayoritariamente, malas noticias. Es un periodismo especializado del que me gusta investigar porque se aprende mucho sobre la condición humana y el oficio periodístico. La investigación y el estudio de los arcángeles también me encanta y disfruto mucho, son temas más elevados y espirituales y, tal y como usted comenta, me acercan más a lo divino y me alejan de lo terrenal.

¿Piensa seguir abundando en esa línea de investigación religiosa?

Probablemente. Tengo un proyecto en mente, en la misma línea de los anteriores, pero esta vez centrado en el Ángel de la Guarda en Sevilla. Popularmente la gente cuando ve al Ángel de la Guarda, en pintura o escultura, acompañando a los tres arcángeles dice que son “los cuatro arcángeles”.