El Ayuntamiento de Aznalcázar está haciendo una encuesta entre sus vecinos para conocer sus necesidades y sus preferencias sobre vivienda para, en base a sus opiniones, elaborar el plan municipal de vivienda y el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
La mayoría de los aznalcaceños que han participado hasta ahora en este sondeo han señalado que su ideal es disponer, en primer lugar, de una casa en alquiler con opción a compra; seguido de una vivienda en propiedad y, por último, de un hogar de alquiler, según explica la alcaldesa del municipio, la socialista, Manuela Cabello.
Respecto a las características de estas viviendas, los aznalcaceños buscan una casa unifamiliar, de dos plantas, con tres habitaciones, dos baños y ático retranqueado, «una casa similar a las de toda la vida de la localidad», señala la regidora, que apunta a que estas opiniones de sus vecinos no caerán en saco roto y reitera que ayudarán al Consistorio a planificar el futuro urbanístico del pueblo.
Cabello recuerda que el 86 por ciento del término municipal de Aznalcázar está protegido por estar en el parque natural de Doñana y que su crecimiento está condicionado a esta protección. Asegura, además, que la idea de su equipo de gobierno es que las futuras viviendas se levanten junto al casco urbano, no alejadas del centro. Su objetivo es que el pueblo crezca de forma compacta, sin urbanizaciones que estén alejadas del casco urbano.
Por otra parte, la alcaldesa señala que su municipio no sufrió el boom urbanístico que vivieron otras localidades de su entorno, aunque admite que se hicieron viviendas que no se pudieron vender por la crisis y por los elevados precios a los que salieron a la venta. Indica que en los años de bonanza económica hubo casas de nueva planta por las que se llegaron a pedir unos 192.000 euros, que no se llegaron a enajenar por la crisis y que ahora los bancos venden por la mitad.
Estos elevados precios hicieron, según la regidora, que algunas de estas viviendas no encontrasen propietario y fuesen ocupadas de forma ilegal, «con los consiguientes problemas sociales que genera esta situación», manifiesta.
Para evitar que la historia se repita, la alcaldesa recalca que quiere redactar un plan de vivienda y un nuevo PGOU que se ajuste a las necesidades de sus vecinos. Rememora que cuando el PSOE llegó al Ayuntamiento se encontró con un PGOU en el que se liberaba suelo para que el municipio pudiese pasar de los aproximadamente 4.500 habitantes actuales a 22.000, «algo que paralizamos inmediatamente».
Al bloquear el PGOU, actualmente se rigen por las normas subsidiarias de 1991, con problemas que hay que corregir, de ahí, insiste Cabello en la necesidad urgente de elaborar el plan de vivienda, un documento que se debe incluir en el futuro PGOU, cuyo avance espera que pueda estar para después del verano –septiembre u octubre– con el consenso vecinal.