Mairena del Alcor se vuelca con su semana grande de Cante Jondo

El premio Antonio Mairena no quedó desierto esta vez y recayó en Manuel Romero ‘Cotorro’

Alberto Guillén Aguillenito /
01 sep 2018 / 21:50 h - Actualizado: 01 sep 2018 / 21:50 h.
"Flamenco"
  • Manuel Romero ‘Cotorro’ se llevó los premios Antonio Mairena y Calixto Sánchez. / Patricia Montero
    Manuel Romero ‘Cotorro’ se llevó los premios Antonio Mairena y Calixto Sánchez. / Patricia Montero

Después de la Feria de Abril, quizá el Festival de Flamenco Antonio Mairena sea el acontecimiento cultural más definitorio de la identidad común de Mairena del Alcor. Desde que el maestro de Los Alcores fundara la cita que lleva su nombre, hace ya casi 60 años, el evento ha dejado momentos inolvidables para la historia, y no hay una primera figura de este arte que no haya pisado sus tablas. Ese ha sido el ahínco de la organización desde que Antonio Mairena falleciera (el próximo miércoles se cumplen 35 años de su muerte), que el encuentro que lleva el nombre del ganador de la III Llave de Oro del Cante se mantenga primero entre sus pares. Y no sabemos si se podrá alcanzar la gloria cantora de antaño, pero es un hecho objetivo que el respaldo de su pueblo es mayoritario, como se ha podido comprobar en toda la semana cultural organizada en torno a la cita y que anoche tocaba a su fin.

Ya desde el lunes se pudo comprobar que había ganas de Festival Antonio Mairena. El conocido como Patio del Pozo de la Casa Palacio de los Duques de Arcos registró un lleno absoluto, con muchísima gente de pie alrededor, para la inauguración de la mano del alcalde, Ricardo Sánchez. A renglón seguido se inauguraban dos exposiciones. De una parte, una selección de la muestra escultórica del insigne Jesús Gavira, responsable de tantísimas obras flamencas, y por otra, Gestos, la esperada exposición de cuadros del queridísimo Chano Gavira. Además, se inauguró la instalación Lo íntimo de lo Jondo, de Núñez de Dios. El punto y final a la noche vino de la mano de la jerezana María Terremoto, que brindó una actuación con el acompañamiento de Nono de Jero a la guitarra.

El martes se vivió uno de los momentos más emotivos, en cuanto a cante se refiere, de toda la semana. Después de la presentación de la II Bienal de Arte Flamenco Canela de San Roque y la presentación del libro de Antonio Pérez Donde habita la claridad (Poesía Flamenca), llegaban dos voces jóvenes que arrancaron la ovación de los aficionados que llenaban el Patio del Pozo. Fernando Canela y Manuel Peralta, campogibraltareños ambos, arrancaron como se suele terminar el Festival, con una ronda de tonás que dejó un dulce regusto. Desde ahí, soleá, seguiriya y ya un no parar con la afición totalmente entregada.

También destacable el homenaje a Málaga, celebrado el miércoles, con una mesa redonda que dejó anécdotas y vivencias para el recuerdo y un recital de Virginia Gámez digno de mención. El jueves los actos pasaban al Teatro de la Villa del Conocimiento y las Artes, donde llegaba Dorantes. El de Lebrija, que traía el espectáculo Un flamenco al piano, colgó el no hay billetes para su recital, que de principio a fin encandiló a un patio de butacas entusiasmado. Tuvo tiempo de acordarse de Antonio Mairena, tocó su archiconocido Orobroy e incluso se dejó caer con unos bises, que remató con unas bellísimas bulerías. De ahí, la acción pasaba a la Plaza Antonio Mairena, donde pasada la medianoche, un cuadro de figuras llegadas de Utrera puso el fin de fiesta con Luis el Marquesito a la cabeza y un público que abarrotaba el improvisado escenario.

Así se cerraban los actos previos y llegaba la jornada del viernes, donde el Concurso Nacional de Cante Jondo Antonio Mairena toma el protagonismo. Había expectación por ver si había quien se llevara el gato al agua, después de que la última edición el jurado dejara desierto el Premio Antonio Mairena. Decisión que no se repitió, ya que un inspirado Manuel Romero Cotorro, quien ya estuvo en la final del pasado año, se alzó con el principal galardón y el Premio Calixto Sánchez, que reconoce a la mejor malagueña. En el ambigú, donde se escucha la otra crítica, la de la afición, se celebraba su actuación, no sólo la malagueña, también su cante por romances y una toná que acabó con más de medio auditorio en pie despidiendo al de Utrera.

Igualmente destacable el homenaje a la Peña Antonio Mairena de Hospitalet, que este año cumplía su 50 aniversario y que recibió varios parabienes de la matriz Casa del Arte Flamenco Antonio Mairena. Y mención especial a la cantaora Luisa Muñoz y a un inspiradísimo Antonio Remache, que arropados por un cuadro, hicieron las delicias del público mientras el jurado deliberaba.

Al cierre de esta edición, el Auditorio Municipal Manuel Mairena se preparaba para acoger la gran noche del cante en Mairena, que este año ha estado protagonizada por Arcángel, Marina Heredia, La Cañeta de Málaga y el baile de Farruquito. El broche de la gala se ha dejado para el cantaor local Juan de Mairena. Se espera un lleno absoluto con unas 1.500 entradas anticipadas vendidas, con lo que se rondarán los 2.000 asistentes.