Marchena se vuelca con su hermandad

Como novedad, este año han presentado el techo de la carreta del Simpecado pintado tras el estreno en 2017

María Montiel marmondua /
13 may 2018 / 18:51 h - Actualizado: 13 may 2018 / 20:26 h.
"El Rocío 2018"
  • Marchena se vuelca con su hermandad
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Una soleada mañana de domingo despuntaba a las puertas de la Iglesia de San Sebastián. En el cielo un reguero de cohetes que, desde el alba, anunciaban a Marchena el día grande la hermandad del Rocío. Era a las 9 de la mañana cuando se iniciaba la misa de romeros en una iglesia llena de peregrinos deseando emprender su camino hasta la Blanca Paloma.

El tamboril resonaba cuando, al terminar la Eucaristía, hacía la salida del Simpecado rumbo a la carreta estrenada el año pasado. A las mismas puertas del templo era bendecida y, este año, sorprendía esta carreta con el nuevo techo pintado que ha impresionado a los vecinos que lo contemplaban de cerca. Sevillanas a la salida que reflejan el sentir de estos rocieros que, tras treinta años de asociación parroquial, son hermandad desde hace algunos años.

Acompañados de las palmas se entonaba sentimientos en forma de oración. Voces que se alzaban al canto de «los caminos del Rocío son sendas que van al cielo» poco después de la entronización del Simpecado. No pierde detalle Andrés. Lleva más de treinta años acompañando a la hermandad y emocionado vive, de nuevo, esta salida. Aunque no realiza todo el camino, este domingo, de punta en blanco, ha acompañado a su hermandad «hasta el cruce de Montepalacio».

Poco después de las diez de la mañana y tirada por una mula, la carreta partía hacia su pueblo, que los recibía en las diferentes paradas antes de iniciar la peregrinación en los caminos. Tras visitar a la patrona en la iglesia de Santo Domingo, rumbo a la capilla de la Vera Cruz y el convento de San Andrés. Poco después enfilaban hacia el convento de Santa Clara donde se realizaba una ofrenda floral. Se rezaba el Ángelus a las 12.00 en la Milagrosa desde donde emprendían la ruta hacia La Mocheta para reunirse con Osuna con quien realizan el camino hasta la Aldea. El Simpecado de esta hermandad no hace el recorrido, por estar pendiente de aprobación para ser filial de la Matriz. De ahí que realicen su peregrinación junto a los rocieros ursaonenses que llegaban a la ruta desde La Puebla de Cazalla donde pernoctaron la primera noche.

En Montepalacio, los rocieros celebraban la primera misa en la Mocheta, situada en término municipal de Paradas. En total treinta y dos carriolas que enfilan juntos días de emoción con el objetivo de llegar a la aldea para encontrase con la Virgen.

Una soleada mañana de domingo despuntaba a las puertas de la Iglesia de San Sebastián. En el cielo un reguero de cohetes que, desde el alba, anunciaban a Marchena el día grande la hermandad del Rocío. Era a las 9 de la mañana cuando se iniciaba la misa de romeros en una iglesia llena de peregrinos deseando emprender su camino hasta la Blanca Paloma.

El tamboril resonaba cuando, al terminar la Eucaristía, hacía la salida del Simpecado rumbo a la carreta estrenada el año pasado. A las mismas puertas del templo era bendecida y, este año, sorprendía esta carreta con el nuevo techo pintado que ha impresionado a los vecinos que lo contemplaban de cerca. Sevillanas a la salida que reflejan el sentir de estos rocieros que, tras treinta años de asociación parroquial, son hermandad desde hace algunos años.

Acompañados de las palmas se entonaba sentimientos en forma de oración. Voces que se alzaban al canto de «los caminos del Rocío son sendas que van al cielo» poco después de la entronización del Simpecado. No pierde detalle Andrés. Lleva más de treinta años acompañando a la hermandad y emocionado vive, de nuevo, esta salida. Aunque no realiza todo el camino, este domingo, de punta en blanco, ha acompañado a su hermandad «hasta el cruce de Montepalacio».

Poco después de las diez de la mañana y tirada por una mula, la carreta partía hacia su pueblo, que los recibía en las diferentes paradas antes de iniciar la peregrinación en los caminos. Tras visitar a la patrona en la iglesia de Santo Domingo, rumbo a la capilla de la Vera Cruz y el convento de San Andrés. Poco después enfilaban hacia el convento de Santa Clara donde se realizaba una ofrenda floral. Se rezaba el Ángelus a las 12.00 en la Milagrosa desde donde emprendían la ruta hacia La Mocheta para reunirse con Osuna con quien realizan el camino hasta la Aldea. El Simpecado de esta hermandad no hace el recorrido, por estar pendiente de aprobación para ser filial de la Matriz. De ahí que realicen su peregrinación junto a los rocieros ursaonenses que llegaban a la ruta desde La Puebla de Cazalla donde pernoctaron la primera noche.

En Montepalacio, los rocieros celebraban la primera misa en la Mocheta, situada en término municipal de Paradas. En total treinta y dos carriolas que enfilan juntos días de emoción con el objetivo de llegar a la aldea para encontrase con la Virgen.