Más de 20 años de devoción al piano

Germán García ofrece esta tarde su concierto de marchas procesionales a piano, que es toda una tradición en Arahal

María Montiel marmondua /
23 feb 2018 / 21:29 h - Actualizado: 23 feb 2018 / 21:47 h.
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  • El músico y profesor Germán García tocando su piano. / Mili Jiménez
    El músico y profesor Germán García tocando su piano. / Mili Jiménez

Tradición de la Cuaresma arahalense es, desde hace más de 20 años, el concierto de marchas a piano que ofrece el pianista y compositor local Germán García, quien llena el salón de actos de la Casa del Aire con sus adaptaciones de marchas procesionales a piano. Como cada año, este sábado, el reconocido músico volverá a deleitar con su tradicional concierto en su veintiuna edición a las 20.00 horas.

Presentado por Cristóbal Cervantes, como novedad en esta edición Germán estará acompañado por el coro de cámara Hic est Chorus, que cantará dos piezas acompañando al toque mágico del músico.

Un amor por el piano que se remonta a la niñez de este arahalense que ha unido sus dos pasiones: la Semana Santa y el piano, obteniendo gran reconocimiento dentro del mundo de la música. Fue en el año 1998 cuando, aún siendo estudiante, su madre le regaló para Reyes unas partituras de marchas a piano. De esta manera, se creaba un vínculo que dura hasta el día de hoy.

Poco a poco fue creciendo su afición por este tipo de música adaptada a su instrumento, comenzó a pedir partituras a las bandas y a buscar en bibliotecas para hacer posteriormente sus propios arreglos y anotaciones para piano. De esta manera, le ofreció al Ayuntamiento de Arahal la posibilidad de realizar un concierto «ya que me hacía mucha ilusión», cuenta Germán, quien aún vive sus conciertos en casa con las mismas ganas que el primer día.

Y aunque él creía que ese concierto sería algo puntual, la idea gustó tanto que «los vecinos no paraban de preguntarme si lo iba a repetir. Como lo disfruté pensé por qué no seguir. Y desde entonces llevamos veintiuna edición».

En sus conciertos, este pianista intenta innovar con algún artista invitado, aunque en otras ocasiones suele hacer el concierto en solitario. En estas dos décadas, ha estado acompañado por saeteros, periodistas y escritores e incluso un bailaor con el que fusionó el baile flamenco y dos marchas de Semana Santa. Este año, será el coro de cámara Hic est Chorus, el que canté dos piezas acompañando al toque de García.

Para preparar el repertorio de cara a la actuación «procuro mirar los aniversarios de las marchas como homenaje propio a los autores». De ahí que para este sábado lleve entre sus partituras la marcha Jesús de las Penas, que cumple 75 años; Esperanza Macarena, que festeja su 50 años; Soleá dame la mano, la más antigua con un siglo a sus espaldas; y una muy especial, la primera partitura que compuso hace ya 20 años: Lágrimas de Esperanza.

Este profesor de música, que imparte clases en Primaria, tiene a sus espaldas dos discos publicados: Mi esperanza y La pasión al piano, el último de ellos editado hace solo cuatro años. Un trabajo que requiere un inmenso esfuerzo ya que las interpretaciones y adaptaciones originales de marchas se basan en el guión de la obra musical para banda de música, agrupación musical o banda de cornetas y tambores. De estas partituras García realiza «un estudio minucioso, a la vez me ayudo de la escucha de audiciones, concierto, etc., para luego adaptarla al piano».

Por ahora tiene aparcada esta faceta musical aunque no para con los conciertos de piano. Después del que ofrece en Arahal tiene otra cita con la Semana Santa el próximo 11 de marzo. En este caso, una novedad en su carrera ha sido poner música al himno de la hermandad de Jesús Nazareno de Paradas y más concretamente a la Virgen de los Dolores, con letra de Máximo López. Un «reto bastante grande porque era ponerle letra a un himno y ceñirme a unos versos ya escritos».

Precedido por más de dos décadas de éxitos con un auditorio lleno hasta la bandera, Germán espera cada año su concierto para entregarse, con su piano, al pueblo de Arahal. Tras realizar el año pasado su recital en el Teatro Municipal, debido a las dimensiones del escenario necesario para la banda que lo acompañó, vuelve a la Casa del Aire «porque es un lugar más íntimo». Una cita con este piano y la Semana Santa que levanta pasiones.