Más de un año sin víctimas en la carretera del miedo

La A-375, de Utrera a Puerto Serrano, rebaja su siniestralidad gracias a unas guías sonoras que alertan al conductor cuando invade el carril contrario

Iñaki Alonso @alonsopons /
02 jul 2018 / 21:57 h - Actualizado: 02 jul 2018 / 22:16 h.
"Tráfico","Seguridad vial","Accidentes de tráfico"
  • Las guías sonoras que se colocaron en la A-375 para reducir la siniestralidad en enero de 2017 han surtido el efecto deseado. / Efe
    Las guías sonoras que se colocaron en la A-375 para reducir la siniestralidad en enero de 2017 han surtido el efecto deseado. / Efe

Una carretera prácticamente recta, sin grandes desniveles ni cambios de rasante e incluso con un tráfico que no se acerca ni de lejos a los volúmenes de las grandes vías de la provincia. Sin embargo, la A-375, que conecta Utrera y Puerto Serrano (Cádiz) en un trazado de 45 kilómetros, ha estado siempre entre las vías más peligrosas de España. La carretera del miedo la llegaron a catalogar cuando en apenas dos años (de 2009 a 2011) se cobró ocho víctimas mortales sin tener puntos negros reseñables. Es más, en los últimos siete años se produjeron cerca de 150 accidentes con heridos.

Esa mala fama se ha contrarrestado en el último año y medio, después de que la Dirección General de Tráfico (DGT) escogiera esta vía para llevar a la práctica uno de sus experimentos de laboratorio: una banda sonora en el eje central que alerte al conductor cuando, por distracción o negligencia, invade el sentido contrario de la carretera.

Su incorporación a la vía fue una medida con argumentos estadísticos. El 77 por ciento de los muertos en accidentes de tráfico en vías interurbanas se producen en carreteras convencionales y, de estos, más de un tercio están asociados a siniestros cuyo motivo ha sido la colisión frontal o frontolateral. Es decir, uno de los vehículos implicados invade el carril contrario. Las últimas investigaciones muestran que las bandas sonoras reducen entre un 38 y un 50 por ciento los accidentes con víctimas en carreteras de calzada única.

Los beneficios, en el caso de la carretera entre Utrera y Puerto Serrano, han sido superiores a los que se podía prever de inicio. Desde enero de 2017, mes en el que se instalaron las guías sonoras, no se ha producido ningún accidente por invasión de vía. Es decir, 15 meses –los datos están actualizados hasta el 31 de marzo de 2018– sin accidentes con víctimas bajo la tipología de salida de vía por la izquierda. La diferencia es abismal. En la última década –desde 2007–, solo por invadir el sentido contrario, se produjeron casi medio centenar de siniestros con víctimas, con un balance de dos fallecidos, cinco heridos graves y 73 heridos leves. El peor año al respecto fue, según las estadísticas aportadas por la propia DGT, el año 2015, donde se produjeron un total de nueve accidentes con un balance de 15 heridos leves, aunque fueron los años 2011 y 2012 los más trágicos, cuando hubo una víctima mortal por salida de vía por la izquierda.

Los gestores de Tráfico estaban tan contentos con los resultados que ya estaban contemplando la forma de extenderlo a otras carreteras convencionales que arrastran un alto grado de siniestralidad vial. Aunque se haya producido un cambio de dirección al frente de esta administración, con el regreso de Pere Navarro a la DGT, no parece que vaya a cambiar la estrategia al respecto.

Esta medida de seguridad se basa en una serie de elementos fresados, de un ancho de huella de 20 centímetros y una profundidad de 1,2. Estos provocan vibración y sonido al pasar el neumático por encima, y alertan a los conductores de que sus vehículos se desvían de su carril y están invadiendo el del sentido contrario, con el riesgo de choque frontal o de que están abandonando la vía, con el peligro de accidente que eso conlleva. De hecho, se calcula que, con estas guías sonoras, se evitarían dos de cada tres fallecidos en carretera.