Cuando Murillo pintaba en pleno Barroco se servía de telas, pinceles y óleos. En su prolífica producción asentó iconografías y cánones, inspirados en su época y asentados desde entonces en el asimilado concepto de la belleza de la Virgen María. Desde entonces, sus creaciones han sido versionadas y vueltas a pintar en los más variados formatos. La última revisión ha pintado sus cuadros en Burguillos, con una inédita mezcla de formatos, técnicas y soportes, lejos de sus lienzos y óleos, para crear una colección digital en honor al pintor sevillano, en este año de aniversario, dedicada como homenaje a la maternidad.
Mujer y Madre. La maternidad en Murillo es el título de la colección creada por Ángeles Mesa. Su intención era «mostrar todas las fases de la maternidad, desde que no se tiene hijos hasta que se pierden». Su trabajo en el estudio la lleva a estar continuamente rodeada de madres e hijos, por lo que su idea giraba en ese respecto. Igual que su experiencia personal: «Me costó ser mamá, por ello quería hacer un homenaje a todas las madres». Como eje vertebrador fue elegida la obra del pintor sevillano, reconocida y asimilada por el público, además de por su plasticidad y temática.
Ángeles, conocida como Eli, es licenciada en Bellas Artes y está especializada en diseño y pintura. Su trayectoria profesional ha ido ligada al diseño y la fotografía. Del diseño, el arte y el diminutivo de su nombre surge Deliartt, su estudio fotográfico y la firma desde la que realiza sus creaciones.
«Desde pequeña me ha gustado la pintura», explica esta artista. «He trabajado en fotografía sin sentirme realizada. Tras este proyecto y el reconocimiento siento que es lo más gratificante que he hecho». Porque esta colección no es pintura. Ni fotografía exclusivamente. Pero es el resultado de ambas de la combinación de ambas artes.
La docena de obras versionadas es una expresión plástica que ha tomado como soporte la fotografía para componer de nuevo los lienzos de Murillo. Un trabajo previo de elección de modelos –«entre familiares y clientes del estudio que asemejaran los rasgos de los cuadros»–, composición de las escenas, maquillaje y vestuario –« hechos con cortinajes»–, crearon la base a partir de la cual, mediante tableta gráfica y pincel digital, se pintaron los cuadros. Cada obra impacta por la imagen que muestra, tan cercana a la pintura pero con rostros actuales y fotografiados.
La creación no ha sido un «corta y pega. No es un montaje con la cara de la modelo sobre el cuadro de Murillo. Se ha compuesto la imagen, con el gesto, la pose, las ropas y toda la escena, y luego sobre la foto se ha pintado el acabado», para mostrar esa imagen innovadora que actualiza los cuadros de Murillo. El trabajo se presentó para optar a la certificación profesional QEP (Qualified European Photographers), prestigioso reconocimiento otorgado por la Federación Europea de Fotógrafos, que califica la excelencia profesional. Y fue elegido «por unanimidad del jurado y sin necesidad de votación».
Gracias al premio, en la profesión se ha conocido este trabajo, lo que ha contribuido al reconocimiento y la amplia difusión que ha tenido. El Ayuntamiento de Burguillos promovió una exposición para mostrarlo, así como hacer entrega pública del reconocimiento europeo a la artista. Federaciones de fotógrafos, la marca Canon y otras organizaciones colaboraron con la muestra, solicitada ya para moverse por la geografía española. Así, Granada será el próximo destino de estas novedosas obras de Murillo.
«El impacto está en el tratamiento de luces, colores y formas y en lo arriesgado de usar imágenes de la Virgen tan reconocidas para una temática tan cercana y natural, no todo el mundo puede entenderlo», comenta Ángeles. Pero no ha sido así, pues la colección ha contado con el beneplácito del público y de la profesión: «Muchos compañeros se han interesado por la técnica. Hay quien piensa que un botón de photoshop lo hace, pero realmente requiere muchas horas de trabajo. Es un conjunto, si las telas no estuvieran puestas con los pliegues y formas del cuadro, por mucho que se quiera no se le puede dar ese acabado». Porque comparte el éxito y el reconocimiento con todo su equipo. Junto con Ángeles, han trabajado en esta colección su compañera de estudio fotográfico, Eva María Fernández y la fotógrafa Toñi Sousa, quien ha actuado como tutora en la dirección del proyecto. Laura Delgado y Juanmi Román han sido los encargados de maquillaje y vestuario y Manuel Ramón Pino de la dirección artística. Elena, Lola, María Ángeles, Rosa, Susana, Mónica, Mercedes, María del Carmen, Ángeles, Beatriz, Yoana y Yessi han sido las modelos que, por obra y gracia de la fotografía y la pintura se han visto elevadas a los cielos de la divinidad y el arte. Todas, además, sorprendidas por el resultado y la repercusión de este trabajo, al que se prestaron de forma voluntaria «y que harían mil veces más, pues ha sido una experiencia increíble», comenta la última de ellas.
En la mente de Ángeles ya fluyen ideas para una nueva colección, esta vez para optar al Máster QEP, el máximo reconocimiento entre fotógrafos.
Asegura que volverá a estar en relación con la pintura. Haciéndola cercana, actual. Volviendo a pintar a los clásicos del arte desde su estudio de Burguillos.