Osuna despide a su hermandad en el ecuador de su feria

La afluencia de público en la partida de la filial hacia la aldea del Rocío fue menor que otros años

María Montiel marmondua /
12 may 2018 / 21:29 h - Actualizado: 12 may 2018 / 21:32 h.
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El sonido del tamboril despertaba a Osuna en una nubosa mañana. Cuando los acordes de la feria se apagaban, despuntaba el alba con los cohetes que anunciaban la salida de la Hermandad del Rocío de Osuna iniciando su caminar. El convento del Carmen acogía la misa de romeros a las 9.30 de la mañana ante unos peregrinos nerviosos deseando emprender el camino por las calles de Osuna. La mañana era el refugio de los hermanos y devotos quienes, preparados para el camino, se daban cita a las puertas del templo antes de partir hacia el Rocío. Reencuentro entre los hermanos que llevan un año soñando con el momento de partir hacia la aldea; de buscar refugio ante la Virgen: su gran devoción.

Comenzaba la misa de romeros y, en la puerta, los caballistas aguardaban montados en sus equinos nerviosos ante el retumbar de los cohetes. Era al finalizar la misa –poco antes de las diez y media– cuando se rezaba la Salve para posteriormente entronizar el bendito Simpecado en la carreta de plata. Fotos para inmortalizar un momento que recordarán durante los próximos meses.

La emoción se palpaba. Han sido días previos de preparativos que se viven en eterna amistad. Once carriolas y más de cien peregrinos acompañan el Simpecado, que este año está siendo tirado por tres mulos que se estrenan en el recorrido.

Ofrendas en su partida y deseos de buen peregrinar en las diferentes paradas, tanto en el Ayuntamiento como en la iglesia de la Victoria y Santo Domingo, donde los despedían con efusividad. Repique de campanas a su paso por los templos de la villa ducal, que se encuentra de feria. De ahí que menos vecinos hayan acompañado a esta Hermandad en la despedida de Osuna, principalmente en los primeros pasos. De hecho, como cuenta su hermano Mayor José Martín «no es la primera vez que coincidimos con la feria y se nota».

En las Vegas les esperaban las carriolas. Un pequeño alto para rezar el Ángelus en este primer día de peregrinación para continuar por el camino de servicio de la A-92. Días duros los que los esperan hasta que el próximo sábado cuando pasen el puente del Ajolí y se presente la carreta ante el santuario de la Blanca Paloma.

La peregrinación se ha comenzado con ganas. Las once carriolas esperaban a los romeros a la salida de la localidad camino de su segunda casa. Tras realizar el sesteo en el cortijo Dueña Alta, la noche la recibieron al cobijo del Cortijo Varela. Al calor de la lumbre y el recogimiento de la noche se acercaron los vecinos moriscos que acompañan a esta hermandad en su peregrinación hacia la aldea. Hay una estrecha relación de devoción entre La Puebla y Osuna. De hecho, cinco carriolas se unen a Osuna en este municipio para emprender el camino bajo una misma hermandad.

Ambos municipios mantienen una vinculación muy especial que se vive intensamente este domingo cuando, desde la Fuente Vieja, entran los romeros en La Puebla de Cazalla para visitar la localidad. Allí los vecinos de la calle Molinos adornan con guirnaldas y flores la calle en una fiesta continua que lleva ya dos décadas celebrándose al son de sevillanas.

El hermano Mayor lleva más de treinta años realizando el camino y vuelve a emprenderlo con ganas. Su único deseo es «tener un buen camino». Con ello en mente peregrinan hacia la aldea almonteña deseando postrase ante la Blanca Paloma. El martes entrada, de nuevo, en Osuna satisfechos por cumplir en su visita ante la Señora.