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La Plataforma de Afectados por la Hipoteca impidió la entrada de la Policía al domicilio. / El Correo
Cuatro horas defendiendo 40 años. Esta fue la lucha de los vecinos de Olivares ayer durante toda la mañana, intentando evitar el desahucio previsto de una pareja de ancianos de 71 y 72 años. Gracias al masivo apoyo de vecinos, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y de toda la corporación municipal, el desahucio en la calle Juan Ramón Jiménez fue paralizado finalmente.
El hijo de Dolores y Manuel, Raúl Gil, denuncia que «ya son tres los intentos de echar a mis padres de la casa en la que llevan 40 años viviendo». El motivo, un supuesto fraude financiero. Gil relata que sus padres construyeron esta casa pero aún no tenían escrituras oficiales, por lo que iniciaron el proceso en el año 2013. «Necesitábamos 5.000 euros para las escrituras, pero al estar yo en paro, el banco no nos dio el crédito, por lo que acudimos a una financiera», explica. «Fuimos a la financiera para firmar por el préstamo de 5.000 euros. A mi no me dejaron entrar en la sala en el momento en que mis padres, que están muy mayores, firmaron. Meses después, al extrañarnos por no recibir las escrituras, fuimos al registro de propiedad, donde comprobamos que la casa constaba a nombre de los prestamistas», manifiesta Gil. La familia procedió entonces a denunciar los hechos, ante lo cual, «la financiera vendió la casa a una sociedad de Barcelona», que es la que ahora ha procedido al desahucio.
Desde primera hora de la mañana la PAH se concentró a las puertas del domicilio, «impidiendo el paso de la Policía en sus múltiples intentos. Hemos estado cuatro horas en el suelo tendidos para que no entraran», relata Gil. Una ambulancia tuvo que atender a la anciana, que según manifiesta su hijo, «sufre del corazón», por un ataque de ansiedad.
La familia ha recibido también el apoyo unánime de sus vecinos, incluidos todos los miembros del gobierno municipal (PSOE) y de la oposición (PP e IU).
«De momento hoy se ha paralizado el desahucio gracias a la gente. Pero no sabemos si mañana recibiremos otra fecha», explica el hijo de estos ancianos.