Pedales en recuerdo de Arjona

Era padre, policía local, ciclista y, sobre todo, un vecino muy querido en la localidad de Brenes. Su familia cuenta ya casi dos años y medio sin él. Lo atropelló un coche mientras hacía lo que más le gustaba, montar en bicicleta. Por eso, este fin de semana, 50 deportistas de toda Andalucía, e incluso de fuera, le rindieron homenaje en el tercer Reto Jaén-Sevilla, memorial Manuel Arjona Muñoz. A su paso por el pueblo natal del homenajeado, el pelotón hizo parada en el polideportivo, donde familia, autoridades y amigos se unieron en su recuerdo.

Apenas seis meses después del accidente, ocurrido un fatídico 15 de diciembre de 2014, su amigo Juan Quesada puso en marcha el primer reto desde la tierra de los olivos, donde él reside. «No habíamos podido conocernos en persona. La primera vez que lo visité fue ya en el cementerio». Por eso fue, porque le debía esa visita, y quiso ir acompañado de más ciclistas para visibilizar la lacra de las muertes en carretera de estos deportistas. «Entonces era vicepresidente de la asociación Vida al ciclista y quisimos rendirle ese primer homenaje», apostilla. Le siguieron 16 corredores, que en el segundo reto sumaron 40. El sábado fueron 50, «el tope permitido para no tener que pedir permisos más especiales que son muy costosos», relata.

En ese primer encuentro con su amigo, Quesada le regaló un ramo de flores. Regalo que no quedó sin devolver, pues a raíz de la visita inició una relación sentimental con Purificación Arjona, su hermana. Hay personas que incluso después de haberse ido siguen haciendo magia. Actualmente, ambos conforman un tándem centrado en mantener vivo el recuerdo de su cuñado y hermano para pedir que no haya más muertes de este tipo.

Nunca llegaron a verse porque su amistad comenzó «a través de un grupo de Facebook» relacionado con la pasión que los unía. «Un día colgué un vídeo que grabé con una cámara instalada en mi bicicleta de una carrera, la Quebrantahuesos, y comenzó a hablarme porque le había gustado mucho», cuenta Quesada. Así fue pasando el tiempo hasta que «surgió la oportunidad de participar juntos en esa misma carrera, en el Pirineo de Huesca». Por fin iban a conocerse. Pero la vida a veces es difícil de entender. Apenas «dos o tres días de hacer la inscripción, él falleció».

El pasado año, tras leer el manifiesto con el que dejan constancia de su paso por Brenes, Quesada colgó la bicicleta. «Ahora que estoy viviendo el dolor de la familia, no puedo permitirme seguir con esto y que puedan tener otra pérdida», asegura añadiendo que le cogió miedo. No obstante, en este caso la volvió a coger para atravesar Brenes y completar los últimos 25 kilómetros hasta Sevilla.

Durante la parada en el polideportivo, la hermana de Arjona dio las gracias a los «valientes ciclistas» y al Ayuntamiento de Brenes, que estaba allí representado por su alcalde, Marcelino Contreras, y su teniente de alcalde, Rosa Román, y al de La Rinconada, que cedió unas instalaciones para que pudieran ducharse antes de partir a casa.

Tras la hermana del homenajeado, tomó la palabra el organizador y pareja suya, quien afirmó que «en el futuro le gustaría que la prueba se convirtiera en una marcha cicloturista con una participación ilimitada, porque se trataría de una de las mejores pruebas de gran fondo de toda Andalucía», para lo que haría falta un sponsor. Quesada finalizó su intervención dando las gracias a su amigo por hacer posible el gran amor que está viviendo con su hermana y se lanzó a pedirle matrimonio con todas las personas que apreciaban a su cuñado por testigos. Ella, dijo que sí. Volvió a hacerse la magia.

El acto terminó con la entrega de medallas y diplomas conmemorativos costeados por los padres de Manuel quienes, ayudados por la hija menor del ciclista, hicieron la entrega en esta parada ya que «no se encuentran con fuerzas para trasladarse hasta la Plaza de España», según el organizador, donde se dio por concluido este reto iniciado 250 kilómetros atrás en la Catedral de Jaén.